Las iglesias traicionaron a sus fieles

Editorial de Prensa sin censura

A Daniel Fernández Torres, Obispo de la Iglesia Católica destituido en 2022 por el Papa Francisco por no obedecer la directrices del Vaticano respecto de la vacunación contra el Covid-19.

Y cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase al mar.

Marcos 9, 42

JAIME TORRES TORRES

El próximo 11 de mayo, según el presidente Joe Biden, finalizará la pandemia del Covid-19 en Estados Unidos.

Acá, como si la pandemia no existiera, en un momento en que trasciende que el Secretario de Salud, Dr. Carlos Mellado, ha sido hospitalizado en el Cardiovascular, la gente está por la libre, desbordando en semanas recientes, codo con codo y hombro con hombro, la Calle San Sebastián del Viejo San Juan y cada wikén el Distrito de Convenciones.

Pero aquí, a juzgar por el discurso del Departamento de Salud, la pandemia continúa. Y la insistencia en la vacunación con la bivalente obedece a que aún resta por desembolsar alrededor de un 50% del presupuesto multimillonario asignado a Puerto Rico y que ha enriquecido a dueños de laboratorios clínicos, hospitales, farmacias, alcaldías, ONGs como Voces, médicos y un largo e insospechado etcétera.

Entre los beneficiados del capital-Covid se encuentran las iglesias de prácticamente casi todas las denominaciones.

Sea con el mandato de la puya experimental, el uso de mascarillas, las pruebas de antígenos y el uso del CDS, traicionaron y abandonaron a sus fieles, desde el Papa Francisco en el Vaticano [por consiguiente los prelados de la Provincia Eclesiástica de Puerto Rico, excepto el destituido Daniel Fernández Torres] hasta emisoras ‘cristianas’ que promueven la nueva vida en el Señor divulgando anuncios sobre la vacunación; reconocidos pastores, obispos y religiosos de casi todas las denominaciones.

Directa e indirectamente, no se atrevieron a contradecir al Estado y promovieron la vacunación entre sus feligreses, incluso algunos ofreciendo sus templos como centros y clínicas de administración de la bivalente, en lo que abona, según Prensa sin censura, a una monstruosa agenda de enfermedad y muerte.

Hemos visto templos como promotores de productos que no han recibido el endoso de la Administración Federal de Medicamentos y Alimentos (FDA), como el Dióxido de Cloro, y desde el altar a estas alturas no faltan pastores que aún insisten en el discurso del terror que diseminan y perpetúan los medios corporativos.

Por algo no pocos asisten a los templos con las benditas mascarillas que mucha gente no se quita ni cuando maneja sus autos o hace ejercicios.

La pandemia, si es que la hubo, hace tiempo terminó. El Sars Cov-2 no es el primer coronavirus, pero sí el modelo de la exageración de la mentira en mutación.

Nadie ha puntualizado que, a la fecha del domingo 29 de enero de 2023, la mayor parte de los 5, 682 fallecidos en Puerto Rico no murieron necesariamente por Covid, sino por los efectos adversos de una vacuna experimental que destruye sus sistemas inmunológicos, sobre todo cuando se padecen enfermedades como diabetes, asma, hipertensión y obesidad.

Tomen nota: Salud habla de un presunto total de 1, 116, 239 casos positivos, en un universo de vacunados, ascendente a 2, 679, 889 o un 84% de la población.

Católicos, bautistas, pentecostales, defensores, adventistas, metodistas, agnósticos, judíos y ateos son parte de ese 84%, incluidos niños y jóvenes, que tienen en sus células la proteína espiga ARNM, que ya admiten la FDA y los CDC que es causante de centenares de trastornos de salud reconocidos por Pfizer en un voluminoso documento que pretendieron mantener oculto por 60 años, pero aquí la clase médica, con la excepción de profesionales como Sally Priester, José W. Rodríguez Zayas y Michael J. González, sigue callada.

Lo triste de la gran mentira es que no pocas iglesias han cobrado al ofrecer sus instalaciones como centros de inoculación. En complicidad con el establishment mediático, condujeron a muchos de sus fieles, incluidos niños, jóvenes y embarazadas, como corderos al matadero.

Eso no termina ahí. Aparte de los miles de dólares que reciben por facilitar sus espacios como escenarios para las inyecciones, no son pocas las iglesias que también ofrecen sus predios y solares para la instalación de torres para antenas 5g.

Recientemente eso fue denunciado por residentes de La Margarita I y II en Salinas, pero en la mayor parte de los casos pasa inadvertido por las familias de las comunidades, como sucede en la Iglesia Metodista de la marginal de la Urbanización Los Ángeles en Carolina, frente al Aeropuerto Luis Muñoz Marín, sin importarle al pastor los daños y peligros de la radiación electromagnética a la salud de los fieles, vecinos y residentes.

Las iglesias tampoco han reaccionado a la proliferación de antenas ni tampoco a los postes con luces azules que se multiplican en las comunidades, cuando se dispone de tanta información científica sobre la optogenética.

Sobre esto, incluso, ha callado Proyecto Dignidad, cuya agenda fundamentalista es como polen para las abejas por lo fanatizadas que están muchas personas.

Callar ante la obstinación pro-vacuna del alcalde novoprogresista de Camuy, Gaby Hernández, que viola los derechos de los empleados municipales, también hace cómplices a las iglesias de una zona predominantemente protestante. Hubiera sido interesante observar cómo, con ideologías en común, Gaby y el entonces obispo de Arecibo Daniel Fernández Torres hubieran armonizado sus diferencias respecto de la vacunación.

Entonces se falta a la ética cristiana, la dignidad pastoral y la moralidad profética de sacar la cara por la masa de creyentes a quienes en año preelectoral, por ejemplo, ya orientan sus campañas Joane Rodríguez Veve [para la gobernación] y Lisie Burgos, a su reelección como representante por Proyecto Dignidad, además de los candidatos de los otros partidos.

Aunque Joe Biden insista en ponerle fin a la emergencia del Covid en mayo de 2023, acá harán lo imposible por prolongarla para cobrar la millonada pendiente.

Si de algo sí podemos estar seguros es de que el mundo, de cara a un nuevo orden, jamás será el mismo. El sistema, las iglesias, los gobiernos, las élites, las oligarquías y los dueños del capital son incapaces de garantizar seguridad porque el plan fundamentado en el terror les funcionó.

¿Cuándo, dónde y cómo surgirá la próxima pandemia? Ni usted y yo lo sabemos, pero Bill Gates sí.

Como aún creo que Jesucristo es más poderoso que todos los multimillonarios, obispos, pastores, médicos y políticos juntos, hoy más que nunca OREMOS y actuemos educando e informando a las masas para que despierten y desintoxiquen sus cuerpos, mentes y espíritus de los virus del miedo, el fundamentalismo, la sumisión y desinformación.

¡Así sea!

Papa Francisco. Foto/Vatican News

7 comentarios en “Las iglesias traicionaron a sus fieles

  1. Soy católico y nunca me había sentido tan traicionado por mi iglesia, del gobierno y de los políticos se puede esperar eso y mucho más pero de mi iglesia nunca lo esperé y es lo que más que me duele de todo esto. Es lo que más he sufrido durante este pandemia, el desamparo de la Iglesia Católica (exceptuando ciertos obispos y sacerdotes aquí y fuera de la Isla). Yo tuve que buscar mi excepción religiosa en una parroquia de Estados Unidos a miles de kilómetros de donde vivo porque en la Diócesis de San Juan no las querían ofrecer. Las iglesias protestantes de Puerto Rico tampoco ofrecían la exención religiosa, exceptuando una que otra, pero no iba a mentir ya que no soy protestante y la exención la tenía que buscar en la que yo pertenezco, en la Iglesia que he pertenecido desde que nací.

    He hablado con otros católicos que se sienten igual que yo, frustrados y totalmente decepcionados con esta jerarquía isleña, les ha faltado compasión y amor cristiano, les ha faltado valor para defender los sacramentos, les ha faltado integridad para defender a su feligresía, han terminado comportándose como politicos, no ha existido diferencia entre ellos y los politicos. ¡Nos desampararon!

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  2. El obispo Hernández, Rodríguez Veve et al. son pájaros de la misma bandida, digo, bandada: contra la vacuna del COVID, contra el aborto, contra la perspectiva de género, contra el matrimonio entre parejas del mismo sexo, contra el respeto ajeno…. Recuerdo a un cura de mi pueblo:
    «El pecado de Adán y Eva no fue comer la fruta prohibida. Fue pensar.»
    Hernández, si lo dejan, vuelve a dar la misa en latín y de espaldas al pueblo.

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  3. Y como yo no tengo dedos amarraos con nadie yo repito y allá los religiosos y fanáticos que citen el versículo donde dice..” maldito el hombre que confía en el otro hombre”! y colorin colorado este cuento empezó y no ha acabado🤷🏻‍♀️🙏🏼Que Dios nos coja a unos confesaos y a otros arrepentidos si es que funciona con todo lo malo y perverso ya hecho.

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