Publicado por The Hill
Más personas mayores que cualquier otro grupo de edad murieron de COVID-19 el verano pasado en medio de una oleada de enfermedad alimentada por nuevas subvariantes, según un nuevo análisis publicado el jueves por la Kaiser Family Foundation.
La fundación analizó los datos de COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y descubrió que las tasas de mortalidad aumentaron mucho más rápido para los estadounidenses mayores de 65 años, a pesar de la cobertura generalizada de vacunas dentro del grupo.
Entre abril y julio de 2022, el número de muertes relacionadas con el coronavirus entre las personas mayores creció a un ritmo más rápido para los adultos mayores, superando los 11 000 en julio y agosto. Si bien los totales de muertes también aumentaron para los menores de 65 años, el total fue entre cinco y seis veces menor para los estadounidenses más jóvenes.
En abril de este año, 1.306 estadounidenses menores de 65 años murieron de COVID-19, según datos de los CDC. El total mensual de este grupo demográfico ha caído oficialmente por debajo de ese número a partir de septiembre.
Dos mil personas mayores de 65 años murieron como resultado de la COVID-19 en septiembre que en abril. Sin embargo, este número todavía representó una caída de unas 4.500 muertes con respecto al mes de agosto.
La proporción de muertes por COVID-19 dentro del grupo de edad mayor de 65 años ha aumentado desde principios de este año, del 24 por ciento en enero al 40 por ciento en septiembre.
La organización señaló estos datos como una indicación de la importancia de continuar la vacunación contra el coronavirus. La vacunación primaria entre las personas mayores fue particularmente alta, el 95 por ciento, pero el entusiasmo por los refuerzos posteriores ha disminuido.
Menos del 50 por ciento de las personas mayores de 65 años han recibido sus segundos refuerzos, y no está claro cuántas personas recibirán el refuerzo bivalente y específico de omicron recientemente aprobado.
Un análisis de la Kaiser Family Foundation publicado a principios de este año estimó que una cuarta parte de las muertes por COVID-19 observadas desde el inicio de la pandemia podrían haberse prevenido con vacunas.
Una proyección más reciente publicada esta semana por el Fondo de la Commonwealth estimó que los refuerzos bivalentes actualizados podrían prevenir entre 75.000 y 90 000 muertes si se llevara a cabo una campaña de vacunación acelerada a partir de este mes.
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