La metamorfosis de Gilberto Santa Rosa

JAIME TORRES TORRES

Periodista y Editor

PRENSA SIN CENSURA

Es cuando lo bueno se pone mejor y la excelencia alcanza la perfección.

Treinta años atrás, en 1993, Gilberto Santa Rosa lanzó el álbum “Nace aquí”, el que terminó de consolidar su carrera tras producciones como “Salsa en movimiento”, “Punto de vista” y “Perspectiva”.

Hace rato que el muchachito de Country Club, que comenzó a guapear en el ambiente salsero cuando era apenas un niño, hoy es un artista completo, sofisticado a ultranza pero sin perder el don de conexión con su Pueblo.

Este 21 de agosto cumplirá 61 años que celebró a casa llena en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot con el espectáculo “Auténtico”.

Hace tres décadas, como parte de la secuencia de “Nace aquí”, escaló las listas de éxitos con “Sin voluntad”, “Me volvieron a hablar de ella” y “Que manera de quererte”.

Hoy, es evidente e indiscutible que la metamorfosis de Gilbertito, del sonero de plaza pública a todo un Señor del espectáculo, ha discurrido justo al lado del productor Rafo Muñiz, presidente de ProLat. La puesta en escena de “Auténtico” mantuvo gozando por espacio de casi dos horas y media a la multitud de ‘baby boomers’, Generación X y milenials que abarrotó el principal ‘venue’ de eventos masivos en Puerto Rico.

Con una sincronización perfecta, resultado de no pocas horas de ensayos, en 2023 Gilberto revalida como el exponente de la salsa que, en términos de producción, sigue a la vanguardia a nivel mundial. El uso de graficas y de elementos de la tecnología digital en general, el contenido visual de alta creatividad, coreografías arrolladoras y minuciosamente desplegadas, una orquesta dinámica que baila y actúa, un diseño lumínico de sobrado ritmo y colorido, y un Artista de una presencia escénica sofisticada e imponente, de magnética proyección, bailador incansable, sonero inigualable como demostró en “Perdóname” y cantante que vocalmente no desmejora sustentan la afirmación de un ente integral en continua evolución.

La precisión en la puesta de escena, un libreto coherente y sagaz garantizaron la extraordinaria propuesta de un histrión salsero cuyo equipo de trabajo incluye, en algunos temas, al coreógrafo Tito Ortos, a Michelle Sotomayor y Gino Ramírez en los coros y una configuración de excelentísimos músicos como Juan Carlos Vega en el sintetizador, Pete Perignon en el timbal, Rebeca Zambrana en la trompeta, Gerardo Rivas en las tumbadoras, Johnny Torres en el bajo, Luis Marín en el piano y el trombonista Georgie Torres, director musical, entre otros.

El nuevo ‘Bugalú” con la electrizante y articulada coreografía de Ortos, la bomba “No me dejes solo”, de su lp “Punto de vista”, el popurrí de boleros adaptados a la balada como “Un amor para la historia”, el tributo a Tito Rojas con “Por la calle del medio”, el medley de los éxitos de sus primeros álbumes con Combo Records y Sony Latin, canciones como “Quiéreme” que grabó con la Sonora Sanjuanera y éxitos obligados como “Conteo regresivo” se escucharon durante una velada en la que numerosas parejas bailaron en la arena o área contigua al escenario del Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot.

Escenario del memorable regreso de un artista consumado, muy disciplinado, que articuló palabras de respeto hacia la Mujer y cuya magistral metamorfosis Puerto Rico y otros mercados celebran, disfrutan y agradecen precisamente por la autenticidad de su arte popular.

No hubo excesos en la producción y si acaso faltó alguito fue recordar a los que se marcharon, gente clave en su orquesta como José M. Lugo y Jimmie Morales, y por supuesto a Tito Puente y a Tito Rodríguez en su centenario y a quienes rindió tributo con Eguie Castrillo en un concierto en Berklee que ya socializan sus fans.

Por lo demás, “Auténtico” fue un espectáculo de cinco estrellas que proyecta a Gilberto como el rey salsero del escenario.