LUMA le dice a adulto mayor que consulte a un oftalmólogo si las luces le hacen daño

Jaime Torres Torres

Don David Valentín, adulto mayor de 74 años y residente junto a su esposa Antonia López, de 68 años, en la Calle Bienvenido Cruz, #10, de la comunidad Villa Viczay en Coco Beach, Río Grande, no soporta las luces azules de tres postes contiguos a su casa, iluminación que ya le afecta el sentido de la visión.

Por cosas del azar, un supervisor de LUMA Energy [aun optamos por proteger su identidad] dijo a este periodista [debidamente identificado] que si las personas formalizan una querella le cambiarán los focos supuestamente defectuosos que emiten esa luz azulada y violeta.

Así lo dijo durante una visita a la comunidad de nuestro domicilio al abordarlo cuando su brigada se disponía a cambiar bombillas en los postes.

Le narramos la situación de don David Valentín y su esposa. Dijo: “que radique la querella y me llaman a mi número personal”.

Don David llamó a LUMA la misma tarde del martes 10 de enero. Lo tuvieron 41 minutos en el teléfono.

“A cada rato me decían que las llamadas eran muchas. Diana fue la primera empleada que me atendió. Le expliqué la situación y se extrañó de que alumbraran color violeta. Le dije que me estaba haciendo daño a la vista y me dijo que me pasaría a otra persona”.

Don David esperó 17 minutos adicionales. Esta vez le atendió la Sra. Barreto. “Le expliqué la situación de mi vivienda; que queda en una esquina en la que hay tres focos y que tuve que poner cortinas para bloquear la iluminación porque nos molesta”.

La empleada de LUMA, de apellido Barreto, le dijo que consultaría con un supervisor. “Cuando regresó al teléfono, me dijo que se asesoró y que primero yo debía ir a un especialista de la vista, a un oftalmólogo y que si certifica que las luces azules afectan mi visión y la de mi esposa que luego les envíe ese documento por email”.

A don David Valentín no le dieron un número de querella para luego llamar al supervisor de las brigadas de iluminación en Río Grande.

“Eso de que tengo que ir a un oftalmólogo no es así. Ni me dijeron que los focos están defectuosos. Ni me dieron un número de querella”.

Prensa sin censura facilitó a don David el nombre del supervisor y su número personal para que le informe el resultado de sus gestiones en LUMA.

Sospechamos que todo es una mentira, pero si le cambian la iluminación después de la publicación de este artículo así lo documentaremos.

“Al final me hicieron unas preguntas que son parte de una encuesta. Me preguntaron si me sentía complacido con la ayuda y les dije que no resolvieron mi solicitud”.