Muere el Sol de la Música Latina, pero su legado lo inmortaliza

Cultura-In Memoriam

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

La noticia de la muerte de Eddie Palmieri, de 88 años, me la confirmó su amigo Harry Sepúlveda.

“Me llamó René López [productor del Grupo Folclórico y Experimental Nuevayorquino] para decírmelo. Eddie estaba bien dentro de su condición. Esta tarde cenaba con su hija y se levantó para ir al baño y se desplomó. Días atrás me dijo que me quería ver; que lo fuera a visitar”, dijo ahogado por el llanto el historiador Harry Sepúlveda.

Al momento de publicar esta nota la Familia Palmieri aún no había circulado un comunicado sobre su deceso. Eddie, por recomendación médica, se encontraba retirado de los escenarios por una condición cardiopulmonar, según él reveló en la más reciente entrevista con este periodista cultural.

Se apaga, en la temporalidad, el Sol de la Música Latina, pero ahora comienza el hito del mito hecho leyenda hace varias décadas.

Es oportuno pasar revista a su respeto al tambor y a las estructuras rítmicas de la música latina. La Perfecta fue su gran aportación a la música afroantillana. El cantante Ismael Quintana, el percusionista Manny Oquendo y los trombonistas Barry Rogers y José Rodríguez, entre otros músicos, forjaron su poderosa sonoridad.

Cheo Feliciano también desfiló y grabó con La Perfecta, que evoluciona más adelante con la trompeta de Víctor Paz, el saxofón de Ronnie Cuber y el violín de Alfredo de la Fe.

Podríamos escribir de sus colaboraciones con Cal Tjader, de su disco con Lalo Rodríguez, ganador del Grammy, de sus experimentos con “Lucumi-Macumba-Voodo”; del elepé blanco con Cheo, Quintana, Barry y Víctor Paz y su etapa en Puerto Rico con Juancito Torres y Jerry Medina.

También podríamos recordar que puso a Linda Caballero [La India] en el mapa; su contribución al jazz latino y clásicos como Listen Here!, con Jon Scofield, Regina Carter, Nicholas Payton y Michael Brecker.

De igual forma su encuentro con Herman Olivera, su disco “Masterpiece” con Tito Puente y una alineación de soneros y músicos de ensueño; su padrinazgo a los hermanos Zacai y Luques Curtis y el clásico “Mi Luz Mayor”, dedicado a su adorada Iraida.

Pero prefiero poner puntos suspensivos a esta nota póstuma recordando tres anécdotas inolvidables con el maestro Palmieri: su visita a El Yunque, al batey de los Ayala en Loíza y la entrevista el día que Lalo Rodríguez murió.

Jamás olvidaré que el promotor Edwin Cintrón, de RMM Récords, coordinó una sesión de fotos en El Yunque. El fotoperiodista asignado fue el hoy fenecido Miguel Maldonado.

¿Por qué El Yunque? Por la identificación de Palmieri con la montaña: había grabado “Vámonos pal monte” y recién había producido la bomba “El dueño monte” para el cd “El Rumbero del Piano”. Nos acompañaba su esposa Iraida y cuando lo subimos a La Coca para la foto que ilustra este artículo nos dijo: “Asegúrense que el Viejo no se me caiga porque de lo contrario tendrán problemas”.

La otra experiencia fue en el batey de la Familia Ayala en Medianía Alta en Loíza. La intención era juntar a los hermanos Raúl y Marcos Ayala con Modesto Cepeda junto a Palmieri. ¡Y lo logramos! Palmieri tocó el barril y hasta el entonces alcalde Eddie Manso llegó y bailó bomba con chaqueta y corbata. De ahí cruzamos con Palmieri al estudio de Samuel Lind, donde disfrutamos de la conversación que ambos sostuvieron sobre las analogías y sincretismos del Vejigante con Eleguá porque ambos abren caminos.

La tercera anécdota fue cuando Lalo murió en diciembre de 2022. La entrevista se conserva grabada. “Creo mucho en lo que está escrito en el Libro grande que viene de Dios y los Santos. Ese encuentro entre Lalo y yo estaba escrito ya. Ese disco [The Sun Of Latin Music] puso al jovencito en el mapa”, comentó Palmieri.

Mientras escribo estas sentidas líneas reconozco que la música latina pierde a uno de sus iconos y más ilustres exponentes. Siempre recordaré la última llamada cuando antes de despedirnos me dijo sonriente: “Jaime Torres Torres, no se olvide que usted vive en mi corazón y no paga renta”.

Descanse en paz, Maestro Eddie Palmieri.