Una reflexión sobre la censura en el Día del Periodista y la Semana de la Prensa

Por la liberación de Julian Assange, inminente mártir del Periodismo mundial, invisibilizado por la prensa de Puerto Rico.

JAIME TORRES TORRES

Periodista y Editor

PRENSA SIN CENSURA

Es necesario un paréntesis para reconocer y aplaudir la gesta de colegas que, sin estudios en Periodismo, desempeñan el oficio con dignidad visibilizando e impartiendo voz a los amordazados e ignorados de las comunidades en Puerto Rico.

Aplaudo la labor de Enzo Torres, el León Fiscalizador, y de José Luis Lebrón, de Prensa Comunitaria.

Igualmente a Santiago Gabrielini, de Nueva Isla, y a Sandra Rodríguez Cotto, de En Blanco y Negro, mujer perseguida, amenazada e intimidada con demandas por la valentía con que ejerce el oficio.

Se me olvidan otros nombres que en tiempos de tanta incertidumbre honran la profesión y dictan pautas que, irremediablemente, desde un escritorio copiando textos, fotos y videos, los medios corporativos, por aquello de salvaguardar su imagen, cubren con las muelas de atrás.

Si trabajaran en medios corporativos, con líneas editoriales a favor de los grandes intereses de políticos, corporaciones y empresarios, no podrían divulgar un ápice de lo que diariamente comunican e informan.

Precisamente la emisora digital Prensa sin censura en mixlr y la página prensasincensura.com, además de su muro en Facebook y otras redes, surgen de las experiencias de censura a mi labor periodística en medios corporativos y regionales.

Estos medios independientes son resultado de la autogestión y, naturalmente, conllevan el desembolso anual de pagos para mantenerlos activos, a pesar de que sus operaciones discurren al margen del capital, como una contribución a Puerto Rico y a la diáspora boricua en Estados Unidos.

Cuando dirigí El Visitante, el Arzobispo de San Juan, me prohibió divulgar el nombre de un cura pederasta, a pesar de que una de sus víctimas lo autorizó. El entonces obispo de la Diócesis de Arecibo, hoy despedido por el Papa Francisco, objetó la publicación en 2009 de una entrevista con el cantautor panameño Rubén Blades en la efeméride del martirio del Obispo de El Salvador, Oscar Romero. Meses después, en pleno Año Sacerdotal, estalló el escandalo de abuso sexual clerical en Irlanda.

Tampoco son pocos los reportajes investigativos que los editores de un poderoso periódico de circulación general le censuran y engavetan a sus reporteros.

En WMDD 1480 AM la dueña me suplicaba que no fiscalizara en mi programa “La Noticia a Fondo” la gestión del alcalde de Fajardo, Aníbal Meléndez Rivera y de su cuñado Carlos ‘Johnny’ Méndez, representante por el Distrito 36 y quienes pautaban propaganda continuamente en la emisora. Después del regreso del PNP al poder, tras las elecciones de 2016, fui despedido de WMDD en pleno mes de la radio.

En CIMA, emisora del oeste, la dueña me ordenó que no criticara a las iglesias durante el bloque en que retransmitían Prensa sin censura, mi respuesta radial digital a las experiencias documentadas en esta nota.

Desempleado, a petición de la alcaldesa de Loíza, conceptualicé, ensamblé y operé el proyecto Radio Loíza: Tu Emisora Municipal, donde al inicio la censura fue sutil de parte de su ayudante especial, un exsenador y candidato a representante derrotado en las pasadas elecciones.

El colmo ocurrió cuando se me increpó por críticas de los radioescuchas al ex legislador corrupto Héctor Martínez cuando regresó al Senado. Pude evitar posteriores señalamientos con un ‘disclaimer’ u advertencia que aclaraba que las expresiones vertidas en Radio Loíza por los entrevistados y entrevistadores no representaban la posición editorial de la administración municipal de Loíza.

Esa ha sido parte de mi experiencia en los medios y no es algo nuevo. La censura previa siempre ha existido en los medios de Puerto Rico que operan en un sistema capitalista de ganancias. Cada medio establece su línea editorial y el periodista que la transgrede termina en la calle.

Además, si en un pasado información y facturación fueron como agua y aceite, que no ligaban, ahora en los corporativos se complementan, prestándose la práctica a desvirtuar una profesión donde en los periódicos y medios en general las redacciones y los departamentos de ventas eran mundos distantes entre sí.

Son decenas los colegas que han terminado en las filas del desempleo por negarse a seguir las directrices de censura previa de sus editores o la autocensura, cuando un reportero se cohíbe de formular preguntas comprometedoras e incómodas para sus fuentes.

La experiencia de Sandra Rodríguez Cotto

Si hay una periodista independiente en Puerto Rico que ha sido objeto de censura y persecución esa es Sandra D. Rodríguez Cotto, una de las plumas más verticales del periodismo nacional.

Sandra recordó que en el pasado le sucedió a Luis Francisco Ojeda, Juan Ángel Silén, Daisy Sánchez, Wilda Rodríguez, Jesús Rodríguez García, entre muchos otros.

Gilberto Arvelo, mejor conocido como Dr. Shopper, habló de la censura de El Vocero a una columna sobre telecomunicaciones por alegadas presiones de la oficial de prensa de Claro, en momentos en que trascendió, en abril de 2021, que hubo causa para arresto contra la ex presidenta del Negociado de Telecomunicaciones Sandra Torres.

“Hasta la caricatura de Pepito la sacaron de Primera Hora por hacer una caricatura de Tata Charboniel. Lo botaron y pidieron perdón públicamente a la legisladora. Un año más tarde ella fue acusada federal. A Pepito se lo llevó Noticel a su página bajo la dirección de Oscar Serrano, pero cuando lo adquirió la gente del PNP (KOI) censuraron a Pepito y se tuvo que ir. Damaris Suárez también se tuvo que ir de Noticel y yo también”, relató la periodista del blog En Blanco y Negro y autora de varios libros sobre periodismo.

No pasó por alto a Elías Sánchez, ex mano derecha de Ricardo Rosselló y quien según recordó intimidó a los medios con amenazas de demandas y por eso aun hoy no lo mencionan.

“Ha mandado cartas amenazantes a TODOS los medios principales para que no hablen de él. Los medios, por miedo a demandas, ni lo mencionan. A mí me mandó abogados, encabezados por José A. Andreu Fuentes, a insultarme. Me los comí vivos. No he dejado de denunciarlo. No me dejé amedrentar”, versa el récord de Sandra Rodríguez Cotto, atacada por troles y en meses recientes intimidada por los abogados del hoy preso Donald Guerrero por su cobertura del caso de Autogermana y su presunto historial de corrupción como ex ministro de Hacienda en la República Dominicana.

La censura a su trabajo, incluso, detonó en su salida de emisoras como Éxitos 1530 de Utuado y Cumbre 1470 de Orocovis, además de WMDD 1480 en Fajardo. “En el caso de WMDD me sacó el que tiene el programa de la mañana por presiones del alcalde de Fajardo [el hoy fallecido Aníbal Meléndez Rivera] para que yo dejara de fiscalizar al PNP”, dijo Rodríguez Cotto, tarjeta de ‘troles’ que la difaman en las redes sociales y la indisponen con calumnias ante sus colegas y clientes como consultora certificada en comunicaciones.

Los medios de comunicación, recuerda continuamente Sandra, son negocios, cuyas líneas editoriales responden a sus intereses financieros.

La situación es mucho más comprometedora con la prensa y radio regional, que se sostiene con las pautas de las alcaldesas, alcaldes y legisladores, gran parte de los cuales pagan por entrevistas por encargo en programas de gran audiencia, como se reveló en el escándalo de Edwin Miranda, el hoy convicto Sixto George y Carlos Bermúdez con la agencia KOI.

Además, en una investigación que documentó en un libro premiado y reconocido internacionalmente, Rodríguez Cotto revela que en los últimos 15 años en Puerto Rico se han perdido más de 2 mil puestos de reporteros, editores y fotoperiodistas.

La censura previa pasa por debajo del radar informaciones como la explotación de nuestros recursos naturales, el tráfico de niñas y los procesos de gentrificación que desplazan o arrinconan a los puertorriqueños.

“Hay temas tabús que no se cubren, como el narcotráfico y los cabecillas. No se tocan porque no le conviene a los empresarios mediáticos. Hoy en día los periodistas tienen miedo de hacer cualquier planteamiento público porque los pueden botar. Lo mismo sucede con otros temas que tienen que ver con sus anunciantes que a ellos no les interesa porque representa pérdida de publicidad. En un momento como en el que está Puerto Rico, donde hay tanta escasez de anuncios, van a publicar lo que entiendan sea positivo. Esto va a promover un mayor nivel de censura y los periodistas están acudiendo a la autocensura. Tienen miedo. Ve a cualquier conferencia de prensa para que veas las preguntas estúpidas que hacen por miedo a que los boten”, señala la coautora del libro “Para entender los medios de comunicación en Puerto Rico: Periodismo en entornos coloniales y en tiempos de crisis”.

Esas son parte de las experiencias que, en resistencia, justifican el surgimiento de medios emergentes e independientes como En Blanco y Negro con Sandra, Prensa Comunitaria de José Luis, León Fiscalizador de Enzo Torres y Prensa sin censura.

Mientras tengamos vida y salud seguiremos al frente de Prensa sin censura, publicando lo que otros medios ignoran, en un escenario en que es harto conocido que no pocos pagan por ‘likes’ y ‘views’ y tampoco no pocos cobran por alinearse con el discurso del establishment farmacéutico corporativo como aún sucede con una pandemia de Covid-19 que terminó en Estados Unidos pero que aquí se estira como una goma de mascar insípida y desgastada.

Nuestro norte, tras la incorporación de la Asociación de Periodistas Independientes de Puerto Rico (ASPIPR), es concluir un currículo para adiestrar reporteros ciudadanos en las comunidades marginadas de Puerto Rico.

Una Prensa libre y sin ataduras financieras es poderosa, dicta pautas de cobertura y forja opinión pública, como diariamente lo hacen los periodistas independientes aludidos en este artículo.

¡Felicidades en el Día del Periodista y en la Semana de la Prensa 2023!

Un comentario en “Una reflexión sobre la censura en el Día del Periodista y la Semana de la Prensa

  1. Tuve un primo periodista sin diploma, pero con co…lumna vertebral. Trabajó en dos periódicos, hoy desaparecidos. En ambos, apoyó huelgas (con tres hijos pequeños que mantener) y lo botaron de ambos. Fue a trabajar a un tercero y allí estuvo… hasta que cumplió los 65. Lo «invitaron» a irse.

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