(Nota del Editor: Segundo de varios artículos sobre la oposición mundial al establecimiento de la tecnología 5G por la peligrosidad que representa para la salud de las personas y a la vida en general, asunto de especial interés ahora que el gobernador ha firmado dos órdenes ejecutivas para forrar de antenas a Puerto Rico, Mark Zuckerberg avanza con el Metaverso y el multimillonario Elon Musk asocia su empresa Space X a T-Mobile para cubrir el planeta de la infraestructura electromagnética.)
Los efectos nocivos de la radiación de radiofrecuencia ya están comprobados.
Incluso antes de que se propusiera la red 5G, docenas de peticiones y declaraciones firmadas por científicos internacionales, incluyendo la Declaración de Friburgo, firmada por más de 3.000 médicos, pedían el cese de la expansión de la tecnología inalámbrica y una moratoria en las nuevas estaciones base.
En 2015, 215 científicos de 41 países comunicaron su alarma a las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS). Afirmaban que «numerosas publicaciones científicas recientes habían demostrado que los campos electromagnéticos (EMF) afectaban a organismos vivos a niveles muy inferiores a los fijados por la mayoría de las directrices internacionales y nacionales».
Más de 10.000 estudios científicos contrastados demuestran daños a la salud humana por radiación.
Los efectos incluyen:
• Alteración del ritmo cardiaco
• Expresión de genes alterados
• Alteración del metabolismo
• Alteración en el desarrollo de células madres
• Cánceres
• Enfermedades cardiovasculares
• Deterioro cognitivo
• Daños en el ADN
• Impactos en el bienestar general
• Aumento de radicales libres
• Déficits de aprendizaje y memoria
• Alteraciones en la función y calidad de los espermatozoides
• Abortos involuntarios
• Daños neurológicos
• Obesidad y diabetes
• Estrés oxidativo
Los efectos en los niños incluyen autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y asma.
Los daños van mucho más allá de los seres humanos, ya que hay abundante evidencia de daños a plantas y vida silvestre y a animales de laboratorio, que incluyen:
* Hormigas
• Aves
• Bosques
• Ranas
• Moscas de la fruta
Abejas de miel
Insectos
Mamíferos
Ratones
Plantas
Ratas
Árboles
También se han registrado efectos microbiológicos perjudiciales.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) de la OMS concluyó en 2011 que la radiación de radiofrecuencias de 30 kHz a 300 GHz es posiblemente cancerígeno para los seres humanos (Grupo 2B).
Sin embargo, evidencia reciente, incluidos los últimos estudios sobre el uso del teléfono celular y el riesgo de tumores cerebrales, indican que la radiación de radiofrecuencias ha demostrado ser cancerígeno para el ser humano y ahora debe clasificarse como un «carcinógeno del Grupo 1», junto con el humo del tabaco y el amianto.
La mayoría de las señales inalámbricas contemporáneas están moduladas por pulsos. El daño lo causan tanto las ondas portadoras de alta frecuencia como las pulsaciones de baja frecuencia.
Debería prohibirse el despliegue de los satélites 5G
La Tierra, la ionosfera y la atmósfera inferior forman el circuito eléctrico global en el que vivimos. Está bien establecido que los ritmos biológicos (en humanos, aves, hámsteres y arañas) están controlados por el entorno electromagnético natural de la Tierra y que el bienestar de todos los organismos depende de la estabilidad de este ambiente, incluyendo las propiedades eléctricas de la atmósfera.
Cherry, en un documento innovador, explicó la importancia de las resonancias de Schumann y por qué las perturbaciones ionosféricas pueden alterar la presión sanguínea y la melatonina y causar «cáncer en el aparato reproductor, enfermedades cardíacas y neurológicas y muerte».
Estos elementos de nuestro entorno electromagnético ya han sido alterados por la radiación de las líneas eléctricas. La radiación armónica de las líneas eléctricas alcanza la ionosfera y magnetosfera de la Tierra, donde se amplifica mediante interacciones onda- partícula.
En 1985, el Dr. Robert O. Becker advirtió que la radiación armónica de la línea de energía ya había cambiado la estructura de la magnetosfera, y que la continua expansión de este efecto «amenaza la viabilidad de toda la vida en la Tierra».
La ubicación de decenas de miles de satélites directamente en la ionosfera y la magnetosfera, emitiendo señales moduladas a millones de vatios y millones de frecuencias, es probable que altere nuestro entorno electromagnético más allá de nuestra capacidad de adaptación.
El monitoreo informal ya ha proporcionado evidencia que indica efectos graves en seres humanos y animales de los aproximadamente 100 satélites que han brindado servicio telefónico 2G y 3G en una órbita baja desde 1998. Tales efectos no pueden entenderse si solo se consideran los bajos niveles de radiación en el suelo. Se deben tener en cuenta los conocimientos de otras disciplinas científicas, incluidas la física atmosférica y la acupuntura.
Agregar 20.000 satélites 5G contaminará aún más el circuito eléctrico global y podría alterar las resonancias de Schumann, con las que ha evolucionado toda la vida en la Tierra. Los efectos serán universales y pueden ser profundamente dañinos.
La red 5G es cualitativamente y cuantitativamente diferente de la red 4G
La idea de que toleraremos decenas o cientos de veces más radiación a longitudes de onda milimétricas se basa en modelos defectuosos del cuerpo humano que lo consideran como una cubierta llena de un líquido homogéneo.
La suposición de que las ondas milimétricas no penetran más allá de la piel ignora por completo los nervios, los vasos sanguíneos y otras estructuras conductoras de la electricidad que pueden transportar corrientes inducidas por la radiación hacia el interior del cuerpo.
Otro error potencialmente más grave es que las matrices en fase no son antenas ordinarias. Cuando un campo electromagnético ordinario ingresa en el cuerpo, hace que las cargas se muevan y las corrientes fluyan. Pero cuando pulsos electromagnéticos extremadamente cortos entran en el cuerpo, sucede algo más: las cargas en movimiento se convierten en pequeñas antenas que reirradian el campo electromagnético y lo envían más profundamente al cuerpo. Estas ondas irradiadas se denominan precursores de Brillouin. Se vuelven significativas cuando la potencia o la fase de las ondas cambia con la rapidez suficiente.
La red 5G cumplirá probablemente ambos criterios. Además, la penetración superficial en sí misma plantea un peligro único para los ojos y para el órgano más grande del cuerpo, la piel, así como para las criaturas muy pequeñas. Recientemente se han publicado estudios contrastados, que predicen quemaduras térmicas en la piel en seres humanos a partir de radiación 5G y absorción resonante por insectos, de hasta 100 veces más en las longitudes de onda milimétricas comparadas con las longitudes de onda actualmente en uso. Dado que las poblaciones de insectos voladores han disminuido en un 75-80 por ciento desde 1989, incluso en áreas naturales protegidas, la radiación 5G podría tener efectos catastróficos en las poblaciones de insectos de todo el mundo.
Un estudio de 1986 de Om Gandhi advirtió que las ondas milimétricas son fuertemente absorbidas por la córnea del ojo, y que la ropa ordinaria, que es de un grosor milimétrico, aumenta la absorción de energía por la piel mediante un efecto tipo resonancia.
Russell (2018) revisa los efectos conocidos de las ondas milimétricas en la piel, los ojos (incluidas las cataratas), la frecuencia cardíaca, el sistema inmune y el ADN.
Los reguladores han excluido deliberadamente la evidencia científica de los perjuicios
Hasta ahora, los interesados en el despliegue del 5G han sido la industria y los gobiernos, mientras que han sido excluidos respecto del mismo científicos reconocidos internacionalmente en el ámbito de las ondas electromagnéticas que han documentado efectos biológicos en humanos, animales, insectos y plantas, y efectos alarmantes en la salud y el medio ambiente en miles de estudios contrastados.
El motivo de que las actuales pautas de seguridad sean inadecuadas son los conflictos de intereses de los organismos de normalización «debido a sus relaciones con las compañías de telecomunicaciones o eléctricas socavan la imparcialidad que debe regir la regulación de los Estándares de Exposición Pública de las radiaciones no ionizantes».
El Profesor Emérito Martin L. Pall expone en detalle en su revisión de la literatura los conflictos de interés, y las listas de estudios importantes que han sido excluidos.
(Próximo: La hipótesis térmica)

Jaime,se me hace dificil seguirte
Te envio informaciones desde
orbys.net pero no se si las recibes
Te sugiero que sigas las infos
de la delegada Elizabeth Torres
pues aunque propulsa la estadidad
es una persona sumamente preocupada por los niños,
la vacunacio forzada e hizo un video sobre las Drag Queens
fomentadas por los «satanistas»
del Nuevo «desorden» global
Obama,Michelle a quien se le conoce como «Michael» nombre masculino.. tengo videos
al respecto.. adema estan los pedofilos Clinton,. me gustaria enviarte material,especialmente videos.. Muy buena labor hermano
que Dios te benfiga🙏
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