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Jaime Torres Torres
Prensa sin censura
La anciana Miguelina Soto Colón, de 99 años, fue recluida en el Hospital HIMA San Pablo de Bayamón por sospecha de un alegado padecimiento de neumonía, pero terminó en la unidad de cuidado a pacientes de Covid-19 bajo estrictas medidas de aislamiento sin la compañía y visita de sus seres queridos.
Al martes 8 de noviembre han transcurrido 13 días, sin que sus hijas Iris Nereida y Norma Vélez Soto conozcan de su condición, en un momento en que, según el Departamento de Salud, las defunciones atribuidas al coronavirus se concentran entre los adultos mayores de 80 años.
“Lleva 13 días “presa” en este hospital y no le han permitido ningún tipo de contacto con nosotras sus hijas, ni siquiera una llamada en video cámara para ver el estado de mi madre. Ella es víctima del genocidio de los hospitales en Puerto Rico porque le han violado sus derechos, conforme a la Ley 121, la Carta de Derechos del Paciente y el derecho de que yo, su hija, la vea. Nunca firmé ni ella tampoco un documento de admisión”, dijo a Prensa sin censura Norma Vélez Soto, hija menor y cuidadora de doña Miguelina.
“No llegó con ninguno de los síntomas del Covid. Estaba alerta y orientada. El hospital violó los derechos de mi madre porque no le leyeron el consentimiento informado. Mi mamá estaba hablando. Esto es un apresamiento involuntario”, sostuvo.
A la pregunta de si se han querellado en las Procuradurías del Paciente y Adulto Mayor, incluso si han gestionado asistencia legal, Vélez Soto respondió que no, aunque aclaró que acudió a la Sala de Investigaciones del Tribunal de Bayamón.
“Le solicité a la jueza de turno que me permitiera visitarla y ni siquiera permitió llamadas en video”, sostuvo.
Prensa sin censura entrevistó a las hermanas Vélez Soto en la acera exterior, frente al HIMA San Pablo en Bayamón. Ambas se dirigieron al vestíbulo para recabar la ayuda de la directora de trabajo social. Autorizaron que este medio independiente documentara la gestión hasta que personal de seguridad intervino y desautorizó la transmisión en vivo.
Al momento de publicar este artículo las hermanas Vélez Soto esperaban durante casi dos horas y media sin atención.
“Bajo la sospecha de un diagnóstico que no fue validado la internaron. Le dije al internista Dr. Martínez Durán y a la neumóloga Dra. Rodríguez que con una sospecha de neumonía no podían internar a mi mamá. Y la internaron con la mentira de la hipoxia cuando la misma neumóloga auscultó a mi mamá con el estetoscopio y tenía los pulmones claros”, reiteró Norma Vélez Soto.
Noticia en desarrollo.
Prensa sin censura 
DIOS MIO ESTO ES INDIGNATE NO ES JUSTO QUE VALLAN Y AGAN QUERELLAS HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS. QUÉ LLEVEN UNA ORDEN JUDICIAL Y LA SAQUEN DE AHÍ PORQUÉ LAMETO DECIR ESTO PERO LA VAN A DEJAR MORIR 😭.
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