Caos en el Seminario de Filosofía de la Universidad de Puerto Rico

El cementerio de saberes: El abandono del Seminario de Filosofía Ludwig Schajowicz

Por Asociación de Estudiantes de Filosofía

Para Prensa Sin Censura

El abandono de los espacios comunes en la IUPI no es noticia, ni tampoco sorprende lo deteriorados que se ven los edificios que conforman el cuadrángulo histórico.

Sin embargo, en este pequeño apartado prestaremos especial atención a los seminarios de la Facultad de Humanidades. Antes, éstos eran destacados lugares de investigación académica y prestigiosos espacios que albergan recursos como libros, manuales, microfilmes, etc.—todos partes de la formación académica y social tanto del estudiantado como de los profesores.

Ahora, la mayoría de estos seminarios (Ludwig Schajowicz, Federico de Onís, Lewis C. Richardson, entre otros) están cerrados y sin personal asignado o sus servicios son canalizados a través del Seminario Multidisciplinario José Emilio González. 

De todos estos lugares de estudio e investigación, comenzamos por discutir la situación en la que el Seminario de Filosofía Ludwig Schajowicz se encuentra. 

Este Seminario, fundado en 1970, es la biblioteca laica más grande del Caribe y cuenta con un total estimado de 21,000 libros (su gran mayoría donados por profesores ilustres tales como el mismo Ludwig Schajowicz, Manfred Kerkhoff y Esteban Tollinchi).

Sin embargo, este espacio tan valioso ha sido víctima del abandono y de la negligencia de la administración de la UPR. 

Un breve recuento

En tiempos pre-María, el Seminario de Filosofía (localizado en el antiguo edificio Hostos) albergaba el Departamento de Filosofía. Hace casi una década, la oficina administrativa del Departamento de Filosofía se reubica al edificio Pedreira. Esta relocalización comienza el proceso de abandono del Seminario,culminando con su cierre y, finalmente, cediéndosele el espacio a otra facultad. 

Los daños que el Huracán María produjo en el Seminario todavía son visibles y aún no se han atendido. La propagación de hongos en el espacio, la falta de ventilación apropiada, puertas con polilla y ventanas rotas son parte del complejo de obstáculos que imposibilitan que se presten los servicios del seminario. 

Desde noviembre del 2017, el Decanato de Humanidades llevó a cabo una propuesta solicitando fondos para la reparación y rehabilitación de los semanarios. La National Endowment for Humanities (NEH) aceptó la propuesta para la “protección de las colecciones de humanidades de los daños causados por el Huracán María”. 

Dado que FEMA no aceptó la propuesta ni desembolsó fondos para la reparación del techo del edificio Hostos, la NEH solo desembolsó $30,000 para adquirir 11 deshumidificadores y materiales de preservación.

Esto conllevó un costo de $16,153 y un sobrante de $13,847. En 2019, El Decanato de Humanidades peticionó a la NEH utilizar el sobrante para reparar el problema de filtraciones del edificio Hostos, pero la organización no permitió el uso del sobrante para este propósito. ¿Dónde está ese restante y para qué se ha usado? No hemos recibido ningún documento que clarifique esta interrogante. 

Tras el cierre del seminario, el bibliotecario custodio en propiedad de las colecciones del Seminario, recomendó que “se canalicen y se hagan desde el Seminario Multidisciplinario y se mantengan los recursos de información (libros) en el Seminario de Filosofía, cuando los usuarios lo soliciten se buscan los recursos y se traen al Seminario Multidisciplinario para su uso”.

Es decir, que hay acceso a los recursos del Seminario, pero el lugar en sí está cerrado. Cualquier persona que desee acceder a las colecciones del Seminario debe comunicarse con el bibliotecario docente o la dirección del Departamento de Filosofía para solicitar y recibir el recurso al que tendrá acceso solo en los predios del Seminario Multidisciplinario.

Cabe recalcar que el bibliotecario en propiedad es quien administra la mayoría de los seminarios de la Facultad de Humanidades y no cuenta con personal que le asista en sus tareas. Por esta razón, la multiplicidad de labores que son parte de la operación de los seminarios recae sobre una sola persona, lo que obstaculiza el uso de estos espacios y de los recursos del Seminario. 

Por otro lado, el que el Seminario de Filosofía esté cerrado atenta directamente contra la viabilidad y la calidad del currículo de Filosofía (graduado y subgraduado). No solo se espera que los estudiantes vayan seguidamente a este seminario para auscultar material para sus clases o que sean referencias para trabajos de investigación, sino que el profesorado también utiliza estos recursos en la preparación de clases y en sus propias investigaciones. 

En fin, el seminario no es accesible, no presta servicios directamente a la comunidad y nunca hubo iniciativa concreta para restaurar el lugar donde tantas personas colaboraron para darle a la comunidad puertorriqueña un patrimonio cultural.

La situación actual del Seminario

El problema del Seminario de Filosofía se visibilizó aún más cuando se hizo noticia que la Facultad de Comunicación e Información (FaCi), se trasladará al edificio Hostos. Por qué la administración pensó que unos de los lugares más deteriorados y abandonados era la mejor elección para ubicar a la facultad que famosamente lleva décadas sin un espacio permanente es un misterio. Aunque es cierto que FaCi merece un espacio digno, los cuestionamientos de los estudiantes de humanidades ante la decisión de la administración de la UPR no deben ser invalidados.

Ante esto, nos cuestionamos: ¿Por qué el Seminario de Filosofía, suponiendo que fue María la responsable de su cierre, no se restauró en los pasados 7 años? Y, tomando en cuenta que la cede de FaCi fue desplazada por el Huracán George, ¿por qué no se le ubicó en otro edificio del Recinto o por qué no se le construyó un edificio (no un vagón) donde puedan operar propiamente?

Si se sigue la lógica actual de los hechos, la administración le cederá un edificio en ruinas a una facultad desposeída por décadas.

El Decanato de la Facultad de Humanidades identificó el salón 207 en el edificio Pedreira como la nueva cede del Seminario de Filosofía. No obstante, se nos ha comunicado que hay una serie de retos que impiden la relocalización. Luego de un estudio coordinado por la Oficina de Protección Ambiental y Seguridad Ocupacional (OPASO) y la Oficina de Planificación y Desarrollo Físico (OPDF), se encontró que el salón 207 del edificio Pedreira contiene asbestos y se solicitó una cotización para su remoción. Al momento, la habilitación de dicho salón no tiene fecha. Habiendo ya comenzado labores de restauración del edificio Hostos para el traslado de FaCi y, por lo dicho, no habiendo un lugar nuevo para el Seminario en el edificio Pedreira, los libros del Seminario continúan expuestos y se siguen deteriorando. Asimismo, el Decanato de Humanidades no ha destinado un espacio intermedio para proteger estos libros ni ha comenzado esfuerzos de asperjación de éstos para salvarlos del daño por humedad y hongos. 

Al momento, los libros del Seminario se encuentran en cajas de cartón sobre mesas, sillas y en el piso—sin hablar de los miles de libros que no han sido catalogados y que se encuentran en la bóveda del edificio Hostos activamente sufriendo daños por filtraciones de agua. 

Se ha peticionado en varias instancias al Decanato de Humanidades y la administración de la UPR el traslado íntegro de nuestro seminario. Sin embargo, este reclamo, a 7 años del paso del Huracán María, aún no han sido atendidos. Las condiciones actuales en la que se encuentran estos recursos no son sostenibles.

La Asociación de Estudiantes de Filosofía considera que la asperjación de los libros y su traslado a un espacio intermedio seguro y con las condiciones apropiadas para la preservación de estos recursos debe iniciarse de inmediato. Estas labores deben darse en paralelo a la habilitación del salón 207 del edificio Pedreira para que nuestro seminario tenga una cede permanente lo antes posible. 

Por otra parte, necesitamos la contratación de bibliotecarios profesionales asignados no solo al Seminario de Filosofía, sino a los demás seminarios de la facultad que se encuentran en riesgo igualmente. 

Necesitamos y exigimos espacios de investigación, de formación y confraternización dignos y accesibles. No podemos dejar que se pierdan estos lugares tan valiosos que conforman la memoria histórica y un patrimonio cultural de la universidad y del país.