Por Víctor Reyes
San Juan
Hace un tiempo observé un lote abierto en plena Avenida Roosevelt en Hato Rey. Situado al lado del restaurante Popeye, esquina César González.
Lo construído ahí había sido demolido porque muy bien recuerdo que existía el antiguo Conservatorio de Música de Puerto Rico.
Por años ha estado baldío, pero siempre muy bien mantenido y cercado. La curiosidad me llevó a buscar la titularidad, por lo que investigué en el Catastro Digital para encontrar que tenía número de catastro pero ninguna otra información.
O sea, ni dueño, ni mesura, ni precio, todo en blanco. Yo pensaba que pertenecía a la UPR, pero para efectos Del CRIM no pertenece a nadie.
La noche del pasado 14 de enero pasé por el lugar y me percaté de que la cerca está cubierta y anuncia algo que no llegué a leer porque conducía. Era de noche y mi esposa, que me acompañaba, tampoco pudo leer nada.
La curiosidad mató al gato; como versa el refrán. Cuando llegué a casa, busqué el lote en el Catastro Digital del CRIM y la sorpresa es que nada sale con su información. No tan sólo el lote al que me refiero, digo nada, ningún lote aledaño a este. Ni Telemundo, ni el edificio de Fomento, ni Popeye, ninguna residencia por Baldrich, ni hasta llegar a University Gardens por la Avenida Jesús T. Piñero.
Sólo Hato Rey Norte, El Cinco, para las direcciones de la residencias, ni la Planta Piloto que es parte y pertenece a la UPR sin números de catastros. ¿Será por la búsqueda de terrazas o piscinas no reportadas? ¿Mantenimiento al portal? ¿Otro lote más cedido a algún amiguito por una fracción de su valor verdadero para un lujoso condominio que no se venderá?
¡ESTO ASUSTA!
