En un acto infame y fuera de toda consideración y templanza jurídica, el Tribunal de
Apelaciones de Puerto Rico acogió una solicitud de Certiorari sometida por la compañía
Bristol-Myers Squibb (BMS) para que deje de forma inmediata y sin efecto la resolución emitida por el Tribunal de Primera Instancia de Humacao el pasado 7 de julio de 2022.
Esta resolución impedía hasta el pasado jueves el que Bristol-Myers Squibb despidiese a 12
empleados de forma arbitraria, injusta e irracional, respecto al COVID-19.
De forma sorpresiva y sin justificación alguna, el panel de jueces compuesto por los jueces
Roberto Sánchez Ramos, Ricardo Marrero Candelaria Rosa y el Juez Candelaria Rosa ordenó
que se pueda despedir a 12 empleados de la farmacéutica Brystol-Myers Squibb. Tal acción
paralizó una Resolución debidamente fundamentada por la Honorable Jueza ITZEL AGUILAR PÈREZ, en la que reconoció que no habían fundamentos legales para despedir a este grupo de empleados que laboraron durante toda la pandemia, y que habían cumplido con todos los
requerimientos impuestos, incluyendo el presentar exoneraciones religiosas.
Tan pronto este panel de jueces recibió el recurso el día 28 de julio, no dio oportunidad a
los empleados a oponerse, y el mismo día emitió la referida Orden dejando sin efecto
la Resolución de la Juez.
BMS en ningún momento demostró razones para los despidos, y su petición fue dirigida a imponer su criterio arbitrario, al imponer a este grupo de
puertorriqueños, que para tener el «privilegio «de trabajar en la farmacéutica tiene que obedecer sus políticas, aunque no tengan base ni justificación.
La representación legal de la parte demandante contra BMS informó que someterá
inmediatamente un recurso ante el Tribunal Supremo para que deje sin efecto esta Resolución.
Confiamos que con esta acción la justicia prevalezca ante esta determinación tan detrimental en la vida de 12 familias puertorriqueñas, fieles a sus convicciones religiosas y defensoras con causa y conocimiento de sus derechos.
Prensa sin censura 