El vertedero de Arecibo es el típico caso de racismo ambiental. Por más de 40 años han prometido eliminarlo, pero como es un negocio del municipio no lo hacen.
Y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) llega, lo inspecciona y conversa con la gente; dice que hay que cerrarlo porque contamina al Caño Tiburones y enferma a la gente, pero luego va y da el permiso de extensión de uso.
El Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) también hace lo propio, sin interés en el bienestar de la comunidad.
“La gente sigue sufriendo con enfermedades. Es racismo ambiental cuándo abusan de comunidades pobres y de minorías (como somos latinos es racismo ambiental de EPA) además de abuso de justicia ambiental”, dijo una residente del área que, por lo pronto, prefiere mantener su nombre en el anonimato.
“Hoy las comunidades enfrentan los malos olores a gases y el polvorín. La gente lo denuncia y no actúa el gobierno. Pero hay una tercera generación de luchadores que se levanta. Hoy hay jóvenes que toman la batuta”.
El asunto del racismo ambiental en Arecibo será visibilizado la semana entrante por Prensa sin censura por los canales 8, 26 y 27 de TIVATV.

