LUMA Energy y la deforestación de Puerto Rico

Por Hernaliz J. Vázquez Torres

Organizadora de Justicia Ambiental y Planificadora Ambiental del Sierra Club

En la reciente charla organizada por el Sierra Club, con la participación del reconocido ecólogo Dr. Ariel E. Lugo, se discutieron ampliamente los impactos del plan de manejo de vegetación propuesto por LUMA Energy.

La actividad, coordinada por quien suscribe como planificadora ambiental en Sierra Club, contó con la participación de alrededor de 50 personas y tuvo como objetivo informar y movilizar a la comunidad para detener y fiscalizar las acciones de LUMA.

Durante la charla, se planteó la firme oposición a que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) acepte la mitigación propuesta por LUMA, ya que esta es contradictoria a la Ley 33 de Cambio Climático y al plan de reforestación del Comité de Cambio Climático.

Este plan establece que se deben sembrar 500,000 árboles en un período de cinco años, una meta que podría verse seriamente comprometida por la tala indiscriminada.

El Dr. Lugo reveló que la tala de árboles de LUMA abarcaría 2,648 cuerdas, lo cual representa aproximadamente el 20% de todos los bosques estatales de Puerto Rico.

Uno de los puntos más preocupantes discutidos fue la falta de transparencia en el plan de LUMA, ya que no se indica claramente «el cómo, cuándo y dónde» se llevarán a cabo las talas. Además, se desconoce cuántos apagones podrían ocurrir debido a la eliminación de la cobertura arbórea.

El Dr. Lugo reveló que la tala de árboles de LUMA abarcaría 2,648 cuerdas, lo cual representa aproximadamente el 20% de todos los bosques estatales de Puerto Rico. Esta tala masiva no sólo implica la eliminación de árboles en las 16,000 millas de líneas de distribución, sino también la remoción de vegetación y corteza terrestre para abrir caminos y acceder a estas líneas.

Un aspecto particularmente alarmante es el uso de glifosato en el plan de LUMA, lo cual conlleva riesgos significativos de contaminación del aire y del agua, así como un aumento en las temperaturas locales.

Además, una de nuestras observaciones con el plan es que, además de no presentar una declaración de impacto ambiental, la documentación presentada está en inglés y redactada en un lenguaje técnico por abogados. Sabemos que esto es una acción deliberada para que solo unas pocas personas, y no el pueblo en general, puedan entenderlo y apropiarse de la información para intervenir.

Esta situación subraya que LUMA, más que servir a la comunidad, parece estar priorizando sus intereses financieros. No podemos permitir que actúen de manera irresponsable y desmedida. Nuestro compromiso es seguir organizando y movilizando a la comunidad, proporcionando las herramientas colectivas necesarias para detener y fiscalizar sus acciones, y asegurar que las prácticas de LUMA sean transparentes y responsables.

Por tanto, hemos redactado una breve guía para realizar censos de flora y árboles como un llamado y herramienta para que las comunidades se organicen efectivamente contra el plan de deforestación de LUMA. Esta guía permitirá a las comunidades documentar y proteger su entorno natural, fortaleciendo así su capacidad de resistencia frente a las acciones perjudiciales de LUMA.

Estas intervenciones que hacemos en Sierra Club son bajo la campaña «Acción Climática Ahora”, que responde a la declaración ciudadana de 10 puntos mínimos para una gobernanza que atienda la crisis climática. Hemos insistido en que la crisis climática no se atiende aisladamente. El cambio climático lo afecta todo. Por esto es vital que el gobierno asuma la sostenibilidad ambiental y social como principio rector. Lo que el gobierno haga o deje de hacer tiene un impacto directo sobre cómo vamos a vivir en los próximos años.

Insistimos en que las acciones para mitigar y enfrentar la inminente realidad del cambio climático deben incluir la protección de los bienes comunes naturales de los que nuestra vida depende. Debe detenerse la tala indiscriminada de árboles y la extracción en áreas naturales indispensables como infraestructura natural para mitigar, desacelerar y adaptarnos al cambio climático.

A la actividad asistió la representante del Movimiento Victoria Ciudadana, Mariana Nogales Molinelli, candidata por nominación directa en las elecciones del 5 de noviembre y quien participó respondiendo preguntas de los asistentes y detallando las gestiones realizadas en la Cámara de Representantes.

El Sierra Club de Puerto Rico es un capítulo que se fundó en 2004 y vamos a cumplir 20 años organizando, movilizando y fiscalizando por la justicia climática y ambiental.

Desde la protección del Corredor Ecológico del Noreste (CEN) hasta influir en políticas públicas, hemos estado comprometidos en la defensa de nuestro entorno y en la lucha por un futuro sostenible.

Nuestro objetivo es garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un Puerto Rico Ecoresiliente, donde la justicia ambiental y climática sean una realidad tangible.

FOTOS/Gabriela Ross y Hernaliz J. Vázquez Torres