JAIME TORRES TORRES
PRENSA SIN CENSURA
La madre de Darlene Ortega Santos, de 34 años, aun no comprende cómo el pasado 1 de octubre la señora Ana Delia Rivera Andaluz atropelló mortalmente a su joven hija en el estacionamiento de Plaza Escorial en Carolina.
Prensa Sin Censura acompañó a Arlene Santos y a su esposo Georgie Pereira para conocer con exactitud las circunstancias del accidente que mes y medio después confía que para la justicia temporal no quedará impune.
La señora Rivera Andaluz, que se presume alegadamente manejaba distraída por su teléfono celular, rebasó un letrero de Pare en una zona de 10 millas por hora, rompió un poste y estrelló su vehículo contra el carrito del cual Darlene sustraía la mercancía que guardaba en el vehículo en que esperaba su padre José Israel Ortega Rosa.
La joven mujer, madre de una niña, murió en el acto al impactar la pared de la megatienda Sam’s Club.
“Estamos en espera a ver si se le formulan cargos a la señora [Ana Delia Rivera Andaluz]. Creemos que hubo negligencia porque esta es un área en que se supone que se transite a no más de 10 millas por hora”, dijo Pereira, padrastro de Darlene.
La tragedia dejó una niña huérfana y a unos padres desconsolados que, afortunadamente, hoy vieron señales de justicia temporal tras una reunión con el fiscal José Villa Marzo de Carolina.
“Le hemos dado seguimiento al asunto. El señor fiscal nos ha tratado con respeto y sutilmente. Creo en la defensa de Darlene y en que se hará justicia. No podemos ofrecer detalles para no empañar el caso. Confío en la defensa de fiscalía y sé que se le hará justicia a Darlene”, señaló su madre Arlene Santos.
El teléfono celular de la señora Rivera Andaluz, de 64 años y con domicilio en Trujillo Alto, no fue confiscado por fiscalía, aunque sí su vehículo Lexus, modelo RX350, tablilla HZK-703 de 2012.
“Estamos en espera de que la compañía TMobile nos presente la evidencia de si ella estaba hablando por teléfono en el momento de la tragedia”, sostuvo el padrastro de Darlene.
Doña Arlene y su esposo Georgie agradecen el respaldo y la solidaridad de la Fundación Estéfano y del grupo Salseros Felices.
Darlene Ortega Santos perseveraba en la Iglesia Lucero Mañanero y danzaba para el Señor Jesús. “Sus prioridades eran Dios, su niña y su papá, en ese orden. Siempre estaban unidos y por años salían juntos a hacer compras. Ambos estamos buscando ayuda profesional para sobrellevar esto. Es muy duro. Dejó una niña de 6 años, que le doy gracias a Dios que ese día le tocaba a su papá. Esa niña era bien apegada a su mamá. Le doy gracias a Dios por estuvo con el papá porque si no se hubiesen ido las dos”, puntualizó Arlene ahogada por el llanto.
“La muerte de mi hija no va a quedar impune, aunque eso no me la traiga para atrás. Pero que le caiga todo el peso de la ley a esa señora, que se llama Ana Delia Rivera Andaluz”, concluyó.

