La antigua Escuela Rosendo Matienzo Cintrón, a pasos de la playa La Pared y la casa alcaldía de Luquillo, la han convertido en un vertedero, desencajando a vecinos y visitantes, sin que al alcalde popular Jesús Jerry Márquez le importe un ápice. Hace un año trascendió, según publicado por el CPI, que la desarrollarían en un hotel con la anuencia de la administración municipal. La escuela, con la gentrificación rampante que margina a los luquillenses y privatiza sus propiedades, es apetecida por el capital extranjero por su inmediatez al mar.
Jaime Torres Torres

