La tragedia ambiental y ecológica ocurrió ayer en Juana Díaz y fue denunciada por el apicultor Héctor Vargas, quien perdió 30 colmenas de abejas,
Las fotos de Héctor son muy reveladoras, aparte de dramáticas. En Puerto Rico se sigue fumigando con el producto RoundUp, que causa estragos donde se asperja.
Se sospecha que las colmenas fueron envenenadas por un químico. Cuando las obreras salen a colectar, una gota del pesticida que confundan con agua y lleven a la colmena puede matar la totalidad de la colonia.
En la página de Apiario Puente Real publican que se desconoce si fue intencional o por alguna aplicación cerca del lugar, pero que urge crear conciencia.
En Puerto Rico hay una ley que protege a los polinizadores y penaliza con multas e incluso cárcel a sus infractores.
No obstante, es letra muerta. El RoundUp está al alcance de todos y dónde se fumiga se aniquila la biodiversidad, además de la evidencia científica sobre el riesgo de cáncer en quienes lo usan.
Cada colmena es habitada por miles de obreras y zánganos. La abeja es el principal polinizador y si su rol en la naturaleza no habría alimentos.
Las multinacionales que se dedican al negocio de los cultivos transgénicos, como Bayer-Monsanto, usan el RoundUp, cuyo ingrediente principal, el glifosato, es letal para la biodiversidad.
