Jaime Torres Torres
Prensa sin censura-Noticias
Una persona pudo recibir las dos dosis de la vacuna Pfizer o la única de Johnson & Johnson pero no necesariamente está inmunizada contra el Covid-19 y la variante Delta.
La protección dependerá de su salud porque si es inmunosuprimida la inoculación será ineficaz.
Así lo explicó el Dr. José W. Rodríguez Zayas a Prensa sin censura. El experto en inmunología, con práctica de 20 años y catedrático en la Escuela de Medicina San Juan Bautista en Caguas, recordó que en Puerto Rico la incidencia de cáncer, enfermedades renales, cardiovasculares, diabetes y obesidad pudiera explicar los cuadros clínicos complicados en pacientes de Covid-19 vacunados.
“Vacunar no es lo mismo que inmunizar. La persona aunque esté vacunada puede infectarse con el Delta y contagiar a otros. El error más grande que cometió el CDC (Centro para la Detección y Control de las Enfermedades) fue si te vacunaste puedes salir sin mascarillas”.
El problema es que el Departamento de Salud intenta paliar la pandemia, particularmente la peligrosa variante Delta, a ciegas; como caminando a oscuras porque no han considerado el nivel de inmunidad de los vacunados.
En otras palabras, afirma el Dr. Rodríguez Zayas, Puerto Rico pierde la guerra contra el Covid.
“No queremos aceptar que con vacunación nada más no se va a resolver esto. El error más grande fue lanzar a todo el mundo a la calle sin mascarillas cuando no tenemos una inmunidad comunitaria deseable”.
Pfizer ha reconocido que sus vacunas sólo son efectivas en un 39% de los contagios con la variante Delta y por eso considera la eventualidad de dosis adicionales modificadas.
“La variante Delta contagia tres veces más que las anteriores. Eso me preocupa mucho. Al pasar el tiempo la efectividad de las vacunas será menor. Poco a poco pierden la efectividad a medida que surgen nuevas variantes como la Delta, que no discrimina entre vacunados y no vacunados, que pueden contagiar a otras personas y eso no lo dice la prensa”.
Urge, a juicio del Dr. Rodríguez Zayas, hacer pruebas de inmunidad para confirmar o descartar la eficacia de las vacunas.
“No es la prueba de anticuerpos ni de antígenos. Es una prueba más profunda que se debe hacer a los vacunados completamente para ver si crearon anticuerpos neutralizantes. Es la prueba de anticuerpo neutralizante y otros análisis a nivel celular para ver si las células inmunes están activadas. Se necesita dinero para esas pruebas, en lugar de usarlo en sorteos de la lotería”.
Contrario a Europa, la prueba de anticuerpo neutralizante para Covid-19 no está disponible en los laboratorios clínicos de Puerto Rico, a menos que se gestione en Estados Unidos, donde tampoco se ha socializado o hecho accesible a la ciudadanía.
“Existe para hepatitis y otros virus, pero para el Covid no. No se ha aceptado aún y los planes médicos no la cubren. Acá no se ha estandarizado, pero en Europa ya lo hacen”.
Planteado de otra forma, lo que eso significa es que es incierto hablar de inmunidad comunitaria cuando se desconoce la eficacia de las vacunas.
“Es andar a ciegas. Podemos tener todo el país vacunado, pero no inmunizado. La persona tiene que tener un sistema inmunológico saludable. Hay que ser realistas: aunque les pongamos vacunas, no va a crear la inmunidad completamente. Aquí no hay individualización. Es todo en masa, como si fuéramos ganado. Vacunamos a todo el mundo sin pensar en las diferencias de los sistemas inmunológicos que tienen las personas. No sabemos a quién le dió el virus y si tiene una inmunización completa”.
