JAIME TORRES TORRES
Un día como hoy, 4 de enero de 2023, el pentagrama hispanoamericano celebra el centenario de Pablo Rodríguez Lozada, mejor recordado como el Inmortal e Inolvidable, Tito Rodríguez.
Este artículo, imperdonable si no se publica a las 12:01 am del 4 de enero, no pretende pasar revista a su brillante carrera porque abundan las biografías sobre su vida y trayectoria artística.
Sí persigue recordar que nació hace 100 años y que se marchó al escenario celeste a la corta edad de 50 años, el 28 de febrero de 1973, por lo que el mes entrante también conmemoraremos medio siglo de su desaparición.
Lo sustantivo de ambas efemérides es que recordamos al cantante de música popular más famoso y exitoso del Siglo XX. Su discografía es una cantera de información valiosísima para las nuevas generaciones. Y ahí estriba el primer dilema: Tito, el Inolvidable, es uno de los grandes olvidados y desconocidos de la presente generación. Ni hablar de dos y tres generaciones atrás.
No culpo a mis hijos, ya por los 30 años, por su desconocimiento de Tito Rodríguez, a pesar de que irónicamente crecieron escuchando su música, ya sea de paseo por la Isla o cuando la tocaba un domingo mientras cortaba la grama o lavaba el carro.
La radio puertorriqueña hace mucho tiempo la excluyó de sus programaciones. Quizá no falta en alguna edición de “Canciones inolvidables”, cuyo tema musical se inspira en Tito, o en algún programa de Radio Universidad, pero indiscutiblemente el catálogo del prolífico Tito Rodríguez, como los de otros cantantes como Gilberto Monroig, Daniel Santos y Felipe Rodríguez, se sepultan en el olvido con la excusa de que son ‘oldies’ que en su momento escucharon los adultos y que hoy esos ‘baby boomers’, si no se han muerto, ya no la recuerdan.
A esto se debe añadir el crimen cultural de su discografía también condenada al polvo del tiempo. Sus catálogos con RCA Víctor, Tico, United Artists y su propio sello TR ya se han dejado de reproducir. Afortunadamente, tenemos YouTube, Spotify y Amazon Music, pero el público que patrocina estas plataformas prefiere a Bad Bunny y Bruno Mars.
Si hay una figura que ha promovido la obra de Tito Rodríguez y cuya gestión ha contribuido a que un día como hoy no pase inadvertido del todo, ese es sin duda el Caballero de la Salsa, Gilberto Santa Rosa.
En 1992 le dedicó el disco “A Dos Tiempos de un Tiempo”, tres décadas después uno de los clásicos de su discografía. Y eso no es todo: siempre lo ha tenido presente, como en esta fecha, en que lo recordará en concierto, como hizo en su 30 aniversario el 28 de febrero de 2003, en la Sala Felipe Rodríguez del Centro de Bellas Artes de Caguas.
Gilberto compró la pagoda de Tito en Punta Las Marías, Isla Verde y atesora parte de su colección, memorabilia y la serie de programas “El Show de Tito Rodríguez”. En 2002 compartió en cd y dvd el segundo volumen de “Tito Rodríguez… Inolvidable”.
Es tanta la admiración de Gilbertito por Tito que ha terminado, desde hace unos años, pareciéndose físicamente a él.
Siempre admiró la elegancia de Rodríguez, su formalidad y buen gusto. ¡Y hasta gesticula y toca las pailas, como El Inmortal!
Un día como hoy, por consiguiente, se debe agradecer a Gilberto por su compromiso con la divulgación del legado de Don Rodríguez, pero igualmente se le debe exigir a las instituciones culturales del País y a la industria radial que se enfoque en lo verdaderamente medular y honren a los grandes.
El centenario de Sylvia Rexach pudo ser objeto de mayor trascendencia durante 2022 y, aunque hubo iniciativas a su memoria, prácticamente pasó inadvertido.
No debe suceder con Tito Rodríguez, pero ya ven… Posiblemente, a la hora que a usted se le antoje, si recorre el cuadrante AM o FM de la radio puertorriqueña, no lo escuchará en ninguna emisora.
Este es un día sagrado para la música popular. De madrugada, mañana, tarde y noche se debe celebrar el centenario de Tito Rodríguez con la difusión de sus discos y también los que Danny Rivera, Chucho Avellanet, David Sánchez, Fania All Stars, Willie Rosario, Bobby Valentín, Paulito FG y Luis Miguel le dedicaron.
Tito, único en su clase. El Cantante que vistió al mambo de gala. El ‘entertainer’ que del Palladium, el Village Gate, Birdland y otros clubes de baile evolucionó a las salas de conciertos y a los estudios de televisión como un ‘showman’ genuino y consumado.
El mejor vendedor de discos de la década del 60. Sus continuos lanzamientos así lo sustentan. El rumbero que emprendió la transición perfecta al bolero con un éxito sin precedentes. El puente entre el mambo y la salsa, como registra la historia de “En algo nuevo” con Louie Ramírez.
En la emisora digital prensasincensura.mixlr.com, desde las 6am de hoy, Día del Centenario de Tito Rodríguez, se le recordará tocando su música porque con su música se enamoraron nuestros padres y enamoramos a la primera noviecita bailando apestillados en la marquesina.
Porque los boleros más afincaos que bailamos en una loseta los cantó Tito. Porque a través de la pantalla chica de Rikavisión llegó a miles de hogares con entretenimiento de buen gusto, excelencia y alta calidad.
Hoy es un día para escuchar y tararear hasta la saciedad “Inolvidable”, “Fiesta de besos”, “En la oscuridad”, “Tiemblas”, “Lo mismo que usted”, “Tres veces te amo”, “Cuando ya no me quieras”, “Don Fulano”, “Mama Güela”, “Baranga”, “El que se fue”, “Avísale a mi contrario”, “El sabio” y otras que no faltarán en la programación.
¡Tito Rodríguez vive!
Recuérdalo.
Celébralo.
Cántalo.
Báilalo.
¡Hónralo en su Centenario!
