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Trabajó más de 50 años en Estados Unidos para mudarse con su familia a Puerto Rico y comprar un terreno en la colindancia de los barrios Cialitos y Toro Negro en Ciales, sin imaginar que su vendedor, un ex alcalde, había negociado con Liberty/AT&T para sembrar literalmente al lado de su casa una torre para antenas 5G.
Su nombre es Ernesto Rivera y el de su esposa Purificación Rivera, ambos octogenarios y ella paciente de cáncer.
Pagaron miles de dólares por su solar al ex alcalde novoprogresista de Ciales Ángel Otero. Si llega a saber se queda en Nueva Jersey, donde trabajó toda su vida.
“El ex alcalde de Ciales es el dueño de esto aquí. En 2020 le compré mil metros. En el 2021 comencé a construir mi casa y él ya tenía esos planes y nunca me dijo que iba a arrendar ese terreno”.
La familia de don Ernesto reaccionó con similar indignación. Su hijo Ernesto Jr. dijo que el nuevo alcalde penepé Alexander Burgos Otero visitó la residencia, pero sin compromiso alguno. “Nos dijo que no sabía nada de lo que planificaba su predecesor. Y no ha hecho nada”, sostuvo.
Por ley, las torres de antenas 5G se deben edificar a una distancia razonable de las viviendas. En la periferia de los barrios Cialitos y Toro Negro en Ciales residen alrededor de 50 familias que estarán expuestas directamente a la radiación electromagnética de la banda ancha 5G que se pretende establecer en el lugar.
En menos de seis horas levantaron la torre sin considerar los reclamos de la comunidad, en su mayor parte de adultos mayores.
“Soy paciente de cáncer. Cuando el actual alcalde visitó nuestro hogar con él llegó la policía. Estuve sentada todo el tiempo y llorando. Yo no me siento bien”, señaló doña Purificación a Prensa Sin Censura.
Su hija Pura Rivera reconoció que se siente molesta con la situación porque ha solicitado los documentos que la Oficina de Gerencia y Permisos se supone le haya entregado al proponente con copia al municipio de Ciales y no los han provisto.
“Todo lo que se haga en un vecindario o comunidad debe estar certificado con las firmas correspondientes. Pedí al alcalde los documentos y se quedaron haciendo buya, dando la impresión de que no sabían nada. Él dice que no está de acuerdo, pero también dice que no puede hacer nada. No es justo que escuchen los sentimientos de la comunidad y de mi madre que tiene cáncer y sigan hacia adelante con el proyecto”.
Con mucho pesar y desilusión, con tono de derrota don Ernesto Rivera dijo que considera vender y regresar a Estados Unidos.
“Esto lo hice por mis hijos. ¿Qué les voy a dejar? ¿Enfermedad? Ya soy una persona mayor, pero esto era para mis hijos y nietos. ¿Qué les vamos a dejar?”
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Se supone, por ley y por reglamento que las Torres tienen que estar alejadas de la estructura más cercana, una y media vez (1 1/2) su altura.
Por ejemplo, una torre de 100 pies de alto tiene que estar a 150 pies de la casa más cercana.
Esto es para proteger la casa en caso que la torre colapse.
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Hay muy buenos abogados que pueden atender esto y han sido exitosos. Traten de llamar a Juan Gaud Pacheco.
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