La afrenta de la invasión gringa del 25 de julio de 1898

Nota del Editor: Tercero y último de una serie de artículos conmemorativos del 124 aniversario de la invasión de EEUU a Puerto Rico basados en el libro “Diario de Guerra de Ángel Rivero Méndez” del profesor José A. Mari Mut)

JULIO, 25.- El general Ortega está de buen humor y acaba de comunicarme sus deseos, que son dos: primero, capturar un yanqui, de uniforme, para verle la cara; segundo, capturar también un buque enemigo, anclarlo en la bahía y dormir en él la siesta todas las tardes.

Anoche muchas personas salieron hacia Santurce; de la ciudad subía un rumor de fuga que me ha causado tristeza. Yo creo que hacen bien; si la ciudad es bombardeada de nuevo, como se dice, ninguna utilidad reportaría a su defensa el que los no combatientes sean muertos y heridos.

No solamente los paisanos demuestran temor, que yo justifico; hombres que llevan uniforme, aunque escasos en número, tampoco saben disimular el desequilibrio de sus nervios.
Momo, el poeta festivo, ha pasado todo este día a mi lado. «Quiero comer el rancho de tu batería y oler la pólvora de tus cañones, me dice. Siempre me han tenido por un cobarde y yo creo que lo soy; pero ahora no siento temor alguno; yo estoy en San Juan y aquí me quedaré; no haré lo que tantos pendejos, que en tiempo de paz se comían a los niños crudos y ahora están echando a perder su ropa interior. Yo conozco muchas lavanderas que han tenido que dejar su oficio; una de ellas, negra, vieja, me dijo ayer: Yo lavo ciertas miserias cuando provienen de los niños, ¡se comprende!; pero no me da la gana de lavar inmundicias de tanto mandulete.»

Así dijo Momo, y a petición mía estampó con su propia mano y lápiz tales reflexiones en este diario.
Por conducto desconocido, hasta ahora, llegan alarmantes noticias; parece que se avecina un formidable ataque a la plaza. Ayer, por la noche, todos los vecinos que permanecían en la ciudad se han marchado. San Juan parece un cementerio; recorro sus calles y la plaza; principal y no encuentro á nadie.

JULIO, 26.– Se aclara el misterio. Ayer desembarcó por Guánica una parte del ejército americano; se habla, con gran secreto, de sangrientos combates; la alarma cunde entre todos. Avisan de Fajardo que, frente a aquel faro, hay cuatro buques enemigos. El general Ortega está intratable y le cuesta mucho trabajo disimular la opinión que tiene del coronel Camó. Comienza la guerra en Puerto Rico. ¿Qué pasará? Todos los cónsules extranjeros han visitado hoy al capitán general.

Las niñas de Beneficencia y las del colegio de San Ildefonso han sido llevadas a Toa Alta; las madres del Corazón de Jesús salen para Arecibo. Nos dejan solos a los soldados….. ¡Buen viaje!

JULIO, 27.- Esta mañana, desde San Cristóbal, hemos divisado frente a la boca del Morro una fila de objetos de color blanco; algunos creyeron que se trataba de torpedos echados por el buque bloqueador, con la intención de cerrar la entrada del puerto. Ha salido una lancha del Arsenal y a su vuelta manifiestan los tripulantes que dichos objetos blancos son las puertas de los camarotes del vapor

Manuela, que fue echado a pique hace algún tiempo en el canal; el fuerte oleaje de estos días arrancó dichas puertas.
La Gaceta de hoy publica una proclama dando cuenta del desembarco de los enemigos por el puerto de Guánica.

JULIO, 28.- Anoche, al tocarse llamada y formar en el paseo de la Princesa el batallón «Tiradores de Puerto Rico», solamente acudieron a las filas el teniente coronel, los comandantes, dos capitanes, siete primeros tenientes, cinco segundos, dos sargentos, diez cabos y ¡once! soldados.
Se ordena que los fondos de todas las aduanas de la Isla se remitan, inmediatamente, a San Juan.

JULIO, 29.– Yauco ha sido capturado.
En la hacienda Josefina, de Río Piedras (sitio declarado neutral, oficialmente),
se ha reunido un gran número de extranjeros con sus familias.
Los enfermos del hospital de Santa Rosa, campo del Morro, han sido llevados a Río Piedras, a la casa y finca de Landrau.

JULIO, 30.- Un periódico local publica esta noticia: «Ayer se disolvió, por disposición del jefe, la música del batallón de Voluntarios número 1, de esta capital. El músico mayor se dice que anda solfeando por los montes.»

Alarma general; se avisa que el enemigo está desembarcando por las Bocas de Cangrejos; con toda velocidad marchan hacia aquel sitio el 3.° Provisional, una batería de montaña y todo el tren de acémilas y camillas. Regresan, poco después, porque todo fue una falsa alarma.
Desde ayer hay dos buques enemigos frente al puerto manteniendo el bloqueo.

JULIO, 31.- Ayer salieron para Caguas los coches de la empresa funeraria de Adrián López. Este industrial, como los demás, sigue el rastro a sus clientes.

Una estrella de gran brillo, Venus, aparece todas las noches por encima de Punta Salinas; la gente ha dado en decir que se trata de un globo cautivo, armado de un potente foco eléctrico, y desde el cual el enemigo practica reconocimientos.

Parece mentira tanta simpleza; si el enemigo empleara globos cautivos los usaría de día y nunca de noche.
Ayer, a las tres de la, tarde, uno de los dos cruceros que nos bloquean hizo dos disparos de cañón, sin proyectiles, contra un buque que se aproximaba, y que después de ponerse al habla siguió de largo ( 8 ) Era este buque un transporte cargado de tropas americanas y desarmado; su capitán recibió órdenes para dirigirse a Cabo San Juan, Fajardo; y él entendió San Juan, creyendo rendida esta plaza. Los disparos del crucero bloqueador impidieron la entrada, de aquel buque, en puerto, donde hubiera quedado prisionero.- N. del A.

En Martín Peña se ha formado un verdadero campo atrincherado, construido barracones y montado tiendas de campaña, llevando allí mucha fuerza de infantería, una batería de montaña y además los cuatro cañones Krupp a cargo del capitán Sárraga. También se ha construido una batería de campaña.

La noche pasada fue emocionante. No sé de qué origen vienen las noticias; lo cierto es que los pocos vecinos que quedaban en San Juan huyeron hacia las afueras.

Anoche bajé de mi castillo y me detuve algún tiempo en el quiosco de refrescos que tiene un tal Domingo en la plaza de Colón. Allí, y sentados en un banco, encontré a Luis Muñoz Rivera y a José de Diego. Hablamos, amigablemente, comentando largo rato los sucesos y la gran alarma que demostraban todos los vecinos, quienes, en grupos, pasaban frente a nosotros camino de Santurce. Al despedirme les dije: «Tal vez no nos veamos más, porque si la escuadra enemiga ataca de nuevo, como se dice, en un momento u otro perderé la vida, por ser mis baterías las más expuestas de la plaza y sin protección alguna. Como ustedes están autorizados por el Gobernador para residir fuera de la población, les aconsejo que se marchen cuanto antes a reunirse con sus familias.» Entonces, Luis Muñoz Rivera, poniéndose en pie y estrechando mi mano, me contestó: « Es cierto que se nos ha concedido tal permiso, pero no lo usaremos; como oficiales del Gobierno insular, tenemos parecidos deberes a los de usted, que espera la muerte al pie de sus cañones; y si llega nuestra hora, también nos cogerá en nuestros puestos.»

Declaraciones a las que asintió de Diego, y abrazándonos los tres, volví a mi castillo y ellos tomaron por la calle de San Francisco hacia la plaza de Alfonso XII.

AGOSTO, 1.- Han llegado 15 carretas de Aibonito conduciendo todo el convoy de «Cazadores de la Patria» salvado en el combate de Coamo. Son descargadas en el cuartel de Ballajá y todas vinieron custodiadas por Guardias civiles.
En estos días en que los gallos más famosos se han convertido en gallinas, debe señalarse con piedra blanca los pocos empleados que continúan en sus puestos. Por esto se elogia la conducta observada por los empleados del Banco Español, Armando de las Alas, Manuel Sánchez Morales, Juan Deschoudens, Manuel Vicente, Rafael Díez de Andino, Eulalio Vigo, Everardo Virkeb, Enrique Adsuar, Juan Soto, Antonio Pérez y Antonio Rodríguez, quienes se han mantenido en sus puestos cumpliendo sus deberes.

AGOSTO, 2.- Como algunas farmacias de esta ciudad amaneciesen cerradas, el general Ortega ha traído con la policía a sus dueños, exigiendo que tales establecimientos permanezcan abiertos.
Acaba de ingresar en este castillo de San Cristóbal el coronel Leopoldo San Martín, que capituló en Ponce a la llegada de las fuerzas navales de los Estados Unidos. Como se le instruye sumaria por aquel hecho, recibo órdenes de tenerlo preso, lo que hago, poniéndole centinelas de vista.
Se destruye la parte central de los puentes de San Antonio y Martín Peña, pero se colocan unos tablones para que continúe el tránsito.

Llegan noticias de que los americanos han capturado el puerto de Arroyo. Hoy han pasado por San Juan, camino de Río Piedras, donde se acantonarán, las fuerzas del batallón Patria, que desde Yauco, atravesando toda la cordillera central, se retiraron sobre Arecibo. Las manda el teniente coronel Ernesto Rodrigo, porque su jefe anterior, de igual empleo, se suicidó en aquella ciudad.
Se dice que San Germán ha sido atacado por una partida de revoltosos. Fuerza de Alfonso XIII, desde Mayagüez, salió para dicha ciudad y se habla de muertos y heridos.

Hoy me han dicho que el capitán Salvador Acha, al frente de su guerrilla volante, atacó anoche a las fuerzas americanas que desembarcaron en Arroyo y las obligó a reembarcarse.

AGOSTO, 3.- El remolcador Guipúzcoa, que encalló en Punta Salinas el día que el crucero New Orleans cañoneó el Antonio López, se ha ido a pique.
Ayer llegaron, en el ferrocarril, 90 caballos requisados por las autoridades militares en Arecibo, Bayamón y otros pueblos. Actos como éste producen gran descontento entre los campesinos, porque contrastan con la conducta de la tropa americana que paga en buen oro todo lo que necesita.

Hay cuatro buques frente a nuestro puerto, todos con bandera americana. Paso las noches en claro, con el anteojo en las manos, escrutando el horizonte, para reportar al Capitán general todas las luces que se divisan y el rumbo que siguen.
Un enjambre de empleados, que andaban por los montes, ha regresado hoy. Es día de pago y llegan a firmar sus nóminas; compran en los colmados, y de nuevo a la montaña.

AGOSTO, 4.- El foco eléctrico que trajo el Antonio López ha sido montado en el macho de mi castillo y soy el encargado de su manejo. El capitán de artillería Ramón Acha hizo todas las operaciones de montaje y conexiones. El poder luminoso de este aparato es sorprendente; me dicen que algunas personas en Carolina y Trujillo Alto, en noches obscuras, pueden leer cartas a la luz del foco.

Los batallones Voluntarios de casi toda la Isla, menos los de San Juan, Mayagüez y los del batallón llamado «Tiradores de la Altura», empiezan a disolverse. Estas milicias necesitan el calor de la tropa veterana, tropa que por orden del general Macías, se está reconcentrando desde San Juan hasta Río Piedras.
Continúan cuatro buques enemigos frente a los castillos.

Del millón de pesos, moneda española, destinados por el Tesoro español para los gastos de guerra en Puerto Rico, se ha vendido en giros 1.179.945 pesos 94 centavos, que al cambio corriente hacen 1.000.003 pesos españoles; por tanto, se ha gastado tres pesos más de lo convenido.

Damián Monserrat, secretario de la Diputación Provincial, anuncia que se suspenden, indefinidamente, los sorteos de la Lotería provincial.

Ingresa detenido en el cuartel de San Francisco el teniente de la Guardia civil, Ulpiano de la Hoz, que estaba en Utuado al mando de diez parejas y se retiró precipitadamente cuando entró allí una partida de revoltosos.

Hoy ha regresado a San Juan, Luis Muñoz Rivera, quien fue a Barranquitas a ver a su familia, y como regresara por Aibonito, fue detenido por la Guardia civil, porque se sospechaba tenía intenciones de cruzar la línea hacia el campo americano. Como Muñoz es el jefe del Gobierno, y jefe además de la Guardia civil, el incidente ha tomado gran revuelo y amenaza con serias complicaciones.

El capitán de la brigada de auxiliares de artillería, ingeniero José Portilla, ha ingresado como preso en este castillo de San Cristóbal. Parece que el capitán andaba de paseo por la Isla sin permiso, y el general Ortega lo ha hecho traer por la Guardia civil. Como dicho general, en el primer momento, dijese a Portilla que su intención era fusilarlo en los fosos del castillo, éste, muy acongojado, me contó su desgracia; lo tranquilicé diciéndole que la cosa no era para tanto, y, efectivamente, pagó su falta con cuatro días de prisión. Ortega acusaba a Portilla de ser ciudadano americano ( 9 ) Ortega tenía razón.- N. del A.

La noche pasada un artillero de mi batería, en un momento de locura, se arrojó al mar desde lo alto de la muralla. Pudimos sacarlo vivo conduciéndolo al castillo, y se le instruye la correspondiente sumaria. El día 2, otro artillero de servicio en el castillo de San Jerónimo intentó también suicidarse, colgándose con una soga, lo que pudo ser evitado. La continua tensión nerviosa en que vivimos es causa de estos sucesos.

Partidas sin bandera conocida se alzan en muchos puntos de la Isla.

El capitán Ramón Acha, que durante tres días y tres noches trabajó heroicamente para desembarcar los cañones y pertrechos de guerra que trajo el vapor Antonio López, está gravemente enfermo; se teme por su vida, aunque se encuentra bien atendido en la casa particular de Pedro Giusti.

AGOSTO, 5.– Las partidas facciosas menudean por los campos de Utuado; se asegura que una de ellas ha depuesto al alcalde Lorenzo Casadulc.
Hoy, a las diez de la mañana, han llegado unas carretas conduciendo el armamento de los Voluntarios de Fajardo.

La fuerza americana que había capturado el faro de Fajardo se ha corrido a la población, y circulan muchos rumores sobre actos realizados allí por el doctor Santiago Veve, Prisco Vizcarrondo y otras personas de mucho prestigio en dicha ciudad.
Del periódico La Unión, que se publica en esta ciudad, copio lo que sigue: «Se hace un gran elogio de la conducta observada por el Sr. Colorado, primer teniente de la guerrilla montada de Yauco. Este amigo nuestro se encuentra en Río Piedras, y parece que ha sido propuesto para una alta recompensa.» ( 10 ) Fue propuesto, pero el coronel Camó, como siempre, anuló los buenos deseos del general Macías.- N. del A.

AGOSTO, 6.- Una columna al mando del coronel Pedro Pino, ayudante del general Macías, se está preparando para atacar a los revoltosos de Fajardo.
Ayer he desempeñado una comisión reservada, a la que el general Ortega da mucha importancia. Como se trata de algo secreto, no lo consigno en este diario; pero tomo notas detalladas que guardaré para mi libro.
Sale para Fajardo la columna Pino y se afirma que lleva órdenes de traer, vivos o muertos, al doctor Veve y a Prisco Vizcarrondo.
El Estado Mayor publica un comunicado diciendo que en el combate sostenido en Guayama contra los invasores, la fuerza que mandaba el capitán Acha tuvo 17 bajas entre muertos y heridos, lo cual representa un veinte por ciento de pérdida.

El comandante de ingenieros, Julio Cervera Baviera, ayudante del capitán general, es el encargado de las posiciones de Guamaní, donde se ha localizado toda la defensa para detener a los invasores que desembarcaron en Arroyo. Este Cervera es hombre de muchos alcances y de gran corazón.

AGOSTO, 7.- Francisco Bastón, primer jefe accidental del batallón «Tiradores de Puerto Rico», señala un plazo de tres días para que devuelvan los fusiles todos los tiradores que no han concurrido a las filas en las dos últimas llamadas de generala. Me parece que el flamante batallón va a quedarse en cuadro.
Llegó a Lares una Comisión de paisanos para tratar con el alcalde de la rendición del pueblo. Se afirma que aquella autoridad los metió en la cárcel.

La fuerza de la Guardia civil se está concentrando hacia San Juan. Con tal motivo muchos embriscados regresan por temor a las partidas sediciosas, que ahora quedarán dueñas del campo.

AGOSTO, 8.- Ayer no estuvimos bloqueados. Hoy ha vuelto el buque de costumbre.
La retreta de anoche estuvo sumamente concurrida; parecía tiempo de paz.

AGOSTO, 9.- El coronel San Martín, que había pasado al Hospital Militar, ha sido dado de alta.
Ayer visitó a Muñoz Rivera el general Macías; se asegura que fue visita de desagravio.
Es insufrible esta vida de guarnición. Nos pasamos horas y horas en el cuarto de banderas, hablando tonterías y haciendo cálculos para el porvenir; también se juega al tresillo.
Desde hace algunos días recibí órdenes para despedir a todos los Auxiliares de artillería.

AGOSTO, 10.- Pedro Bolívar, teniente de Voluntarios, que manda la guerrilla montada del primer batallón, se ha caído hoy de su caballo, recibiendo golpes de poca importancia.
Guaynabo está repleto de embriscados; en la finca «Pájaros», de Bayamón, se trata tan bien a los veraneantes, que su número crece de día en día. Parece que allí celebra sesiones la Audiencia con casi todos sus magistrados, quienes han abandonado sus puestos.
Rumores de paz llenan la población; no se habla de otra cosa.

La suscripción nacional asciende hoy a 189.992 pesos y 78 centavos.
El Estado Mayor da cuenta de un combate en Coamo, pero sin añadir detalles. He sabido que allí murieron el comandante Illescas y el capitán Frutos López; y en los Cuartos de Bandera se trata muy mal a un capitán que obligó a su tropa, sin necesidad, a levantar las culatas de los fusiles, e hizo señales con su pañuelo para rendirse.
A las tres y minutos de la tarde de ayer se detuvo frente a la Boca del Morro el crucero de guerra inglés, Talbot, que saludó a la plaza con las salvas reglamentarias; contesté su saludo, y estos cañonazos, de los cuales el vecindario no tenía conocimiento, produjeron alarma inusitada, porque creían que aquel buque estaba haciendo fuego contra mi castillo y que éste contestaba. Salió un remolcador, el Ivo Bosch, y trajo a la ciudad al nuevo cónsul inglés Mr. Leonel E. G. Garden. El anterior era Mr. G. W. Grawford.
Esta noche habrá retreta en la plaza principal.

AGOSTO, 11.- El general Ortega ha prohibido que se saquen víveres de la ciudad; licores de todas clases pueden ser llevados por los vecinos. Parece que Ortega trata de sitiar por hambre a los embriscados, que cuando notan un período de tranquilidad vienen a San Juan, hacen apresuradamente sus compras y regresan a su refugio.

Hoy he sabido que 17 Guardias civiles, al mando del teniente Redondo y del sargento Fernández, rehusaron rendirse al final del combate de Coamo, como les ordenaba el capitán Hita, y tomando el camino de Pelmarejo llegaron sin novedad hasta Aibonito.

AGOSTO, 13.- La Gaceta de hoy publica el comunicado oficial sobre el combate de Hormigueros.
Ayer regresó la columna Pino que fue a Fajardo.
Ha entrado en Mayagüez el crucero Montgomery y un transporte, conduciendo mil hombres de tropa, que se alojan en el tinglado del muelle. Lo he sabido en el Estado Mayor.

Creo que la paz está muy próxima, porque la censura suaviza sus procedimientos. La Prensa de hoy publica algunos artículos en los cuales se ensalza la bandera americana, «Old Glory», señales de los tiempos.

Hoy muchas casas de la ciudad aparecen habitadas; y es que los embriscados, que siempre son los primeros en saber las noticias, comienzan a regresar. ¿Qué pasa? Los que en San Cristóbal velamos noche y día nada sabemos; pero algo muy grave debe ocurrir; porque el general Ortega está triste y taciturno.

A la una y media de la madrugada el capitán de artillería, Aureliano Esteban, que acaba de llegar al castillo; dice que estaba en una reunión con el Capitán de puerto, Eduardo Fernández, y que éste le aseguró haber visto un cable recibido por el brigadier de Marina, en que se notificaba, a esta autoridad, que el Protocolo de paz ha sido firmado. El general Ortega se pone furioso y dispone que Esteban y yo marchemos, inmediatamente, a conferenciar con dicho capitán Fernández. Llegamos al pabellón donde aquél habita, en la Marina, y después de despertarlo nos dice que, efectivamente, se ha recibido el cable mencionado, añadiendo que entre las condiciones convenidas para terminar la guerra, España renuncia a su soberanía en Cuba y cede, además, a los Estados Unidos, la isla de Puerto Rico. Regresamos al castillo, dando cuenta de todo al general Ricardo Ortega.
Este se encierra en la reserva más absoluta, sin pronunciar una palabra; pero me ordena detenga los trabajos que, en aquellos momentos se ejecutaban, preparando grandes tablones erizados de puntas de acero que a la mañana siguiente debían ser colocados en los caños de San Antonio y Martín Peña.
¡Noche triste! La paso, toda ella, sentado sobre un cañón; al salir el sol me afirmo en mi resolución, tomada antes de la guerra, de pedir mi licencia absoluta; tan pronto se firme la paz y cesen mis compromisos con el Ejército español volveré a la vida civil para participar de la suerte que corra mi país.
Una partida sediciosa ataca el pueblo de Ciales. En el Estado Mayor afirman que el jefe es Virgilio Ramos Casellas, y que le acompaña, como segundo, Ramón Montes. El teniente Ledesma, de la Guardia civil, combatió a los revoltosos dispersándolos. Se habla de muertos y heridos, encontrándose entre estos últimos, paisanos y mujeres.

AGOSTO, 14.- Estoy triste. Me parece como si algún ser muy querido hubiese muerto; y, sin embargo, muchos oficiales de la guarnición no hacen nada para ocultar su alegría. «Por fin ha terminado la guerra -dicen- y nos marcharemos a nuestras casas; nada nos importa Puerto Rico, y en lo sucesivo ya no soñaremos más con el vómito y otras enfermedades tropicales.»
La conducta de estos hombres contrasta con la de mis artilleros, que se muestran pesarosos y profundamente tristes, por no haber tenido una oportunidad de batirse contra el ejército que avanzaba para sitiar la plaza. Desde que montamos, en el frente de tierra, los cañones, obuses y morteros que el capitán Acha salvó cuando el naufragio del Antonio López; estábamos seguros de que si nos atacaban, el castillo y sus baterías, admirablemente dispuestas en aquella dirección, causarían enormes destrozos al enemigo.
A última hora ha llegado un cable de St. Thomas; y dice que el Protocolo de paz ha sido firmado en Wáshington.
Hoy ingresa preso, en mi castillo, el guerrillero de la sección montada, Paulino Pumarada.

AGOSTO, 15.- La Gaceta publica un bando del capitán general para reprimir los actos que están cometiendo las partidas levantadas en armas en muchos pueblos de la Isla. La misma Gaceta da cuenta del Armisticio.
Un buque americano, de los cuatro que están frente al Morro, ha izado ayer bandera blanca, y después de ciertas formalidades, desembarcaron, por el muelle del arsenal, algunos oficiales americanos.
Llegan desde Mayagüez el teniente coronel Osés, un teniente y 45 soldados que estaban prisioneros desde el combate del río Guasio. Todos son alojados en el cuartel de Ballajá.

AGOSTO, 16.– El teniente coronel de Voluntarios, Dimas de Ramerí, que se retiró de Ponce hacia Aibonito, con las tropas españolas y acompañado de sus cuatro hijos, está hospedado, actualmente, en el Hotel Inglaterra. Todos los jefes y oficiales y autoridades de la plaza le han remitido sus tarjetas como prueba del alto aprecio en que se tiene a este anciano por su conducta en aquellos días.
Al joven Luis Gorbea le ocurrió ayer noche un accidente cerca de la Carolina, adonde él se encaminaba; la noche estaba obscura, y al recibir el ¡quién vive! de un centinela español, y como no contestara rápidamente, sonó un disparo de fusil y luego otro, y momentos después sintió apoyarse en su pecho el cuchillo de un fusil Máuser. No tengo detalles de las impresiones que experimentara Gorbea; pero sé que todo terminó felizmente con la llegada de un oficial, quien lo acompañó hasta el pueblo. Cuando el oficial pidió explicaciones al centinela, éste contestó, sumamente indignado: «Este hombre me enfocó con una luz; como si tratara de encandilarme, y al mismo tiempo reconocer la manigua.» La luz fue la de un fósforo que Gorbea encendió porque tenía ganas de fumar.

AGOSTO, 17.– Desde el día 15 todos los jefes y oficiales de la guarnición hemos dejado de usar el uniforme de campaña, de dril crudo, y vuelto al antiguo de rayadillo.

AGOSTO, 18.- Llegan a la ciudad de Arecibo, procedentes de Lares, 38 soldados, entre heridos y enfermos, del batallón Alfonso XIII. Ingresan en el hospital de la Monserrate, a cargo de la Cruz Roja.
Se publica una Gaceta extraordinaria insertando el cable del Ministro de la Guerra, dando noticia de que el Gobierno americano ha levantado el bloqueo de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, restableciéndose las comunicaciones comerciales y postales.

AGOSTO, 19.– Se ordena por la Capitanía general la devolución de todo el ganado caballar y mular que había sido requisado durante la guerra. Da pena ver el estado de postración en que se encuentran estos animales.
El vigía de mi castillo recibe orden para que de nuevo señale todos los buques que se avisten; desde que, por torpeza suya, ocurrió el desastre del Antonio López, no fueron señalados otros buques que los enemigos que se presentaban.
Hoy ha sido señalado el monitor Amphitrite, que pasó navegando hacia el Oeste y muy cerca de tierra.

Se ha ordenado el cierre de las estaciones telegráficas de campaña que se habían instalado en Martín Peña, Bayamón, Toa Baja y Dorado, a cargo de los telegrafistas Francisco Baixet, Enrique Cajas, Juan Palacios, José Sanjurjo y Modesto Escudero. Además de su sueldo, estos telegrafistas disfrutaban una gratificación de 10 pesos mensuales cada uno.

AGOSTO, 21.- Llegó en coche, desde Aibonito, un capitán de artillería del Ejército noruego, que viene a estudiar las condiciones de esta plaza. Es un hombre muy alto, mucho más que Manuel del Valle, y sumamente delgado. Se aloja en el Hotel Inglaterra, y Agudo, el dueño, me ha dicho que se ha visto precisado a unir dos catres, por las cabeceras, para preparar cama confortable al capitán.

AGOSTO, 22.- Dicen los periódicos que el general Miles ha salido de Ponce para los Estados Unidos.
Hoy, al levantarse la red de torpedos que creíamos cerraba la entrada del puerto, se notó que los dos alambres que los comunicaban con la estación de tierra estaban cortados. El corte era limpio y parecía hecho con algún instrumento. Se comenta con calor este incidente.
El vapor Manuela, que fue echado a pique a la entrada del canal el día 6 de mayo, ha sido arrastrado por la corriente 50 metros, dejando libre un paso de 80 de ancho. No estaba, por tanto, cerrado nuestro puerto, ni por torpedos ni por buques. ¡Sí lo llega a saber Sampson!
Eugenio Deschamps ha comenzado a editar en Ponce el primer periódico escrito en idioma inglés. Se llama The Porto Rico Mail.

AGOSTO, 24.- Hoy ha maniobrado en el campo del Morro, y hecho fuego con tiro de guerra, la batería de montaña al mando del capitán Arboleda y a presencia del capitán de artillería noruego, Benoz.

AGOSTO, 25.- La Gaceta publica una relación de lo recaudado en las aduanas de la Isla durante el pasado mes de julio, que asciende a 73.492 pesos y 11 centavos. ¡Vaya un bloqueo!

AGOSTO, 27.- Entra en San Juan la guerrilla volante que manda el capitán Salvador Acha, que tanto se distinguió en los combates de Guayama.

Me dicen que en muchos comercios pertenecientes a españoles, en la ciudad de Mayagüez, han sido colocados unos cartelones que dicen: Don’t enter you in here because it is a worst Spaniard. Tal vez aquellos españoles no sean buenos; pero el inglés de los cartelones es mucho peor.
Salió por la tarde el crucero de guerra alemán Geier, que estaba en puerto desde dos días antes.

AGOSTO, 28. – La Gaceta de hoy publica un decreto indultando a todos los confinados que sufren penas en el presidio provincial y en la cárcel, y a los cuales falta un año o menos para cumplir su pena, y rebajando a los demás igual tiempo en su condena.

Se ha despertado gran interés para aprender inglés; hombres, mujeres y niños andan por las calles con un vocabulario que se acaba de poner a la venta y que se titula: Idioma inglés en siete lecciones.

AGOSTO, 29.- Hoy entró el crucero de guerra norteamericano New Orleans. Dos oficiales desembarcan, y uno de ellos, acompañado del capitán de Orden público, Soto, estuvo en el Arsenal.

AGOSTO, 30.– Hoy se ha hecho público el nombre de los comisionados para la entrega de la Isla al Gobierno de los Estados Unidos por cuenta de España. Son estos el general Ricardo Ortega, gobernador militar de la plaza; el general Vallarino comandante principal de Marina, y el auditor de guerra, Sánchez del Aguila.
Ha entrado en puerto el buque de guerra americano Wasp.
William Freeman Halstead, corresponsal del New York Herald, que estaba en presidio cumpliendo condena impuesta por un consejo de guerra, fue indultado, y hoy ha ingresado como enfermo en la clínica Ordóñez; primero estuvo en la casa particular de L. A. Scott, dueño de la planta de gas del alumbrado.
Ayer llegaron a San Juan los siguientes corresponsales de periódicos americanos: Thomas F. Millard, del New York Herald; W. Root, del Sun; R. D. Gill, del New York Tribune; T. White, del Chiago Record, y H. Thompson, de la Prensa Asociada.

He sabido que Muñoz Rivera, acompañado de W. Borda, ha celebrado una larga entrevista con el corresponsal del New York Tribune ( 11 ) En esta conferencia que publicó el Chicago Tribune, el Sr. Muñoz Rivera aboga, sin reservas y enfáticamente, por que Puerto Rico sea reconocido como Estado de la Unión; «único medio de que, decorosamente, podamos formar parte de esta Nación.».- N. del A.

SEPTIEMBRE, 4.- Aun está ardiendo el casco del vapor Antonio López. SEPTIEMBRE, 5.- Hoy llegaron a Caguas, procedentes de Cayey y Guayana, el general Brooke, su escolta y Estado Mayor.
Ayer se remitieron, por orden del general Macías, al Municipio de San Juan 3.140 pesos 40 centavos, sobrantes de la suscripción iniciada hace algún tiempo para conmemorar el primer centenario de la defensa de Puerto Rico, el año 1797, y con la indicación de que ese dinero sea destinado a fines benéficos.
Hoy ha llegado Alfred Anderson, corresponsal de la liga periodística «Scripp’s Mc Rae», que representa 180 periódicos de los Estados Unidos. Vino con él el dibujante W. L. Bloomer.
Esta mañana, a las siete, fondeó el transporte Séneca, que conduce al comodoro Scheley y al general Gordon, quienes en unión del Mayor general Brooke, comandante del primer Cuerpo de Ejército americano, forman la Comisión para recibir la entrega de la Isla.
Ayer, a la una de la tarde, llegó a Río Piedras, procedente de Caguas, el general Brooke; le acompaña un numeroso séquito y además su Estado Mayor, y algunas tropas que levantan su campamento en la finca de Juan Caloca, barrio de Sabanallana. El general Brooke se aloja en la calle del Comercio en una casa propiedad de la sucesión Saldaña.
Hoy, en el viaje de las cuatro de la tarde del tranvía de Ubarri, dicho general y parte de su Estado Mayor han venido a San Juan. La empresa del tranvía les facilitó el lujoso carro construido con maderas finas del país y que fue premiado en la última exposición de Puerto Rico. A su llegada fueron todos en coches a saludar al general Macías, quien los esperaba en Palacio acompañado del general Ortega y los coroneles de artillería, ingenieros, sanidad y Guardia civil.

La visita fue muy corta, de pura cortesía, y seguidamente el general Brooke y sus acompañantes se dirigieron al Hotel Inglaterra, donde conferenciaron con el comodoro Scheley y el general Gordon, allí alojados, regresando poco después a Río Piedras. El Hotel de Inglaterra estaba atestado de viajeros, en su mayor parte corresponsales de periódicos de los Estados Unidos. Esta visita ha causado gran expectación y curiosidad.

SEPTIEMBRE, 7.– El cañonero Criollo ha sido vendido a la casa Ezquiaga. El teniente coronel Edwards Hunter, juez y abogado, es el secretario de la Comisión americana.

SEPTIEMBRE, 8.- El general Macías y sus ayudantes han ido hoy a Río Piedras a devolver la visita de cortesía que les hiciera el general Brooke.

SEPTIEMBRE, 9.- Sale de Humacao para San Juan la compañía que estaba allí de guarnición. Según leo en EL Criterio, periódico de aquella ciudad, la despedida fue muy cariñosa, y la sección local de Macheteros, con su banda de música a la cabeza, acompañó a la fuerza española hasta las afueras.
En Aguadilla hay aduana internacional, y en ella se cobran derechos de extranjería a todo lo que se introduce de Mayagüez o Aguada, que están ocupadas por las fuerzas americanas.

SEPTIEMBRE, 11.- Están fondeados en el puerto los cruceros New Orleans y Cincinnati. Casi todos los habitantes de San Juan, que se habían ausentado, han vuelto a sus casas.
El general Wilson, en Ponce, y en la quinta Pierluici, hizo públicamente estas declaraciones: «Puerto Rico será al principio gobernado por un régimen militar; luego será declarado territorio americano, y más tarde alcanzará la categoría de Estado soberano dentro de la Unión. La mayor o menor duración de dichos períodos corresponderá a la mayor o menor suma de merecimientos del país.»

Hoy, con motivo de ser día del santo de la Princesa de Asturias, hago las salvas de ordenanza. Mis cañones ya no producen alarma.

SEPTIEMBRE, 12.– Hoy han dado principio en el salón del trono del Palacio de Santa Catalina las conferencias para la entrega de la plaza; asistió a ellas, como intérprete oficial, Manuel Paniagua, que desde hace mucho tiempo desempeña este cargo, y además de Maximino Luzunaris, auxilió también a los americanos Francisco Amy, ambos intérpretes. Se espera mañana al doctor Manuel del Valle, que será el intérprete y traductor oficial de la Comisión americana.

Hoy se le amputó el brazo derecho en el Hospital Militar a Pedro López, soldado de la 6.a compañía del batallón Patria, que fue herido en el combate de Coamo.

En Río Piedras conviven fraternalmente soldados españoles y americanos; andan del brazo por las calles, y juntos frecuentan cafés y sitios públicos, sin que se haya lamentado el menor incidente.
Federico Aguayo abre hoy el primer «boarding house» en San Juan, calle de la Fortaleza, número 16; se llama «The Sun», y anuncia que dicho establecimiento está montado «in the New York style».

SEPTIEMBRE, 14.- Hoy ha comenzado la evacuación de la Isla por las fuerzas españolas. A las once de la mañana zarparon, rumbo a España, los buques Isabel II, Concha, Terror y Ponce de León. Gran muchedumbre les siguió por toda la Marina y el campo del Morro, haciéndoles una cariñosa despedida. Los periódicos de hoy publican sueltos dando cuenta del acto. La Correspondencia de Puerto Rico escribe lo que sigue: «Nosotros enviamos nuestro saludo respetuoso a los dignos representantes de la Armada nacional en estas regiones de las cuales se ausentan, tal vez para siempre, y en las que contrajeron muchos de sus hombres hondos afectos y estrechos vínculos. ¡Que vientos amigos los lleven con toda felicidad al seno de la Patria!»
Poco tengo que anotar en este diario; el trabajo de ahora es empacarlo todo y vender, a cualquier precio, lo que no se pueda llevar a España.

SEPTIEMBRE, 15.– En el vapor Yucatán ha llegado el doctor Manuel del Valle Atiles, antiguo corresponsal del Heraldo que abandonó esta Isla acompañando al cónsul Hanna, de los Estados Unidos.
Por orden del general Macías, el capitán de mi batallón, Enrique Barbaza, y yo, hemos visitado hoy, en Río Piedras, al general Brooke. Este nos recibió en su residencia oficial establecida en un chalet, propiedad de la señora doña Estéfana Casenave, viuda de Saldaña. Es un hombre de sesenta años, alto, recio, hosco, poco comunicativo y de aspecto estrictamente militar. Le damos cuenta de nuestra misión (sirviéndonos de intérprete el doctor Lorenzo Noa), misión reducida a manifestarle que estábamos comisionados para entendernos con el oficial que él designase en todo lo referente a la entrega del material de artillería de San Juan. Allí mismo nos presentó al teniente coronel Rockwell, de artillería, con quien hablamos largamente.
El general Brooke nos obsequió con tabacos y cerveza, y uno de sus ayudantes, de apellido Mc Kenna, subalterno de infantería, nos hizo reír mucho contándonos sus experiencias durante las operaciones en Arroyo y Guayama. Le pareció increíble cuando le aseguramos que el capitán Salvador Acha y su guerrilla volante, de gente reclutada a última hora y de cualquier clase, fue la única fuerza española que les hizo frente en aquellas jornadas.
Estábamos en estas pláticas cuando se acercó un joven, vistiendo elegante uniforme de segundo teniente de Voluntarios, quien, muy sonreído, nos mostró una cartilla-vocabulario en inglés y español, señalándonos estas palabras: «Surrender Spanish» (ríndete, español). Aquella bromita, de no muy buen gusto en semejante ocasión, pareció disgustar a nuestro acompañante, quien hablando entonces en español bastante inteligible, nos dijo: Este oficialito tan gallardo, cierto día, más allá de Guayama y durante un reconocimiento que se hiciera sobre Guamaní, al recibir la primer descarga de los soldados de ustedes, se batió en retirada, velozmente, y fue uno de los que alarmó toda la guarnición de la ciudad con sus exagerados informes; es un hombre de suerte -añadió- , porque a la mañana siguiente pudo encontrar su sable, que perdiera entre la maleza la tarde del reconocimiento.

Barbaza y yo reímos de buena gana, aceptando cortésmente los cumplidos de aquel caballeroso oficial. Pedía éste una nota del Estado Mayor del general Brooke, y me dio una hoja escrita en maquinilla, que copio a continuación: Mayor general, John R. Brooke, general en jefe del primer Cuerpo de Ejército. Brigadier general Michael V. Sheridan, jefe del Estado Mayor. Primer teniente Frank B. Mc Kenna; primer teniente Charles W. Castle, y primer teniente Ervin Wardman, ayudantes de campo. Teniente coronel William V. Richards, assistant ayudante general. Teniente coronel George W. Goethals, ingeniero Jefe. Teniente coronel Peter D. Vroom, inspector general. Mayor John M. Carson y teniente coronel Henry G. Sharpe, Jefes de Administración Militar. Teniente coronel Edwards Hunter, abogado y Juez del Ejército. Teniente coronel James Rockwell, comandante principal de artillería. Teniente coronel William A. Glassford, jefe del Cuerpo de Señales. Mayor Charles T. Mason, jefe del Cuerpo Médico, y además algunos subalternos de los jefes anteriores.

SEPTIEMBRE, 16.- Zarpó con rumbo a España el vapor correo Ciudad de Cádiz, llevando a bordo 150 soldados enfermos repatriados.

SEPTIEMBRE, 17.– Ayer por la tarde embarcó en él vapor francés Washington con rumbo a Cádiz, el coronel de Estado Mayor, Juan Camó. Ni un solo amigo le acompañó a los muelles para despedirlo, y toda la Prensa de hoy publica severos juicios juzgando sus actuaciones en la guerra como jefe de Estado Mayor del general Macías.

Hoy he sabido que el instrumental de música del batallón Patria, capturado por las fuerzas americanas en el combate de Coamo, fue regalado por el general Wilson al Cuerpo de bomberos de Ponce.

SEPTIEMBRE, 19.– El teniente coronel Hunter, acompañado del doctor Carbonell, secretario de Fomento, visitó hoy el Asilo de Beneficencia, donde fue recibido por el director, Ramón Marín; la banda del Asilo tocó en obsequio a los visitantes, los que fueron muy atendidos por las Hermanas de Caridad.

El batallón de Voluntarios número 1 ha sido disuelto por orden del Capitán general y su armamento entregado en el Parque.

Todos los periódicos publican anuncios con respecto a la venta de todo el material, excepto el de guerra, existente en los edificios militares; hay orden de vender a cualquier precio.

SEPTIEMBRE, 20.- Por primera vez un grupo de señoritas de San Juan visita un buque americano, y fue éste el New Orleans, fondeado en la bahía. Los botes del crucero las llevaron a bordo y las trajeron a tierra, después de terminada la fiesta, donde se bailó, siendo muy obsequiadas por la oficialidad.
Por Morovis y Aguadilla merodean partidas sediciosas.

SEPTIEMBRE, 21.- El batallón Principado de Asturias embarcó hoy en el vapor San Francisco y también una batería de montaña al mando del capitán Arboleda y la sección de ingenieros telegrafistas.

El general Ortega bajó al muelle a despedirlos; más de 5.000 personas ocupaban los muelles de la dársena, tributando a los soldados repatriados una entusiasta y cariñosa despedida.
En el vapor Chateau Laffite ha marchado a España la señora Eugenia Bugallo, viuda del comandante Rafael Martínez Illescas, muerto al frente de sus tropas en el combate de Coamo; la acompañan sus tres hijos. El mismo vapor conduce seis oficiales y 231 individuos de tropa repatriados, y además 250 cajas de fusiles Máuser y un millar de cajas con cartuchos para los mismos.

Procedente de Aibonito ha llegado a San Juan el comandante, profesor veterinario, Carlos Ortiz; el capitán del batallón Patria, Hita; segundo teniente Galera, y algunos soldados más; todos éstos cayeron prisioneros en el combate de Coamo.
Ha comenzado la entrega, pueblo por pueblo, de toda la Isla.

SEPTIEMBRE, 22.- Hoy he recibido órdenes, como director que soy del Parque de artillería, para vender 2.000 fusiles Remington, 200.000 cartuchos metálicos, y gran cantidad de piezas sueltas para dicho armamento, a Conrado Palau, cónsul de Santo Domingo en esta ciudad.

Este armamento ha sido adquirido por el presidente de aquella isla al precio de un peso moneda española cada fusil con 100 cartuchos.
Una partida sediciosa de 40 hombres entró anoche en Fajardo, saqueando las tiendas de dos peninsulares y la de un portorriqueño. Manuel Camuñas, secretario de la Cámara insular, ha enviado un telegrama a San Juan protestando de estos hechos vandálicos.

SEPTIEMBRE, 23.- Llegaron hoy a Arecibo, desde Mayagüez, el teniente coronel Antonio Osés y 160 soldados españoles, todos prisioneros de guerra.
En Garrochales, Factor y Hato Arriba, barrios de Arecibo, y por Camuy, merodean partidas de incendiarios. Desde Quebradillas se divisaban anoche las llamas de muchos incendios causados por los sediciosos, que incendian, roban y atacan a las personas.

OCTUBRE, 2.- Hoy he tenido oportunidad de hablar con el teniente Artigas, de la Guardia civil, quien estaba con algunas parejas de su cuerpo a cargo de la ciudad de Fajardo, el día 30 de septiembre, cuando el capitán del Ejército americano L. H. Palmer, a las dos de la tarde del citado día, se hizo cargo de la municipalidad.
Después del acto, que fue muy sencillo, dicho capitán se trasladó a la casa del secretario de la Cámara insular, Manuel Camuñas, en donde estaba alojado el teniente Artigas, a quien saludó cordialmente, departiendo bastante tiempo con él. Poco después toda la fuerza de la Guardia civil abandonó la ciudad, siendo despedido el oficial y los guardias hasta las afueras por todos los vecinos de la mejor clase social y también por el capitán Palmer y su gente. Me dijo Artigas que, aquel mismo día, había regresado a Fajardo el doctor Veve, a quien la población le hizo un gran recibimiento, y también a Cristóbal Andréu, el cual fue confirmado por el capitán Palmer en su destino de alcalde. Eduardo Alonso y Manuel Guzmán fueron designados como administrador y contador, respectivamente, de la Aduana. También me manifestó que él y sus guardias están sumamente agradecidos al doctor Esteban López Jiménez por los muchos obsequios que a todos les hiciera, demostrando verdadero afecto por la Guardia civil, de la cual fue médico por espacio de veinte años.

Esta tarde, a la una y treinta, el batallón de infantería Provisional número 3, que se alojaba en el cuartel de San Francisco, embarcó con rumbo a España en el Isla de Panay. Salió con banderas desplegadas y a los sones de su charanga, y un gran gentío le acompañó hasta los muelles.

OCTUBRE, 3.- Charles W. Russel ha sido autorizado por el general Ortega para que, bajo el historiador Salvador Brau, examine todos los archivos del Gobierno.

OCTUBRE, 4.- Hoy, a medio día, embarcaron en el vapor P. de Satrústegui los batallones de infantería Patria y 4.o Provisional.
La despedida que le hizo la población fue sin precedente, y los muelles no podían contener a la multitud, que con sus vivas y aplausos atronaba el espacio.

Hoy ha sido puesto en libertad, después de una larga prisión, Santiago Iglesias, leader obrero, quien estaba en la cárcel por asuntos políticos.

OCTUBRE, 5.– Hoy fue herido, por arma blanca, el capitán de la Guardia civil, Miguel Arlegui, en el pueblo de Bayamón ( 12 ) Actualmente general de brigada.- N. del A. Hay varios presos, entre ellos, el doctor Stall y Antonio Salgado.

OCTUBRE, 6.– Hoy ha embarcado, para Nueva York, Pablo Ubarri, segundo conde de San José de Santurce y comandante de Voluntarios. Ha vendido su tranvía de vapor, que funciona entre San Juan y Río Piedras, a una compañía americana.

OCTUBRE, 9.- Partidas de bandoleros siembran el terror por los barrios de Adjuntas.
Las tropas se embarcan según van llegando los transportes de la Trasatlántica. Se pueden adquirir muebles y efectos de cocina a cualquier precio.

OCTUBRE, 11.- Una Comisión de oficiales norteamericanos ha visitado el colegio que tiene establecido en Arroyo el profesor superior Enrique Huyke, y salieron altamente satisfechos del examen de idioma inglés que hicieron a los discípulos.

OCTUBRE, 12.- Anoche contrajeron matrimonio en el obispado de esta diócesis (oficiando en la ceremonia el Provisor), Regino Muñoz, capitán de artillería de mi batallón, y la señorita Margarita Guerra. Hemos asistido al acto muchos compañeros del novio.

OCTUBRE, 15.– Hoy ha zarpado el vapor Reina María Cristina, conduciendo alguna fuerza de la Guardia civil.

OCTUBRE, 16.- En el Covadonga marcharon a España todos los individuos de tropa licenciados absolutos que han solicitado embarque.
Ayer, al salir el vapor Reina María Cristina, la tropa española que iba a bordo prorrumpió en estruendosos vivas a España al pasar cerca del transporte americano Mississipi, fondeado en la bahía. Estos vivas fueron contestados con gran entusiasmo por los soldados americanos a bordo de dicho transporte.

Las partidas de Lares han cometido actos reprobables; lo mismo sucede por Quebradillas, Hatillo y Camuy.
El general Macías al embarcar en el día de hoy vestía uniforme de gran gala, y le acompañaban sus ayudantes, el secretario doctor Francia, Muñoz Rivera y demás secretarios del Consejo insular; los cónsules extranjeros y todos los jefes y oficiales francos de servicio. Las tropas cubrieron la carrera, y el general Ortega me ordena despedirlo con las salvas de ordenanza. Los buques americanos, en puerto, también le saludaron.
Una hija del doctor Arrastia ha izado en Cataño la primera bandera americana; no hubo objeción alguna por parte de la Policía.
Hoy, de madrugada, embarcó con rumbo a España el batallón Provisional número 6; también los comandantes Larrea, Nouvilas y el teniente coronel Miquelini, de la Guardia civil.
En el transporte Mississipi, anclado en puerto, está el regimiento de Voluntarios de Kentucky; entre los soldados hay algunos armados de macanas, que prestarán, más tarde, servicio de policías.

Esta tarde se reunió el Gobierno Insular y acordó, «por razones de decoro», presentar la renuncia de sus cargos el día 18, que es el señalado para la entrega oficial de la plaza.
La Cruz Roja aún da señales de vida. La presidenta de la sección de señoras, D.a Dolores Aybar de Acuña, es incansable; a todas las tropas repatriadas se les reparte ropa blanca y además muchos obsequios; a los soldados enfermos se les auxilia con medicinas y con material de curación a los heridos.

OCTUBRE, 17.- Algunos soldados del regimiento de Kentucky han desembarcado, sin autorización, y su presencia es causa de algún desorden. Muy pronto viene a tierra una patrulla y los obliga a reembarcarse.
Procedente de Río Piedras, donde está el campamento militar americano en la finca de Juan Caloca, ha llegado un gran convoy conteniendo impedimenta del Ejército y la cual es almacenada en los edificios de Casa Blanca, Aduana y Comisaría de guerra.
Fondean los transportes de guerra Manitoba, Rita y Egiptian Queen. Un oficial americano, con un pelotón, recorre las calles en busca de los soldados de Kentucky.
En el vapor Reina María Cristina, que zarpó para España en la tarde del 15, embarcaron los coroneles Soto y San Martín, y el teniente coronel Oses, primer Jefe del batallón Alfonso XIII. Van presos a bordo y bajo la vigilancia del comandante Jefe de Orden público.
Cesó desde hoy la censura a que ha estado sometida la Prensa.
El general Ortega me ha pedido la bandera de guerra del castillo de San Cristóbal, que yo había reservado para mí. No puedo negarme, y se la entrego con gran disgusto. Este mismo general Ortega me ha rogado que le acompañe a las redacciones de todos los periódicos de esta ciudad para hacerles una visita de despedida. En todas partes recibió, dicho general, muestras del gran aprecio que merece. ( 13 ) Esta bandera figura entre las valiosas colecciones del Museo de Artillería de Madrid.- N. del A.

OCTUBRE, 18.- Hoy es el día señalado para la entrega oficial de la plaza de San Juan. No hay una sola bandera española en la población, porque desde ayer habían sido guardadas en una caja de cedro, construida expresamente con este fin. Muy temprano saltan a tierra, desde el transporte fondeado en el puerto, tropas regulares americanas del regimiento de infantería número II, las cuales, sin entrar en la población, se acuartelan en los barracones de Puerta de Tierra y Asilo de Pobres. Parejas de soldados con bayoneta calada se han apostado algo más tarde en cada esquina y en las plazas de la población. Muchos individuos de tropa, uniformados, pero con macanas de policía, prestan servicio de vigilancia.

Todo el comercio ha cerrado sus puertas temeroso de lo que pueda ocurrir. En los últimos días, y por orden del general Ortega, he vendido cientos de tercerolas y fusiles Máuser que quedaban en el Parque de artillería, a todas aquellas personas que me presentaban una orden escrita del Estado Mayor, para que se les facilitase dicho armamento mediante el pago de cinco pesos por cada arma. Todo el comercio español amaneció perfectamente armado, presumiendo alguna agresión.

Hoy es un día triste; sin embargo, tomo notas que llevaré a mi «Crónica de la Guerra Hispanoamericana en Puerto Rico», nombre con que he resuelto bautizar mi libro, acerca de la guerra hispanoamericana en esta Isla, por sugestión que me hiciera el general Ortega.
Esta misma tarde tomaron las fuerzas americanas posesión de la Aduana, confirmando en sus puestos a todos los empleados.
La Gaceta de Puerto Rico se ha publicado hoy ostentando en su primera plana el águila americana en vez del escudo español.
Ayer cesó en sus funciones el Cuerpo de Orden público, haciendo entrega de todo al inspector Nepomuceno Flores, y todos los oficiales se retiraron al Arsenal con su jefe el comandante Prohorán.
Desde ayer está fondeado en puerto el buque hospital Solace.
El general Brooke ha pasado cartas a todos los secretarios del Gobierno insular y a los cónsules extranjeros, invitándolos para la entrega oficial de la ciudad, acto que tuvo lugar hoy al medio día en el Palacio de Santa Catalina.

El vapor Covadonga cargó 1.081 cajas de material de guerra portátil que se envía a España.
La Gaceta de hoy publica la primer Orden general, firmada por el mayor John R. Brooke.
Por la noche hubo serios desórdenes en el café La Mallorquina, promovidos por soldados americanos.
Todas las líneas telegráficas están ocupadas por el Ejército, y no se permite la circulación de telegramas particulares ni de la Prensa.

OCTUBRE, 19.- Entra el transporte Panamá, y además están en puerto el cañonero Maunic, carbonero Cesar, y los transportes Mississipi, Rita, Still Water, buques hospitales Bay State y Unifred; mercantes españoles, Manuel L. Villaverde, Berenguer el Grande, Gran Antilla y los costeros Vasco y Criollo.
Por la noche, dos soldados americanos celebraron en la calle de San Justo un combate de «boxeo» en toda regla, presenciando gran número de curiosos el espectáculo, y a última hora intervino la policía.

OCTUBRE, 21.- Llega en el vapor Montevideo el Joven Cayetano Coll y Cuchí ( 14 ) Este Joven, Cayetano Coll y Cuchí, que terminó sus estudios de abogacía en los Estados Unidos, es, actualmente, un jurisconsulto de renombre y figura política de alto relieve en Puerto Rico, que le ha conferido el alto sitial de presidente de la Cámara, acompañado de su hermano José ( 15 ) Como cierto diario de Barcelona acogiese en sus columnas, poco después de haberse firmado el Armisticio, una información en extremo ofensiva para los portorriqueños, el joven José Coll y Cuchí, a nombre de todos sus paisanos residentes en aquella ciudad, y en el suyo propio, se avistó con el director de aquel periódico, quien noblemente rectificó los juicios emitidos, los cuales no eran de redacción. Este incidente no tuvo otra consecuencia que demostrar, a un tiempo mismo, la caballerosidad del periodista español y el acendrado amor a su país del joven Coll y Cuchí.- N. del A., ambos procedentes de España, donde estudiaban su carrera de abogado.

Rafael Pérez García, subsecretario que fue de la secretaría de Gobierno en Puerto Rico, ha sido nombrado por Real orden, encargado provisional de los asuntos de España en Puerto Rico.
El general Brooke preside el Consejo de secretarios del Gobierno insular, y los confirma en sus puestos; asisten al acto Sheridan, jefe de Estado Mayor; el coronel Hunter, y como intérprete, J. R. Baiz.
Hoy ha llegado a San Juan, procedente de los Estados Unidos, una comisión oficial presidida por Henry K. Carroll, y como secretario Charles E. Buell, e intérprete A. Solomon. Han sido nombrados por el presidente Mac-Kinley, para estudiar nuestras leyes, costumbres, comercio, agricultura y finanzas, a fin de proponer la forma de Gobierno más conveniente para el país.

OCTUBRE, 22.- Hoy han embarcado, en el Montevideo, el general Ortega, mi batallón y alguna fuerza más: toda la que restaba por repatriarse.

OCTUBRE, 23.- Esta tarde ha salido el Montevideo. ¡Feliz viaje!

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