Otro Puerto Rico sí es posible, pero…

Jaime Torres Torres

Editorial

Hay ocho antagonistas de los mejores intereses de Puerto Rico, una colonia con rostro de anciana y anciano.

El Congreso de Estados Unidos.

La oligarquía tradicional.

Los magnates del dinero virtual.

Los ricos a costa de la corrupción y el narcotráfico.

La claque político-partidista que cada cuatro años te promete y luego incumple.

Las corporaciones mediáticas que te perfuman la mentira con la fragancia de la Verdad.

Las instituciones eclesiales que neutralizan a la gente con sus discursos de miedo y sentimientos de culpabilidad.

Desde 1898 el Congreso Federal saquea a Borinquen y hoy de manera descarada lo hace a través de su Junta de Control Fiscal.

La oligarquía tradicional de los Ferré, Fonalledas y Carrión solo piensan en ganancias.

Los millonarios del bitcoin como Broke Pierce acaparan y acaparan.

Los ricos de la corruptela, como Víctor Fajardo y Alex Trujillo, tienen lo suyo y por mucho.

La claque del PNP, el PPD, el PIP, y ahora VC, se enredan en el circo de la des-administración de la colonia, con su complicidad e incompetencia.

Los emporios mediáticos como GFR, Telemundo, UNO Radio Group, SBS y Univisión te desinforman, asustan y manipulan.

Y la religión institucionalizada, comenzando por la Católica y continuando con la mayor parte de las protestantes, te ilusionan con la idea del paraíso eterno.

No se comprometen, si analizamos bien, con los mejores intereses de un Pueblo, cuyo perfil es heterogéneo, diverso, variado y distinto.

Arrasan y viven de la colonia porque ese Pueblo desinformado, desorientado y polarizado carece de madurez política y libertad de criterio para olvidar por un momento sus intereses particulares para, en consenso, descubrir, reconocer y comprender sus urgencias comunes.

En la próxima prueba nacional, quien sabe si otro huracán devastador o tal vez un terremoto de alta magnitud, se unirán en solidaridad y la hospitalidad que les distinguen.

Sin embargo, distraídos por los medios corporativos, desafortunadamente hoy ignoran una hecatombe mayor: la pérdida del País en uno de los procesos de gentrificación o desplazamiento más inmisericordes de los pasados 124 años de imperialismo norteamericano.

La sicología social generalmente apunta a que si la alcantarilla no se desborda frente atu casa allá otro con el problema. El diseño del sistema promueve el individualismo, la indiferencia y el ‘sálvese el que pueda’.

En la competencia entre nosotros mismos, en el afán por ostentar y aparentar tener más que el prójimo, así educamos a nuestros menores, quienes crecen repitiendo -como sucede desde hace varias generaciones- las aberraciones emocionales de los adultos.

Sabemos que en la próxima prueba nacional sufriremos y también nos ayudaremos. Pero normalizado el caos, removidas las espinas, como se observó durante María y los terremotos del Suroeste del País, cada cual halará pa’ su lado.

Puerto Rico sobrevive o al menos se las ingenia para sobrevivir. Si LUMA te saquea el bolsillo y te deja sin luz cuando más necesitas el servicio, resuelves endeudándote con un sistema de placas solares que posiblemente no terminarás de pagar porque lo adquiriste en tu retiro y a lo mejor te mueres antes.

Si no puedes con los excesivos y abusivos precios del combustible, vendes tu vehículo seis cilindros y te endeudas con un carro híbrido.

Si no puedes pagar por la cena en un restaurante, gastas en el chinchorro, cuando pudieras ahorrar almorzando o cenando en familia en tu casa.

Si no aguantas más y te crees que la situación empeorará, pones tu casa a la venta, te la sobrepaga un gringo y te diluyes en alguna de las 50 ciudades de Estados Unidos.

Por cada boricua que emigra, se sospecha de manera extraoficial, llegan cinco extranjeros a ocupar sus espacios.

No hay estrategias para enfrentar los ochopoderosos antagonistas que explotan y asfixian a los puertorriqueños. Tribalismo101: divide y vencerás.

Los maestros luchan por lo suyo; los bomberos, las meseras, los ambientalistas, los agentes de la policía y las enfermeras también.

Se olvida que la causa no es el desmantelamiento del Departamento de Educación, ni la implosión de la Universidad de Puerto Rico, ni la condena de los jubilados a la indigencia ni la privatización de nuestras playas. La causa es PUERTO RICO.

Comprender eso, inmediatamente, provoca un cambio de dirección en el pensamiento y el carácter social orientado a la solidaridad: yo contigo y tu conmigo por nuestro País.

Es la militancia perenne en la calle, perobien concertada. No puede ser la marcha acomodaticia del mes, sino una respuesta estratégica de días, semanas, meses, años y lustros porque un Puerto Rico desmembrado no se reconstruye en un año.

Tomen nota: la saga noticiosa de Rafi Pina; el borrador [sí, el borrador, solo el borrador] del proyecto de descolonización; las discusiones en torno al aborto, la cháchara legislativa y la proyección mediática de ingenuo morón que muy bien representa el Gobernador Pedro Pierluisi son parte del libreto que te enajena, distrae y entretiene.

Ocho antagonistas de un Pueblo polarizadoentre sí. ¿Cómo los neutralizas? Con educación a las nuevas generaciones y dándoles por el bolsillo, donde más les duele.

No vendas tu patrimonio.

Promueve el cooperativismo.

No visites las megatiendas ni gastes en lo innecesario.

No patrocines La Comay, El Remix, Pelota Dura y otros foros especializados en el espectáculo de la noticia y el entretenimiento que embrutece.

Utiliza el poder de tu acceso a las redes para denunciar sus entuertos y divulgar sus atropellos.

Resérvate el diezmo y la ofrenda, aparte de desalambrar la letanía dominical que socava tu autoestima a nivel subconsciente cuando repites como el papagayo: ‘Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa’.

Pronto te convencerás de que, aunque RickyMartin, René Pérez y Bad Bunny ahora no se pronuncien sobre el desastre, otro Puerto Rico sí es posible, pero primero se tendrá que salvar al octavo antagonista: tú, yo y nosotros.

Un comentario en “Otro Puerto Rico sí es posible, pero…

  1. Coincido con la mayoría de sus planteamientos. Difiero en que se incluya al MVC, en el mismo lugar que los partidos tradicionales: como si fuera parte del problema. ¿Cómo puede ser parte de un problema de tantos años un Movimiento que recién comienza, y que ni siquiera recibe dinero del Fondo Electoral?

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