Dr. Árbol vivirá en cada Tabonuco de El Yunque

In Memoriam

JAIME TORRES TORRES

Periodista y Editor

PRENSA SIN CENSURA

Cada sábado enviaba sus acertados y necesarios artículos a este medio independiente.

Destilaban respeto por la Madre Naturaleza y espiritual reverencia a sus amados Seres Arbóreos, que defendía con su verbo, pero también con su militancia en la calle.

Dr. Árbol, el colega y amigo Carlos Montalvo-Mont, era un acérrimo defensor, posiblemente el más, del ambiente del área Este de Puerto Rico.

No pocas veces fiscalizó alcaldes por sus erradas e insensibles políticas de deforestación y talas indiscriminadas. No pocas veces alzó su voz contra la incompetencia y falta de empatía de la compañía foránea Wright Tree Services. Tampoco se calló cuando la administración del Bosque Nacional El Yunque descuidó la PR-186 en dirección a El Verde y comenzó disimuladamente su proceso de deforestación en zonas en que se experimenta y manipulan las temperaturas.

Asimismo Carlos Montalvo-Mont, oriundo de Utuado e hijo adoptivo de El Yunque, disfrutaba compartir sus conocimientos en talleres para niños y jóvenes interesados en cuidar la Pachamama, nuestra casa común.

Desde hace aproximadamente un año compartía su sabiduría y experiencia con el Pueblo a través del programa “Los Seres Arbóreos y la Ecología Mundial” que transmitió viernes a las 2pm la emisora Victoria 840 AM. Semanalmente, además, colaboraba y publicaba sus artículos en el blog noticioso independiente prensasincensura.com.

En meses recientes denunció la matanza de árboles de María en los predios del antiguo edificio del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) en Puerta de Tierra; los errores e irresponsabilidades gubernamentales en la otorgación de permisos, el veneno del glifosato y su daño a la flora y una nota de una sensibilidad y espiritualidad enternecedoras sobre la intuición y los sentimientos de los seres arbóreos.

Conocí a Dr. Árbol, uno de periodistas del gremio Asociación de Periodistas Independientes de Puerto Rico (ASPIPR), durante 1983, cuando Víctor Ríos, Javier Ortiz y Amado Estrella fundaron en Río Grande el mensuario Palique. Montalvo ya era un periodista consumado; que había laborado en El Mundo, Prensa Unida Internacional, Radio Reloj y que hoy continuaba colaborando con WKVM 810 AM y WMDD 1480 AM.

Dr. Árbol era una persona sumamente desprendida. Hoy atesoro el Plan de Manejo de la Reserva Natural del Río Espíritu Santo en Río Grande, con detalles de su riqueza de flora, fauna y biodiversidad en general. Solo leyendo el documento publicado en la década del 70 por el DRNA se podría comprender el crimen ambiental del multimillonario John Paulson en los terrenos donde ha desarrollado las mansiones Ocean Drive y el St. Regis Grand Resort.

Aparte de mi amigo, colega y colaborador, Carlos Montalvo-Mont era mi arbolista. Soy aficionado al cultivo de árboles frutales y en varias ocasiones podó las coronas y removió las ramas secas de árboles de carambola, mangó, guanánaba y grosella.

Me obsequió el árbol de mangó que este año ha regalado una de sus mejores cosechas y me advirtió que no podara uno de aguacate derribado y casi erradicado por el huracán María porque podía reverdecer y producir, como lo ha hecho este año desde su última cosecha en 2017. Y descubrí el Neem, el árbol farmacia, gracias a sus consejos. Tampoco olvido la recomendación de que jamás se deben podar las ramas de un árbol florecido, consejo que en semanas recientes he seguido al pie de la letra con un tamarindo dulce forrado de flores, destino de polinizadores como las indispensables abejas.

Además, Montalvo era un consecuente madrugador. Reconocía que las primeras horas de cada día eran las ideales para trabajar en la tierra. Las veces que me visitó lo hizo domingo a las 7am. Primero compartíamos una taza de café y luego a laborar. Siempre me repetía: ‘Tienes aquí un mini Yunque y el follaje de estos frutales regula la temperatura de tu casa. Lo que debes hacer es mantenerlos’, me dijo una mañana en que le obsequié la fábula “La Aventura Ecológica de Camila”, en que abordamos el tema de la urgente protección de las abejas.

Hace año y medio lo extrañé bastante. Como que hizo mutis de los medios y la comunidad. Sucede que se había enfermado, según me dijo, de sumo cuidado, pero sanó gracias a los consejos de la educadora etnobotánica María Benedetti.

Carlos Montalvo-Mont era un trabajador incansable. Hablábamos e intercambiábamos textos todas las semanas. En días recientes salvó de la poda un arbolito de carambolas en Encantada. No se detenía. Vivía feliz con sus perros en el Barrio Naranjo en Fajardo, colindante con la Sierra de Luquillo.

Era libre como los Seres Arbóreos que defendió con su vida, hasta su último aliento.

Solo una lágrima puede, con elocuencia, ponerle punto final a esta nota luctuosa. Montalvo, como yo le decía, vivirás en cada Tabonuco, Caoba y Ceiba. Protegerás, iluminado por el Espíritu Supremo del Universo, tu amado Yunque.

¡Descansa en paz, Amigo y Colega!

Sobre nuestro querido Carlos Montalvo-Mont:

El domingo 6 de agosto a las 3 pm se llevará a cabo una ceremonia para celebrar su vida.
En estos días será cremado y el domingo sembraremos un árbol en su nombre y con parte de sus cenizas. La actividad será en la que fuera su casa en la carretera 984 del Bo. Naranjo en Fajardo. El viernes podré enviar un pin de ubicación a quien interese llegar.
Agradezco a William Rivera que se ha hecho cargo de todo el proceso.

Migdalia Álvarez Ruiz