Editorial de Prensa sin censura
JAIME TORRES TORRES
El alcalde Gaby Hernández, otrora protegido en el Senado por su entonces presidente novoprogresista Thomas Rivera Schatz, sigue con su dictadura sanitaria en Camuy y nuevamente la emprende con sus restricciones contra los empleados municipales.
Se recordará que en julio de 2021, Gaby incentivó con $100 a los jóvenes entre 12 y 18 años que se vacunaran contra el Covid. Centenares, aunque hay quienes aseguran que fueron miles, recibieron el chequecito de $100 luego de cumplimentar la solicitud, presentar una identificación con foto, su tarjeta de Seguro Social, un recibo de agua o luz como evidencia de su domicilio en Camuy, certificación de la escuela o universidad donde estudian y evidencia de que tienen la dosis completa de la vacuna contra el Covid-19.
“La vacuna es efectiva. Para regresar a la normalidad es importante que nuestros jóvenes se vacunen […] Nuestro deseo es que estén protegidos contra el Covid-19 […]”, dijo en julio de 2021 el alcalde de Camuy.
Año y medio después, con demasiada evidencia documentada en Vaers, se ha confirmado científicamente que la proteína espiga Arnm en la vacuna destruye el sistema inmunológico de las personas y detona en problemas del miocardio, dispara la diabetes, exacerba las enfermedades renales, de la piel y revierte el cáncer en pacientes que se sanaron o neutralizaron la mortal enfermedad.
Se supone que Gaby o al menos sus asesores conozcan esa información, pero es parte de los alcaldes que se benefician de la marcha de los millones que entraña la promoción de la vacunación con el refuerzo bivalente, ahora que se generaliza otra supuesta variante más fuerte del omicrón.
Insólitamente, Gaby, que durante la Navidad no se cansó de visitar comunidades y participar de actividades festivas sin usar mascarillas ni guardar distancia, circuló un memorando a los directores, asociados, supervisores y empleados del gobierno municipal de Camuy exigiendo pruebas negativas de Covid y anunciando la vacunación compulsoria con la dosis bivalente.
“El gobierno municipal reanudará sus funciones en horario regular el martes 3 de enero de 2023. Asimismo, se les notifica a todos los empleados que deberán asistir a realizarse la prueba de ‘detención’ (debió decir detección) de Covid-19 en la Cancha Bajo Techo del Country Club, Bo. Puente a las 8:00 a.m. para regresar a sus labores luego del receso navideño”, informa Gaby en la circular, copia de la cual llegó a manos de Prensa sin censura.
Acota el discípulo de Rivera Schatz: “El personal que no cumpla con las medidas de seguridad y someta el resultado negativo del Covid-19, no podrá acudir al trabajo. El empleado tendrá la opción de agotar el tiempo compensatorio correspondiente, o acogerse a las licencias regulares aplicables. Se instruye a la Directora de Recursos Humanos Municipal, Dalix Jiménez González a llevar registro sobre la asistencia y velar por el cumplimiento de cada empleado”.
¿Dictadura salubrista? Juzgue usted y llegue a su propia conclusión.
Camuy, que en noviembre pasado pagó alrededor de $659 mil en bono de Navidad y tiempo compensatorio en exceso de 480 horas trabajadas, tiene 350 empleados municipales que se exponen a su directriz.
Sería bueno que Gabriel ‘Gaby’ Hernández revele sus pruebas negativas y evidencie que tiene todas las vacunas, incluyendo la bivalente, contra la variante Kraken, cuyo nombre alude a un monstruo marino de la mitología nórdica y que según la Organización Mundial de la Salud presenta resistencia a las vacunas…

Me he puesto todas las vacunas VOLUNTARIAMENTE y no he tenido reacciones negativas, alergias, etc. hasta el día de hoy. No soy «anti-vacunas», pero el señor Hernández debe estar recibiendo alguna «ayudita» de las farmacéuticas de la zona. Nadie, digo NADIE, debe ser obligado a vacunarse si no quiere.
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