Guardaos de los falsos profetas

Opinión/Fe

Por Julio Álvarez Rivera

Para Prensa Sin Censura

Cuando Juan el Bautista se encuentra con los fariseos, los tiene que reprender. Cuando el apóstol Pedro se encuentra con Simón el Mago, lo tiene que reprender. Cuando el profeta Elías se encuentra con Jezabel, la tiene que reprender.

¿Qué tenían en común los fariseos, Jezabel y Simón el Mago? Eran falsos profetas, y los verdaderos profetas los tenían que confrontar. ¿Y por qué los tenían que confrontar? Eran profundamente injustos, eran insensibles y corruptos. Fíjense que en los tiempos en que Cristo caminó sobre la Tierra hubo mucha gente pagana y el Señor no la atacó.

Los que Él llamó: «lobos rapaces» en Mateo 7:15 no eran los que simplemente tenían una creencia equivocada y estaban en búsqueda de la verdad. Eran los que devoraban al pueblo; así como los falsos profetas en Puerto Rico han tenido un rol muy protagónico en la ruina moral, económica y social que sufre nuestro pueblo.

Usted tiene por ejemplo al ex Monseñor Daniel Fernández Torres, pasado obispo de la Diócesis de Arecibo. Él hacía sus listas de «candidatos de fe y valores», no en su carácter personal sino EN NOMBRE DE LA DIÓCESIS, o sea: en nombre de todos los católicos de Arecibo sin molestarse en preguntarles si todos estaban de acuerdo con él.

Es un abuso. Los falsos profetas tienden a imponerse. Usted no tiene que ser del MVC porque yo sea del MVC. Los partidos no salvan sino Cristo.

Pero la falsa doctrina de reducir la moral y los valores a los temas sexuales por más que se atropelle al pueblo al extremo de dejar morir a miles en un huracán escondiendo suministros, al extremo de negarse a auditar la deuda de Puerto Rico para encubrir a los que desfalcaron el país, al extremo de usar la Policía para imponer construcciones que violan reglamentos ambientales federales y estatales y para arrastrar por el piso a los manifestantes como si fueran costales de basura, es una enseñanza abominable que en Puerto Rico se predica principalmente por dinero. Ya ustedes vieron al pastor aquél que recibió seis millones de dólares en un contrato con el Gobierno para arreglar una quebrada.

Por eso a estos falsos profetas no les importa cuánto se abuse de la gente. A Otoniel Font no le importa. Al Padre Carlos Pérez tampoco.

Sal de ahí de una vez. Corre de ahí. Ven a la Verdad porque los profetas bíblicos siempre se posicionaron del lado de los oprimidos, no de los opresores.

(El autor es Pastor de la Primera Iglesia Pentecostal con Teología de la Liberación en Puerto Rico.)