¿Por qué no regresa el Resucitado?

Fe-Espiritualidad

JAIME TORRES TORRES

PRENSA SIN CENSURA

La Pascua es mucho más que conejitos rosados y huevitos violetas… Esa es la “pascua” del capital; de las megatiendas y el consumo.

La Resurrección de Jesús es el fundamento del cristianismo. Fue trascendental su Nacimiento en el pesebre; y heroicamente ejemplar su sacrificio en la Cruz. Pesebre y Cruz, a pesar de su grandeza y trascendencia, se hacen pequeños ante el Sepulcro Vacío.

La Pascua de Resurrección de Jesús, su paso de las tinieblas de la muerte a la Luz de la Vida, es la esencia del cristianismo.

La primicia de su Resurrección, es decir, la revelación del sepulcro vacío, la recibieron María Magdalena y otras mujeres. (Lucas 24, 1-25)

Como diría Pablo, si Cristo no resucitó vana es nuestra Fe. (1 Corintios 15; 15) Sería la más esperanzadora mentira de la historia. Pero se le apareció camino a Damasco cuando perseguía a muerte a los cristianos de la iglesia primitiva. Y se lo contó al médico Lucas, que lo documentó en sus crónicas.

A mí también se me apareció el Resucitado. En el Cursillo de Cristiandad # 525 en Aguas Buenas, allá para 1983. La experiencia de la Resurrección comenzó en el vestíbulo cuando vi el mural, cuya foto acompaña esta historia.

Pablo, poderoso ciudadano romano, es derribado del poder y la vanagloria para ser testigo y perseguido (Hechos 9, 4-9). A través de la historia a muchos se les ha aparecido en el camino de sus circunstancias y realidades.

A mí, el Resucitado me liberó de las cadenas del odio y el resentimiento; de la amargura, los complejos e inseguridades y los deseos de venganza. Mi encuentro con Jesús Resucitado entraña un antes y un después en mi existencia.

“Para los que preguntan por qué demora la venida de Jesús, al menos yo prefiero confiar en la palabra proclamada por Pedro en el sentido de que para Dios un día es como mil años y mil años como un día”.Prensa sin censura 

El Resucitado me condujo a las cárceles como mensajero de esperanza. El Resucitado me llevó a decenas de pueblos a predicar su Verdad. El Resucitado puso a mi alcance los medios de comunicación para divulgar la Palabra. El Resucitado me orientó en la escritura del libro “La otra cara de la Iglesia”.

La experiencia de la resurrección es muy personal. Jesús, como lo enuncia el cantautor católico Martín Valverde, no muere con los tiempos.

En una época en que el mundo insiste en su trivialización y relativización, Jesús se revela Resucitado en la Eucaristía, donde no pocas veces lo abandonamos, y se manifiesta en la sencillez, incluso a través de estas humildes líneas.

El Viernes Santo escuchamos las 7 palabras. Una versa: “en verdad os digo que hoy mismo estarás conmigo en el Paraíso”.

Según la tradición bíblica, uno de los dos ladrones que sería crucificado junto a Él se arrepintió e instantáneamente se ganó la Eternidad. (Lucas 23; 42)

El hombre es la única criatura de la creación que tiene conciencia de su propia mortalidad. Le desvela el punto final de su existencia; dejar atrás a sus seres amados, despedirse de la temporalidad y el plano de los sentidos; le aterra la idea de dejar de existir; de morir.

La Resurrección de Cristo es la victoria de la Vida sobre la muerte. El que dudó, tocó sus manos y costado perforados. Y así como luego lo vieron ascender, prometió que asimismo lo contemplarían regresar con toda su Gloria… (Lucas 21; 27)

Sin embargo, 1,192 años después de su gloriosa resurrección no pocos se impacientan. Hay mucha ansiedad. Ya no se predica: “Cristo viene pronto”. En los templos apenas se habla de la Parusía. Para no pocos parece como si Jesús se hubiera olvidado de los cristianos del planeta Tierra; estuviera ocupado en otra galaxia o se hubiera convencido de que esta humanidad, obtusa y perversa, no tiene remedio…

Para los que preguntan por qué demora, al menos yo prefiero confiar en la palabra proclamada por Pedro (2 Pedro 3) en el sentido de que para el Señor un día es como mil años y mil años son como un día.

Si es así, apenas comienza el segundo día… Y al tercero, Resucitó.

Lo cierto es que Jesús está en medio de nosotros. Envió el Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, que es Poder de Dios, que se manifiesta a pesar de la falibilidad del cura en cada consagración en el altar y acompaña a la humanidad todos los días hasta la consumación de los tiempos. (Mateo 28; 20).

El Resucitado está en medio de su pueblo y se reconoce fácilmente desde el Amor a la otra persona, preferiblemente a tu enemigo.

¡Feliz Pascua de Resurrección!

“Nadie sabe ni el día ni la hora; ni el Hijo ni los ángeles; sólo el Padre…”

Mateo 24; 36

El deslumbrante y revolucionario encuentro de Pablo con El Resucitado. Foto del mural Casa de Cursillos de Aguas Buenas.

Un comentario en “¿Por qué no regresa el Resucitado?

Deja un comentario