El Lórax: cuando la intimidación es ley y el truco es norma

Por Ramón Rodríguez de Jesús ‘El Lórax’

Aquí documentando por escrito los últimos sucesos ocurridos sobre el bosque Oubao-moin, en Corozal.

El pasado 14 de Noviembre de 2022 fue para mí como un infierno. Estaba buscando librarme de los miedos que me han sembrado ya que reconozco el poder de la corrupción, la intimidación, el abuso de poder y la avaricia.

Cuando un ser humano soberbio se propone hacer daño para imponer su interés personal tanto sobre un ecosistema como sobre una comunidad establecida hay que tener algo de precaución pues sabemos que quien no canaliza su ira termina haciendo daños irreparables a la vida y no mide el valor de las cosas por lo que son, sino, por cómo las desea individualmente.

Al amanecer decidí visitar nuestro río Mavilla para hacer mis oraciones según mis creencias y solicitar protección para mí, para mi familia, para mi comunidad y para cada criatura que habita el bosque. Intenté estar en paz, pero no me duró mucho: a eso de las 8:45 a.m. apareció el señor Rafael Oquendo Nieves en la calle Sierra acompañado por 5 vehículos y alrededor de 10 hombres que le escoltaron mientras le daba direcciones a dos trabajadores que fueron ordenados a destruir toda la huella comunitaria y los árboles, tanto reforestados como silvestres.

Usaron un tractor con arrastre para arar la tierra. No se limitaron sólo al solar que el señor Rafael Oquendo Nieves había comprado en el mes de Noviembre, sino que también agredieron todos los árboles que continuaban hasta llegar al final de la calle Sierra, que es el principal acceso al río Mavilla.

Decomisaron árboles de tamarindo, mangó, coco malayo, aguacate, guanábana, jobo, pitanga, flamboyán, entre otros. También robaron y decomisaron todos los letreros de consciencia realizados por la comunidad, incluyendo los que invitaban a los visitantes del bosque a llevarse su basura y los que rogaban porque no abandonaran más animales al final de esa carretera.

Arrancaron las bombillitas de navidad que la comunidad había puesto sobre los árboles con mucha alegría. No recogieron la basura, sólo atacaron árboles y letreros, y araron el suelo para eliminar cualquier raíz. Yo me encontré en la situación en que no podía devolverme a mi hogar caminando como siempre ya que reconozco el poder de la orden de protección por acecho que me impuso el señor Rafael Oquendo Nieves.

Considerando esto llamé por teléfono a un buen vecino samaritano y me buscó en el río, me monté en su vehículo y así fue que pude regresar a mi casa. Tenía el mal presentimiento de que todos esos hombres que escoltaban a Rafael Oquendo Nieves estaban esperando verme caminar cerca para acusarme de que había violentado la orden de protección por acecho y tener razones legales para arrestarme.

De todas formas lograron lo que querían: mantenerme distante del desarrollo desmedido que pretenden hacer y que nadie les cuestione si tienen permisos o no para proceder con la crueldad que manifiestan. Me fue impresionante reconocer la mala intención, agresividad y prepotencia de estas personas que recién aterrizan en nuestra comunidad.

El 14 de Diciembre de 2022 hicieron mucho daño tanto al ecosistema como a nuestra comunidad. Como se me está reprimiendo de forma injusta ya no puedo vigilar, documentar, ni detener las acciones dañinas de Rafael Oquendo Nieves de forma presencial. Decidí asumir mi derecho a realizar una nueva querella por corte de árboles sin permisos en el DRNA, si las querellas anteriores tenían peso, la querella que pretendía realizar el 14 de Diciembre de 2022 debió ser de urgencia.

Sin embargo, el teniente Ramón Marcano se negó a realizar la querella: primero dijo que el caso continuaba en investigación; que no podía seguir haciendo querellas sobre el mismo lugar y la misma persona; que tenía que esperar a que se realizaran las investigaciones ya abiertas.

Le comunico que las querellas anteriores fueron, una de ellas por remoción de corteza provocada por el agente de bienes raíces Osvaldo Ortiz Aponte, que se enumera QSJT-381-22, y la otra por corte de árboles provocado por él mismo junto a Rafael Oquendo Nieves y que enumera QSJT-735-22.

Aunque entendía que todavía estaban las querellas abiertas en investigación, sé que tengo derecho a volver a querellar pues los árboles que han cortado el 14 de Diciembre no son los mismos árboles que cortaron anteriormente. Le pedí que si no se podía hacer una nueva querella sobre el mismo asunto que hiciera una nota enmendando la cantidad de árboles sacrificados el 14 de Diciembre de 2022 en la querella realizada el 4 de Diciembre de 2022 que enumera QSJT-735-22.

El teniente Ramón Marcano se molestó porque yo le estaba recomendando cómo evidenciar todos los daños al ecosistema y de manera intimidante me levantó la voz y me preguntó que si el señor responsable era policía estatal. Como no tengo nada que ocultar, le dije que sí, que tenía ya conocimiento de que el responsable tiene un puesto en la policía estatal de Toa Alta.

Al confirmarle que hablamos de la misma persona, me respondió: “Pues ya yo lo entrevisté y ese señor tiene permisos para cortar los árboles y hacer lo que quiera allí.” Le dije que a mí no se me ha entregado ninguna conclusión de ninguna de las querellas que he realizado y que sobre la querella más antigua que fue sobre remoción de corteza, aunque DRNA no informó su conclusión, de forma independiente logramos investigar en la OGPE y definitivamente no tenían permisos.

Del 1 al 3 de Junio de 2022, si no llega a ser por la acción directa de nuestra comunidad, la máquina hubiera hecho cantos la ribera del río Mavilla sin tener permisos pertinentes. Le explico que por la manera en que se ha impactado da a entender que están haciendo toda la destrucción posible sin hacer los trámites pertinentes y sin tener precaución con la conservación de la ribera del río.

Le exijo entonces que me brinde un documento oficial reportando sobre los permisos que alegaba que según su investigación el señor policía ya tenía. Me respondió el teniente Ramón Marcano: “¿Me está diciendo mentiroso?” Le repito que si es cierto lo que alega entonces debe haber una manera de accesar a esa evidencia y creo que tengo derecho a tener esa documentación pues he sido yo quien querelló.

Me respondió el teniente Ramón Marcano: “Es tu palabra contra la mía” y me colgó el teléfono como decimos “en la cara”. Acto seguido llamé de nuevo, respondió Juan Negrón y le informo que quiero comunicarme con un superior o con los biólogos de DRNA, y el teléfono lo vuelve a tomar Ramón Marcano presentándose como máxima autoridad en ese momento y que cualquier queja debe canalizarse mediante él. Le reconocí que fuera el superior y le dije que si él era el superior que me comunicara con los biólogos para que hagan los estudios necesarios al suelo y descubran que se requieren muchos procesos legales para modificar el suelo y deforestar en esta zonificación boscosa.

Juan Negrón le recomendó a Marcano que me diera el número de la Secretaria Auxiliar de Manejo y Conservación de Áreas Naturales y Biodiversidad 787-772-2009 y me conformé con ese dato, pero al llamar no me respondieron.

Estaba tan impresionado de la manera en la que Ramón Marcano atendió el asunto que decidí darme una pausa de hacer gestiones para recobrar la concentración. Cualquier persona que visite el bosque y vea que alguien (aunque tuviera título de propiedad de la tierra) está ocasionando daños al ecosistema sin presentar públicamente la autorización de DRNA y otras agencias para proceder con las obras tiene derecho a llamar para querellar el asunto y abrir una investigación.

Al siguiente día, fue la primera vista en el tribunal en donde Rafael Oquendo Nieves me acusaba del delito Art. 196 C/P Usurpación. Durante el diálogo que sostuvimos el 27 de Noviembre de 2022, cuando yo intenté explicarles que aunque tuvieran derecho a usar el área, no tenían derecho a cortar los árboles. Ese día yo llamé a la policía para hacer mis querellas sobre las amenazas y agresión menor que me hizo Rafael Oquendo Nieves, pero la patrulla que yo llamé no llegó, más en unos minutos llegó una patrulla para el señor Oquendo, y el agente Waldemar García Colón #29211 tomó la querella en mi contra, lo que resultó primero en una citación por “delito de usurpación” alegando que yo quería apropiarme del espacio que recién había él comprado sin ninguna intención de mostrarme su titularidad.

Este mismo espacio y todo el contorno del río Mavilla lo ha mantenido la comunidad por más de 20 años. Más tarde añadieron una orden de protección en mi contra alegando que yo poseía armas de fuego en el momento del diálogo, y más tarde, el mismo día de la vista se realiza otra acusación sobre que yo intenté agredirle con mi teléfono celular en su cabeza durante el diálogo y que por esa razón él me tiró la mano para tumbarme el celular.

Los que vieron el video que grabé en ese momento pueden reconocer que yo intenté mantener distancia de estos hombres y en repetidas ocasiones el señor Oquendo Nieves se me acercaba de forma amenazante y me preguntaba que por qué le huía, que por qué me movía tanto y yo le respondí que estaba manteniendo 6 pies de distancia porque yo no confiaba en él.

Sin embargo, en el video se ve cuando Oquendo Nieves me da un manotazo en mis brazos para que se me cayera el celular y se cortara la grabación. En ese momento fue que todos los presentes se montaron en sus vehículos, se marcharon y pocos minutos después regresaron con el agente Waldemar García #2921.

Se me citó al cuartel de Corozal el día 28 de Noviembre de 2022 a las 9am. El agente Waldemar García me entrevistó, le declaré respecto a las amenazas y agresiones que se hicieron contra mí durante mi defensa por los árboles.

El agente Waldemar García se comprometió a ayudarme a comunicarle a un supervisor que me asignara un agente para tomar mis querellas, que en ese momento él no las podía realizar. Me pide que firme la citación al tribunal que en un principio era para el 8 de Diciembre de 2022, sin embargo ese mismo día que se me expide el documento oficial el agente Waldemar García se comunica por teléfono conmigo a las 7pm y me orienta que debo presentarme al cuartel de Corozal al día siguiente durante la mañana para que yo espere allí sentado en lo que él iba con la otra parte al tribunal a realizar otra acusación en mi contra.

Me pareció sospechoso y le dejé saber que si ya tenía una citación por escrito y firmada cómo es que una llamada a las 7 de la noche puede cambiar todo el proceso. Me alega que es debido a que se abrieron otras acusaciones. Ese día me recomendaron personas con conocimiento legal que no me presentara y así lo hice, efectivamente no fue ningún desacato.

Al día siguiente apareció una patrulla del cuartel de Corozal frente a mi residencia para entregarme la nueva citación para el día 15 de Diciembre de 2022 y adicional me entregan una orden de protección por acecho que indica que yo poseía armas de fuego.

Durante todo el proceso de investigación solicité muchas veces que se me concediera mi derecho a querellar también, pero todos los agentes presentes en el cuartel de Corozal ignoraron mi petición y me recomendaban que esperara más tarde a hablar con un supervisor para que se me asignara un agente que pudiera tomarme mis querellas, ya que el agente Waldemar García no podía tomarlas porque eso representaba, según él, una falta de ética. Falta de ética fue que visité el cuartel de Corozal presencialmente en 3 ocasiones y llamé por teléfono varias veces y siempre se me evadió mi derecho a tomar mis querellas en contra de Rafael Oquendo Nieves.

Durante el tiempo que transcurrió hasta llegar el día de la primera citación el señor Rafael Oquendo Nieves ha estado transitando de forma intimidante para que yo no vuelva a caminar por la carretera de mi comunidad y las áreas recreativas en donde realizo mi labor comunitaria.

En dos ocasiones he llamado a la policía para exponer la presencia intimidante de este señor hacia mí y la comunidad, la primera vez la patrulla del cuartel de Toa Alta ,aunque fue enviada, nunca llegó.

Recuerdo esperarla desde las 3pm hasta que oscureció, y la segunda ocasión que llamé sí llegó una patrulla con 3 agentes y tuve la oportunidad de expresar mi temor, pero no me dieron ningún respaldo, ni me orientaron sobre mis derechos, sólo me recordaron que por cuenta de la orden de protección soy yo quien debe mantener distancia de Rafael Oquendo Nieves y su nueva propiedad.

La agente Ortega añadió que me entretuviera limpiando los alrededores de mi casa en lo que ellos terminan (de deforestar). La ansiedad, la intimidación y el acecho que he recibido de este señor que destruye nuestro bosque ha sido verdadera. Reconozco que tanto él como sus amigos poseen armas de fuego por el tipo de trabajo que realizan y quien de verdad corre peligro soy yo: el guardabosques comunitario que hasta guardé a los perros que me persiguen para evitar intimidar, pues sé que si los perros que me cuidan ven que estoy discutiendo con una persona van a reaccionar para protegerme.

Sólo llevé mi voz y el celular para proteger mi integridad evidenciando el propósito de nuestra discusión, pues temía que sucediera lo que sucedió, que se tergiversó. El 15 de Diciembre de 2022 se llevó a cabo la vista para determinar si procedía radicarme cargos por delito de usurpación y al no existir evidencia alguna de esa alegación la juez Gloria M. De Jesús Machargo no pudo determinar causa probable, sin embargo el señor Rafael Oquendo Nieves insistió en que yo le había intentado agredir en la cabeza con mi celular y que por eso él se defiende con su mano y me tumba el celular para que yo no le agreda.

Mi representante legal Manuel Moraza le preguntó si había sido agredido o si era que tenía temor de ser agredido, a lo que él respondió que tenía temor de ser agredido y que por eso se defendió de mí.

Sin embargo, la jueza Gloria M. De Jesús Machargo determinó causa probable para esta alegación que se debe investigar en otra vista para el 1 de Febrero de 2023 a las 2:15pm. La citación del 15 de Diciembre fue para la 1pm, pero la vista duró entre 1:44pm y 2:10pm.

Nos acompañó el alguacil Miguel J. Reyes #291. A pesar de que reconozco mi inocencia entiendo que posiblemente la intención de este proceso es agotarme mental y económicamente para que ya no me quede esperanza de atender los intereses de las comunidades cercanas al bosque.

El 23 de Enero de 2023 se determina si se extiende la orden de protección en mi contra por lo que el señor Oquendo Nieves abusando de su poder está aprovechando este tiempo hasta el día 23 de Enero para deforestar, mover el suelo y sembrar las primeras marcas de cemento en la zona boscosa, sin que yo pueda acercarme a documentar los daños.

Ha intervenido con mi labor comunitaria y me siento como si estuviera arrestado en mi domicilio mientras ellos destruyen la naturaleza sin ni siquiera haber radicado los permisos correspondientes. Un dato importante sobre la vista fue que el señor Rafael Oquendo Nieves confesó que reconoce que hay que hacer unos procedimientos con Recursos Naturales para cortar árboles y que él no tenía esos permisos.

Mi representante legal le recordó que haber hecho eso conllevaba una multa. Este dato nos confirma que el teniente Ramón Marcano, aunque entrevistó al señor Rafael Oquendo Nieves, porque reconocía que era policía, me mintió verbalmente al insistirme que poseía los permisos requeridos para deforestar en esa zona ya que frente a la juez el señor Oquendo admitió no poseer los permisos para lo mismo.

La vista fue corta y no hicieron falta la presencia de testigos, aunque reconozco el esfuerzo del vecino residente que estaba dispuesto a testificar a mi favor y todos los que me acompañaron allí en la sala de espera hasta que yo y el licenciado Manuel Moraza salimos de la vista.

Así que a pesar de que estoy seguro de que se demostrará mi iinocencia, tengo que resolver dos vistas más con este señor, el 23 de Enero y el 1 de Febrero de 2023, estimando gastos de asistencia legal en $1,100 nuevamente para poder enfrentar estas dos vistas de la mejor manera.

Tengo que proponerme conseguir el capital para poder tener asistencia legal, así que estaremos durante todo este tiempo que queda haciendo colectas para prosperar en esta situación.

Mientras tanto las comunidades continúan reorganizándose para lograr regenerarse de los daños que ha provocado esta imposición de desarrollo urbano en las zonas de la ribera del río Mavilla en el bosque Oubao-moin en Corozal.

A continuación registro y agradezco a cada persona que ha donado dinero para cubrir los gastos legales de esta defensa.

1. Zenaida De Jesús 5/12/22

2. Javier Figueroa 11/12/22

3. David Babilonia 13/12/22

4. Diego Méndez 13/12/22

5. Belinda González 14/12/22

6. Zenaida De Jesús 15/12/22

7. Brenda Martínez 15/12/22

8. Verónica Torres 15/12/22

9. Eduardo Alegría 15/12/22

10. Javier Rivera 15/12/22

11. Veliana Agrait 15/12/22

12. Adriana Garriga 16/12/22

A la izquierda, el licenciado Manuel Moraza, el joven Javier Figueroa y a la derecha, Ramón Rodríguez de Jesús, El Lórax de Corozal. Foto/suministrada

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