Por Roberto Torres Collazo
Para Prensa Sin Censura
En el Nuevo Testamento el término paz aparece cien veces con diferentes matices, lo cual sugiere que es muy importante. Algunos matices son la paz asociada a la alegría, la salud, saludo, trae división y exhortación al pacifismo, mientras en el Antiguo Testamento muestra un Dios guerrero, que manda a destruir y matar.
Al final del texto proponemos qué podemos hacer en contra la locura de las guerras.
En el Nuevo Testamento, respecto de la salud, de acuerdo a Lucas 8,43-48, Jesús cura una mujer que padece hemorragias y después de curarla le dice, “Vete en paz”. Aparece como saludo, exhortando a sus seguidores y seguidoras a saludar con el signo de la paz, Lucas, 10,5, “Al entrar en cualquier casa, bendigan antes diciendo, ‘la paz sea en esta casa’”.
La paz trae división, entre los que quieren la paz y los que la rechazan, Lucas 12,51. Actualmente los poderosos justifican la guerra en nombre de la supuesta “paz” y “seguridad nacional” cuando en realidad se trata de saquear los recursos naturales, luchas por el poder y del dominio del capital. Por otro lado, están los que la aceptan, los movimientos, organizaciones y religiones que esencialmente luchan por la paz.
Mateo 5, 9 muestra la paz como pacifismo, “Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos [e hijas] de Dios”. La paz no se reduce únicamente al ámbito individual, abarca también luchar colectivamente por un mundo de paz con justicia, “El efecto de la justicia será la paz y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre”, Isaías 32,17.
Nuestra contribución a la paz se puede hacer por medio de la oración, pero no se agota en esta. Es necesaria la acción, hechos concretos en contra de las guerras.
Por otro lado, en el Antiguo Testamento abundan imágenes de un Dios nada pacifista; guerrero, vengativo, violento, de ira, que manda a matar. Sin embargo, es posible también encontrar la imagen progresiva de un Dios que destaca la bondad, Isaías 6,1-7. 45,7-9. Amós 3,6, un Dios que detesta las injusticias, Miqueas 2,1-3. Jeremías 22,13-17.
Según el teólogo y filósofo Juan Antonio Estrada, se ha podido encontrar en los textos violentos influencia socio-cultural y geográfica del Medio Oriente. También al momento de interpretar dichos pasajes bíblicos se debe considerar usar el método histórico-crítico así como atender a los géneros literarios. Hay toda una evolución del concepto sobre Dios hasta la llegada de Jesús en el Nuevo Testamento, quien nos muestra con sus hechos, gestos y palabras el rostro de Dios.
El fundamentalismo sionista judío y cristiano se ha valido en ocasiones de los pasajes violentos para justificar las “guerras justas”. No hay “guerras justas”, por su potencial destructor desproporcional y el resultado final es mayor el mal que el bien.
La Vida es sagrada, porque tuvo su origen en la Energía Universal, fuente de toda energía que engendra vida. es el mayor bien del ser humano. Es necesario eliminar, sin excepciones, todas las armas nucleares, protestar colectivamente contra las guerras, apoyar los movimientos, asociaciones populares y organizaciones religiosas comprometidas con la paz y la justicia. Es indispensable no olvidar el legado de las guerras, legado de muertes, destrucción, emigración forzada, hambre, desaparecidos, refugiados, heridos, mutilados física o emocionalmente de por vida.
Las secuelas de prejuicios, odio o venganza que deja a su paso. Recordar a los pobres, las principales víctimas, su impacto devastador a la capa de ozono e incremento del cambio climático para que las nuevas generaciones tomen conciencia de la locura de las guerras.
Abogar siempre por el diálogo, la diplomacia y la negociación. Se exhorta a los militares o civiles, que puedan ser obligados o que pretendan inscribirse en el ejército a ser objetores de conciencia para no ir a la guerra, comunicarse con Madres Contra la Guerra, en Puerto Rico, 787-619-5175 o escribir a madrescontralaguerra@gmail.com
Referencias
Buey, F. F. (Marzo, 2022). Ideas para una cultura de la paz. Portal: Bloghemia.
Estrada, A. J. (2003). Imágenes de dios; la filosofía del lenguaje religioso. Editorial Trotta: España.
La Biblia, versión Latinoamericana. Sociedad Bíblica Católica Internacional (1989). Ecuador.
Riquelme, R. V. (Diciembre, 2012). El evangelio de la paz. Portal: Lupa Protestante. España.
Vance. M. L. (2008). Christianity and War; and other essays against the warfare state. Editorial Vance Publications: United States.


mi paz os dejo gracias por esta reflexion
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