Aparte de la sequía que estrangula al Bosque Nacional El Yunque, la zona recreativa de la PR-966, que conecta con el Barrio Jiménez y el Puente Cara de Indio en Río Grande, se encuentra en completo abandono, con áreas verdes sin mantenimiento, cráteres en la carretera que dificultan la circulación de automóviles bajos y segmentos de la reserva federal deforestados, a espaldas del Pueblo.
Es un escenario inexplicable en pleno verano de 2022 cuando aumenta considerablemente el número de visitantes al lugar, en que faltan vigilancia y garantías de seguridad.
Prensa sin censura recorrió la zona esta tarde y observó letreros de los kilómetros de la PR-966 cubiertos por vegetación y el puente por donde discurre un río en abandono absoluto.
La PR-966, responsabilidad de la Autoridad de Carreteras al igual que la PR-186 que dirige a El Verde, se ha convertido en un paraje solitario que no recibe atención de las autoridades federales ni del gobierno municipal de Río Grande ni del estatal.
Lo más escandaloso es una zona deforestada en la que se acumulan enormes pedazos de troncos de caoba y otros árboles de la reserva, algunos derribados por el huracán María y otros de reciente tala, conforme al color y la frescura de los remanentes de madera.
La PR-966 delimita hacia el norte un profundo risco que se interpone entre esta zona de El Yunque y el Barrio Zarzal de Río Grande, lugar de difícil acceso donde se alegan presuntos avistamientos de objetos voladores no identificados.
El Yunque en la PR-966 es un tramo de indiscutible valor turístico que, ante el cierre de la PR-191 a las 5pm y las visitas por reservaciones previas, podría representar una alternativa de esparcimiento para los amantes del llamado Bosque Nacional.
Prensa sin censura 