Jaime Torres Torres
Texto y Fotos
Todo el mundo mira a Rincón, Luquillo y Salinas, pero pocos enfocan hacia Río Grande.
En la Ciudad de El Yunque fue destruida gran parte de la Reserva Natural del Río Espíritu Santo, expuesta a un desarrollo inmisericorde por el capital de John Paulson y sus socios en Saint Regis Bahía Beach Resort.
Con parte de las mejores playas del Este, Río Grande irónicamente no tiene un balneario. Hoy, caminar por el litoral de la Reserva Natural Las Picúas, es sumamente dificultoso, por no decir imposible.
Falta de servidumbres de paso, rompeolas colocados por los dueños de terrenos con estructuras en plena zona marítimo terrestre, trailers o campers literalmente a pocos metros del mar, escombros depositados por algunos vecinos en el manglar y escaleras de concreto para bajar a la playa son parte del desastre natural y ecológico que ocurre allí sin que los medios corporativos lo cubran.
Prensa sin censura visitó la reserva y apenas pudo caminar por la costa, justo donde inician las edificaciones en solares y parcelas a la orilla del mar, con un impacto peligroso a la biodiversidad, particularmente al manatí y la tortuga marina.
Caminando por la estrecha orilla, a través de la cual es evidente la erosión causada por el aumento en el nivel del mar, sorprendentemente divisamos a ras de la playa un enorme camper de un costo millonario.
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Prensa sin censura investigó, descubriendo que en marzo pasado los dueños del lote 18 de Las Picúas solicitaron al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) un permiso para establecer en el lugar un muelle flotante, desde donde anclar y zarpar las embarcaciones.
La pre-evaluación fue realizada por Jessica Otero Santos, empleada del DRNA. El documento en manos de Prensa sin censura detalla que, reserva natural al fin, el litoral y la zona marítimo terrestre de Las Picúas son bienes de dominio público.
Se supone que no se edifiquen muelles, rompeolas, marinas y gazebos, pero a lo largo de Las Picúas se observan estructuras dentro del mar.
Del documento se desprende que la compañía que construiría el muelle flotante es JCLLC Johnson Consulting LLC del ingeniero Christian E. Santana Fernández.
Es posible que Anaís Rodríguez Vega, secretaria interina del DRNA, desconozca lo que sucede en Las Picúas, donde según vecinos entrevistados se trabaja en altas horas de la noche colocando enormes rocas para los rompeolas y hasta excavando orillas para mayor profundidad para los bañistas.
La Reserva Natural Las Picúas es zona de anidaje del tinglar y de presencia del manatí, por su proximidad a la laguna Ensenada Comezón y al hotel y campos de golf de Coco Beach.
Es un lugar natural que debe ser intocable. Fuentes de entero crédito aseguraron a este medio que los vigilantes del DRNA se oponen y no aprobarán el permiso para la edificación del muelle.
Los recursos naturales de Puerto Rico son amenazados por el capital extranjero alrededor de sus cuatro puntos cardinales.
Se perdió la Reserva Natural del Río Espíritu Santo, entregada a John Paulson en bandeja de plata para nuevo desarrollo por Ricardo Rosselló, Alejandro García Padilla y el alcalde de Río Grande, Ángel ‘Bori’ González Damudt.
Ciudadanos por un Luquillo Resiliente radicaron un interdicto en el Tribunal de Fajardo para que se detenga la construcción de un hotel en el humedal hasta que PRISA Group presente la documentación y permisos correspondientes conforme a las leyes ambientales federales y estatales que protegen estas reservas.
El Campamento Carey se anotó un triunfo en Sol y Playa en Los Almendros en Rincón, luego de un año de lucha y tras los tribunales ordenar la remoción de un muro en la zona marítimo terrestre donde pretendían construir una piscina.
La solicitud de permisos para el muelle flotante en Las Picúas podría denegarse si recordamos el fallo jurídico reciente que ordenó la remoción de vagones y un muelle en la Reserva Nacional de Investigación Estuarina de Bahía de Jobos en Salinas.
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