Economía empática con inteligencia social: la salvación de Puerto Rico

Sexto y último de una serie de artículos. Prensa sin censura agradece a la autora, Dra. Martha Quiñones Domínguez, economista y planificadora, por su excelente, oportuna y reveladora colaboración.

Dra. Martha Quiñones Domínguez 

Especial para Prensa sin censura

La propuesta de desarrollo transversal es un método de intervención que incorpora a las comunidades, por medio de la participación, la planificación, fortaleciendo sus habilidades y tecnologías, creando planes participativos con objetivos claros y procesos transparentes para enfrentar y resolver los desafíos del siglo XXI.

Es cambiar de paradigmas en la forma de hacer e interpretar la economía y las relaciones con los seres humanos, integrando a los grupos excluidos, en especial a las mujeres.

Es entender que la solución no es externa, la solución es nuestra, que el nuevo desarrollo busca crear una economía propia, fortalecida, creativa e innovadora. En vez de continuar remendando el modelo industrial agotado, la solución debe ser creada desde adentro (desarrollo endógeno) donde se obtienen espacios económicos diversificados que se fortalecen, construyendo herramientas eficaces que sustituyan el modelo actual, para la creación de un modelo de desarrollo que se construye a partir de los proyectos desde las comunidades.

La economía empática con inteligencia social y la planificación transversal establece las condiciones para conseguir la máxima eficiencia económica que se logra evaluando las políticas que persiguen la consecución de ciertas metas y objetivos que se consideran deseables para alcanzar el objetivo de bienestar social. Ese bienestar social es el conjunto de esos factores que una persona necesita para gozar de calidad de vida, tranquilidad y satisfacción humana. En el que se tengan calidad y acceso a la educación y a la salud, el acceso a agua potable, a alimentos, a viviendas seguras, promoviendo la igualdad de género, la seguridad social, reduciendo la pobreza, aumentando la equidad social y económica, con un conjunto de prácticas tendientes a superar la exclusión e iniquidades y alejándonos de la dependencia son elementos importantes para lograr aumentar el bienestar y mejorar la calidad de vida y el medioambiente, además de tiempo para la cultura, los deportes, etcétera. Donde todas las personas tienen los mismos derechos humanos y las mismas oportunidades en un determinado aspecto.

El Estado tiene la función de lograr equidad para todos, diversificar la economía y corregir todas las acciones que propendan a limitarla o sea los fallos del mercado o externalidades: como la pobreza, y la dependencia.

El desarrollo transversal es un reto en un ambiente colonial como el de Puerto Rico por ser de resistencia y que fomenta la liberación del ser humano, abriendo espacios de emancipación como una alternativa real que cree una economía sólida, solidaria y un Gobierno capaz de proveer bienes y servicios. Una economía que utilice la planificación transversal como una herramienta de desarrollo, atravesando todo proceso económico, social, ambiental y lo articula.

Sin embargo, para crear ese nuevo modelo en el archipiélago de Puerto Rico se requiere una nueva filosofía para gobernar al país, desde su gente y no desde una élite económica-política. Esta nueva filosofía no afecta los servicios y las empresas/negocios, sino que utiliza de forma eficiente la riqueza para lograr objetivos sociales de equidad, justicia y buen uso de los recursos para mejorar la calidad de vida y el bienestar de la sociedad en general. Es vivir la democracia participativa donde el poder social decide su agenda que va construyendo, con alto sentido de responsabilidad colectiva de equidad, justicia y desarrollo social.

Podemos cambiar la economía desde nuestras comunidades entendiendo nuestro papel activo como agentes de cambios que se fomenta con la participación activa, crítica y creadora. Comenzamos a ver la economía desde otra perspectiva para buscar soluciones a los problemas sociales y económicos que requieren pensamiento solidario para poder consolidar la estabilidad del desarrollo económico y social y lograr una distribución equitativa de las riquezas, así como crear empleos. La economía que crecía atrayendo inversión de afuera (exógena, foránea) se ha agotado y debemos reforzarla con una buena dosis de economía desde adentro (endógena).

Una economía que crece de adentro hacia afuera y que provea el marco para que diversos modelos de empresas solidarias, como es el movimiento cooperativista, sean el enlace que potencie y fortalezca la misma.

No es una mera propuesta económica, es un modo de vivir y de ser, por eso la forma de hacer economía debe ser con una lógica solidaria, que debe adoptar la planificación transversal como una herramienta metodológica que permite diseñar la estrategia de desarrollo económico y social comunitario.

En Puerto Rico este tipo de enfoque alternativo lo encontramos en proyectos que se han gestado dentro de la filosofía de la solidaridad. Poco a poco se han llenado esos espacios intersticiales que van desde satisfacer necesidades hasta crear nuevos productos. Son espacios de resistencia, lejos del ojo del Gobierno, que van educando sobre la transformación de la sociedad y la liberación. Esa es la economía empática con inteligencia social donde la planificación transversal es la herramienta que puede articular ese proyecto de desarrollo. Tanto Hirschman (1958) como Schumacher (1973) tenían razón, hay espacios por donde comenzar el desarrollo, pero hay que encontrarlos utilizando e identificando otra forma de investigar en la economía y en espacios pequeños donde se puede dar el desarrollo, compartir el conocimiento y tener crecimiento. Para las islas pequeñas se ha demostrado que se puede tener desarrollo y crecimiento económico si se sabe utilizar el potencial de las personas y la economía del conocimiento y compartir esos saberes. En el caso de Puerto Rico y su condición colonial, desde esos espacios podemos ir creando la posibilidad de desarrollo transversal que a su vez lleve a procesos de liberación y a pedir poder político para poder transformar. Educando sobre la posibilidad de que islas pequeñas pueden tener desarrollo y crecimiento si sabes buscar alternativas en los proyectos desde las comunidades.

Comenzar un modelo de desarrollo comunitario solidario es ir reformando la democracia y la equidad para un nuevo país. Requiere voluntad política y valentía al ceder el poder al pueblo para que sea gestor de su desarrollo y que atienda los problemas reales. La autonomía que se ejerce se orienta hacia los resultados, todos se involucran, es un cambio de paradigma o filosofía, es cambiar la visión. El producto esperado es un Puerto Rico próspero, solidario, creativo, equitativo y justo.

Cuando la comunidad participa en su desarrollo libera al ser humano de la dependencia y lo posesiona como un autogestor de su destino. Es desde esos espacios que se encuentra el desarrollo transversal, que cambia la forma de entender la economía, logra bienestar para las personas y mejorar la calidad de vida, es un proceso alternativo dentro del sistema colonial. Lo encontramos en el Bosque Nacional Modelo de Puerto Rico: acueductos comunitarios, energía solar y turismo-ecología en la comunidad Toro Negro, en el mercado de mujeres del Centro Paz para la Mujer, los proyectos agrícolas, de turismo y ecología en el Centro de Microempresas y Tecnologías Agrícolas [CMTAS], la Corporación de Servicios de Salud Primaria y Desarrollo Socioeconómico EL OTOAO [COSSAO], Casa Pueblo en Adjuntas (agricultura, energía solar), Proyecto Matria (Arepa Chic), Instituto Universitario para el Desarrollo de las Comunidades [IUDC], adscrito al Departamento de Ciencias Sociales del Recinto Universitario de Mayagüez [UPRM]; y algunos grupos ambientales, además de otros proyectos exitosos en Puerto Rico.

Se impone un desarrollo alternativo para guiar agendas de desarrollo realista que responda a los problemas actuales y que supere el problema de deuda pública, la austeridad fiscal y la dependencia. Tenemos que proponer la creación de un modelo de desarrollo que se construye a partir de los proyectos desde las comunidades, democráticos, participativos, que integre la diversidad y a la vez reconozca los derechos humanos de las comunidades.

Foto/Freepik

Un comentario en “Economía empática con inteligencia social: la salvación de Puerto Rico

  1. Espero que la élite política del país al menos lea este último segmento del tremendo análisis económico aquí expuesto y las soluciones muy viables (en mí humilde opinión) que con voluntad se pueden llevar acabo. Solo eso espero, este ultimo de los seis artículos sea leído por nuestros honorables legisladores y sus asesores.

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