Publicado por Avaaz
Podríamos estar peligrosamente cerca de una catástrofe nuclear.
El pasado mes de marzo, Rusia bombardeó una central nuclear gigantesca de Ucrania que alberga seis reactores – y los enfrentamientos allí se están intensificando.
Están estallando misiles en los alrededores del complejo del reactor, y un error podría desembocar en un desastre nuclear – lo que acarrearía una oleada de enfermedades, muertes, desplazamientos y devastación medioambiental.
Sin embargo, hay algo todavía más demencial. ¡Las leyes internacionales no prohíben de forma clara y tajante bombardear una central nuclear! Pero ahora mismo tenemos una oportunidad de conseguir una resolución crucial y estar un paso más cerca de una nueva regulación internacional que impida los ataques militares a reactores nucleares en todo el mundo.
Esta semana se reúnen importantes negociadores en materia nuclear, y los expertos nos aseguran que un clamor ciudadano multitudinario que pida más medidas podría inclinar la balanza. Firma ya y cuando nuestro llamamiento sea masivo, lo entregaremos directamente en la mesa de negociaciones en Nueva York:
¡Únete ya a este llamamiento mundial!
Según los expertos, una decisión así serviría como mecanismo de presión para que cesen los enfrentamientos entre Rusia y Ucrania en la zona de la central nuclear, y contribuiría a frenar los ataques sobre otras instalaciones nucleares en el resto del mundo.
En estos momentos, los negociadores nucleares de la ONU se encuentran reunidos para debatir esta crisis, y podrían dar este paso histórico, además de exigir la retirada de las tropas rusas de la central ucraniana, y asegurarse de que los expertos independientes puedan evaluar los daños.
Pero para hacerlo tienen que ser valientes. Y contar con un apoyo público multitudinario les puede ayudar. Así que súmate ya a este llamamiento a la cordura, y lo entregaremos directamente en la conferencia sobre armamento nuclear de la ONU antes de que sea demasiado tarde.
¡Únete ya a este llamamiento mundial!
Avaaz ha denunciado una y mil veces la locura nuclear. Fuimos más de un millón de personas las que nos unimos a la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear, al Dalai Lama y a más personalidades para manifestar nuestro rechazo a la guerra nuclear. Con el estallido de misiles y bombas junto a la instalación nuclear, el riesgo de una catástrofe es hoy mayor de lo que ha sido en décadas. Hagamos todo lo posible por evitarla, ahora que todavía podemos.
