Escuela de ensueño será alquilada en Luquillo para desarrollo de un hotel

Editorial

JAIME TORRES TORRES

Periodista y Editor

PRENSA SIN CENSURA

Es una escuela en la que el Departamento de Educación invirtió varios millones en mejoras a su infraestructura.

Fue cerrada por la escasez de estudiantes.

La comunidad intentó rescatarla y durante un tiempo fue la sede del Comedor Social de Luquillo.

Sacaron al grupo de mujeres voluntarias que aportaba a Luquillo y Puerto Rico desde allí.

Se convirtió en un vertedero urbano, hospitalillo para usuarios, cuadra de equinos y refugio de personas sin hogar.

Desde hace alrededor de dos años Prensa sin censura y ciudadanos como Gabriel Santiago advirtieron sobre la privatización de la Escuela Rosendo Matienzo Cintrón, localizada en casi dos cuerdas, que colindan con la calle principal de Luquillo, a un minuto de la playa La Pared.

Hoy, según trasciende en una nota publicada por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), aparece en la lista de las escuelas cerradas que serán alquiladas o vendidas. La pregunta es a quién y no halla respuesta explícita e inmediata en el artículo del CPI, sino en los enlaces a detalles de cada plantel.

La noticia despierta suspicacia toda vez en años recientes trascendió la venta de la Escuela Julia de Burgos en la Urbanización Los Ángeles en Carolina al Concilio Fuente de Agua Viva de Otoniel Font por el valor nominal de $1. Hoy opera allá un colegio privado muy lucrativo para sus bolsillos.

Preguntamos a la publicista del CPI quién es el beneficiado de la Rosendo Matienzo Cintrón y dijo que desconoce.

La escuela es ideal, sin mucho esfuerzo y con el mínimo de inversión, para la edificación de un hotel de alquiler a corto plazo. Este medio independiente supo que el feliz agraciado, sin la celebración de vistas públicas, es un grupo hotelero.

El autor de la nota del CPI es el reportero José M. Encarnación Martínez, quien ayer publicó en su Facebook: “Entre 2017 y marzo de 2023 se aprobó el alquiler de 206 planteles escolares en desuso a los municipios y 82 escuelas a entidades privadas. Entre 2018 y marzo de 2023 se autorizaron 36 transacciones de compraventa de escuelas a entidades privadas y ocho a los municipios. En Luquillo, por ejemplo, el municipio gestionó en 2022 el alquiler a 20 años de la Escuela Rosendo Matienzo Cintrón para “desarrollar el hotel boutique Posada Estela Mar y demás componentes”. En Utuado otra escuela se propuso para ser un Airbnb”.

Estos apuntes no aparecen directamente en su artículo y tras una búsqueda orientada por el propio reportero encontramos lo siguiente:

Este joven periodista del CPI es sobrino de Carlos Encarnación, uno de los dueños del Food Truck Park que están haciendo en La Pared y para el cual el alcalde tampoco convocó a vistas públicas.

Es el nieto de Mr. Encarnación, ya fallecido, y de Ms. Encarnación, maestros muy respetados en Luquillo. Hijo de José ‘Joíto’ Encarnación, un ex rector del Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico. Y la abuela del joven reportero del CPI es la respetada Elia González de Encarnación, una católica práctica que es empleada de confianza, dirían que ‘mano derecha’, del alcalde Jesús Jerry Márquez.

Este joven periodista, muy profesional por cierto, tiene acceso a información sensitiva y privilegiada sobre la administración del alcalde de Luquillo que otros medios no reciben. En el mejor de los escenarios, para salvaguardar la credibilidad del medio que representa y su propia integridad periodística [que no dudamos] podría abstenerse de investigar y publicar un reportaje muy amplio y completo que incluye al alcalde para el cual sus seres queridos, muy decentes por cierto, trabajan. Es lo elemental de la ética periodística, que tampoco Prensa sin censura pone en entredicho. Pudo ser tan simple como decirle a su editor: “delegue la investigación en otro colega porque los hallazgos revelan tal o cuál cosa y mi familia está involucrada porque trabaja para el alcalde de Luquillo”.

La noticia ya indigna a parte de los constituyentes de Luquillo, que con el tiempo parecen convencerse de que Jesús Jerry Márquez es el más incompetente alcalde que ha desfilado por la poltrona. Un alcalde hipócrita, según comentarios publicados en las redes, que solo rinde pleitesía al capital.

Es un alcalde popular que, por su historial de mentiras y la propaganda ‘apaga fuego’ de sus publicistas, ni merece ser entrevistado, al menos por este medio, lo cual queda meridianamente claro en este editorial.

Jerry Márquez es el traidor detrás de la destrucción del humedal para la construcción del Hotel Fairfield By Marriot, cuyos dueños recientemente fueron multados por la EPA.

Entregó Punta Bandera, pero aún Maremio no inicia su desarrollo porque saben que los amigos del Mar se movilizarán.

Es cómplice del deterioro del Balneario La Monserrate; responsable de que el Centro de Arte y Cultura, legado de doña Edna Figueroa, sea refugio de la flota de camiones y vehículos, no pocos averiados, de manejo de emergencias, y entregó sin vistas públicas y de manera expedita al tío del reportero el solar frente a La Pared para el establecimiento de adefesios que limitan la disponibilidad de estacionamientos, trastocan la vista panorámica al mar y podrían llevar a la quiebra a negocios locales como William’s Pizza y Board Riders.

Sorprende que a no pocos constituyentes luquillenses les falte juventud y salud para luchar contra la gentrificación que promueve su alcalde popular. Es gente muy comprometida que ha luchado por generaciones. Pero ya no pueden hacerlo con el empuje de antaño y no se ve un relevo de resistencia porque parte de la juventud profesional de Luquillo ha emigrado, reside en San Juan o, como se documenta en este artículo, está comprometida con los grandes intereses y les tiembla el pulso.

Como el Viejo San Juan sin sanjuaneros, Luquillo tampoco es de los luquillenses. Luquillo es de los estadounidenses.

Prensa sin censura reitera en el presente editorial que Jesús Jerry Márquez, aparte de traicionar los mejores intereses del Pueblo, ha sido el alcalde más incompetente en la historia de Luquillo.