Cultura-Opinión
JAIME TORRES TORRES
Prensa Sin Censura
No quiero exacerbar el alcoholismo que enajena a no pocos sectores de nuestro Pueblo con Café con ron ni con Pitorro de coco.
Quisiera, como en Woodstock, creer que la música es un poderoso medio de concienciación y movilización de masas en resistencia por la paz.
Huelgas en la Universidad; cruzadas pa’ rescatar a El Yunque; la causa de la liberación de Vieques del yugo de la marina de guerra más poderosa del planeta y la liberación de Oscar López Rivera son solo algunas instancias que repercutieron en discos y conciertos, extendidos a la calle con arrolladoras marchas y piquetes de indignación nacional.
Quisiera que, como hizo Miles Davis en “Tutu” y otros artistas que denunciaron el Apartheid en Sudáfrica, cantándole a Nelson Mandela como hizo Pablo Milanés, la propuesta de Benito no se limite a un cosmético y oportunista discurso insularista y nacionalista aderezado con la exaltación de la identidad boricua.
LA PATRIA, puñales, ES DEMASIADO MÁS. La reafirmación de la Nacionalidad Boricua supone mucho más que una pava, un lelolai o un toque de bomba y plena.
La reafirmación de la puertorriqueñidad es mucho más que una residencia y la activación de una economía dependiente de no pocos sectores del turismo foráneo e internacional que, en tiempos de los incentivos de la Ley 60 y la adicción al fentanilo, llega aquí-como dijo Albizu Campos- a vomitar sus vicios.
Quisiera que el mismo Benito, que hace tres años condicionó el acceso a sus conciertos a la evidencia de una vacunación experimental que hoy pasa factura, sea motor de movilización popular en contra del gobierno que nos gentrifica y condena a ser extranjeros en nuestra propia tierra.
La música es poderosa. Woodstock tronó contra Vietnam. Las estrellas del mundo, en la cruzada de justicia para la niñez de África, impactaron con su grabación y presentaciones USA For África y su sencillo “We Are The World”.
Quisiera que Benito, como Nina Simone, Joan Baez, Bob Dylan y otros, ponga la tilde en la vocal yendo mucho más lejos de la algarabía y exaltación de un falso patriotismo.
Quisiera que Benito concientice y movilice, como en sus tiempos lo hicieron Taoné, Roy, El Topo, Danny, Lucecita y Haciendo Punto.
Es fácil exhibir un sombrero jíbaro; llevar gallinas a un escenario como el del Choliseo, y tocar bomba y plena con el fin ulterior de engrosar las arcas del quebrado estado y del propio bolsillo sin un efecto social contundente de cambio y renovación.
En el cierre de la campaña de la Alianza habló largo y tendido, pero sin mayor trascendencia que el chijí-chijá de la ocasión.
Quisiera que esta vez sea diferente y contrario a las últimas peleas de campeonato de Miguel Cotto y Tito Trinidad, la masa se emancipe con la residencia pa’ gritar fuertemente en la Chardón: ‘Soy boricua pa’ que Trump y el mundo lo sepan’… ¡Coño!
Prensa sin censura 
No podemos olvidar que el joven es artista que aunque lo queramos ver como de protesta, está muy lejos de serlo. Mientras tanto, debemos apreciar lo que hace por resaltar la cultura. Más adelante, veremos. La tilde, tendrá que esperar, un rato más.
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Excelente columna de opinión. No comulgo con el endiosamiento que le tienen a Benito, alias Bad Bunny, a nivel mundial. No hay duda de que su maquinaria publicitaria y de mercadeo, ha sabido mover muy bien sus fichas y posicionar a un joven, que sin importar lo denigrante de sus letras, por más que quiera alcanzar de salvavidas , su puertorriqueñidad, poniéndose una pava, tocando algo de bomba y plena y llevando unas pobres gallinitas a su escenario, desde mi perspectiva, no lo logra. Somos mucho más que eso.
Considero que si fuera tan puertorriqueño, como mínimo, seguiría viviendo en nuestra bella Isla. Con respeto a su persona, indico que no me siento representada por él, en lo absoluto. Mi ética y mis valores, me lo impiden, igual que las letras de otros reguetoneros, que «cantan» , con el mismo sonsonete de » Se matan dos, por un mangó»… «Se matan dos, por un mangó»… 😁.
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Excelente columna de opinión. No comulgo con el endiosamiento que le tienen a Benito, alias Bad Bunny, a nivel mundial. No hay duda de que su maquinaria publicitaria y de mercadeo, ha sabido mover muy bien sus fichas y posicionar a un joven, que sin importar lo denigrante de sus letras, por más que quiera alcanzar de salvavidas , su puertorriqueñidad, poniéndose una pava, tocando algo de bomba y plena y llevando unas pobres gallinitas a su escenario, desde mi perspectiva, no lo logra. Somos mucho más que eso.
Considero que si fuera tan puertorriqueño, como mínimo, seguiría viviendo en nuestra bella Isla. Con respeto a su persona, indico que no me siento representada por él, en lo absoluto. Mi ética y mis valores, me lo impiden, igual que las letras de otros reguetoneros, que «cantan» , con el mismo sonsonete de » Se matan dos, por un mangó»… «Se matan dos, por un mangó»… 😁.
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