Jaime Torres Torres
Prensa sin censura
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) anunció con fanfarrias la asignación de $1.8 millones para la reparación de las villas pesqueras, pero poco más de un año después y casi a cinco del desastre del huracán María la industria pesquera nacional, adscrita al Departamento de Agricultura, colapsa olvidada por el gobierno estatal y municipal.
Los pescadores de Loíza tienen que llegar a Río Grande para utilizar el muelle y la rampa de las instalaciones de la villa de este pueblo vecino para acceder al mar y gestionar el sustento de cada día.
Mientras, no pueden dejar sus embarcaciones en el estacionamiento de la pescadería en Puente Herrera porque, debido a que la verja está rota, los amigos de lo ajeno se roban sus motores, además de que las instalaciones están muy deterioradas, lo cual redunda en poca actividad de pesca, según reveló a Prensa sin censura el veterano pescador Rafael Pizarro de Jesús, presidente de la Asociación de Pescadores de Loíza.
Durante una visita a la pescadería en Puente Herrera, Loíza, fue evidente lo maltrechas que están sus facilidades. “El huracán María destruyó verjas, techos, los armarios y guardarropas de los pescadores y necesitamos que nos remodelen la verja y el techo”, dijo don Rafael, cuarta generación de una familia de pescadores, que por los pasados 30 años han gestionado sus medios de sustento desde Puente Herrera.
Un año atrás personal de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y del Departamento de Agricultura visitaron las instalaciones, pero desde entonces no se han comunicado con Rafael Pizarro de Jesús.
“Tomaron medidas y escribieron. Tengo un amigo del pueblo que me dijo que regresarían a trabajar, pero tres meses después nadie ha regresado”, sostuvo Rafael Pizarro de Jesús, quien representa a alrededor de 11 obreros de la pesca.
El huracán María destruyó a Puerto Rico en septiembre de 2017 y al presente, a pocos meses de su quinto aniversario, la villa pesquera de Loíza está en condiciones de avanzado deterioro, como evidencian las fotos que complementan este reportaje.
La tarde de la entrevista sorprendimos a Rafael reparando un trasmallo. Los clientes llegan, pero generalmente no consiguen pescado fresco, excepto la mojarra, un pez que se pesca de orilla con chinchorros.
A la pregunta de si la administración municipal, encabezada por la alcaldesa Julia Nazario Fuentes, se ha comunicado para ayudarles, Pizarro señaló que sí, pero insistiéndole que se necesita que los pescadores acudan a la villa.
“La alcaldesa ha venido por aquí y me dice que la pescadería hay que animarla un poco. También me ha dicho que los pescadores no están aquí, pero le digo que los pescadores no están aquí porque hacen falta un muelle y una rampa. Los pescadores me dicen que no vienen porque no hay muelle ni rampa. Todas las pescaderías las tienen y por qué nosotros, que tenemos ahí al lado el Río Herrera, ¿no la tenemos”?
Don Rafael propone que justo debajo de Puente Herrera se drague un poco hasta la boca o estuario del río; que se construya el muelle y se edifique la rampa. “Si lo hacen verán cómo se llena esto de pescadores. La alcaldesa me dice que me traiga los pescadores para acá. Yo no puedo tomarlos por las manos y traerlos para acá. Lo que necesitan es tener facilidades para echar sus embarcaciones al mar. ¿De qué vale que ellos vengan y las pongan ahí? Sin verja se las mutilan y les llevan los motores como ha sucedido aquí, que nos robaron cuatro. Nos gustaría que ella nos visite de vez en cuando para que vea las dificultades que tenemos”.
Los pescadores de la villa de Puente Herrera tienen que amarrar los botes y llevarlos en una guagua al muelle del Río Espíritu Santo en Río Grande y navegar hasta la desembocadura. “Es bastante lejos. Si se construye aquí, estarían mucho más cerca”, explica don Rafael, cuyo tesorero y secretario es el folclorista Eddie A. Rivera.
La alcaldesa Julia Nazario Fuentes fue electa en las elecciones de 2016 y revalidó en los comicios de noviembre de 2020. La Villa Pesquera de Puente Herrera queda en la entrada de Loíza, si se maneja desde Río Grande por la carretera estatal PR-187.
Puente Herrera es uno de los parajes costeros más hermosos de Loíza. El deterioro de la Villa Pesquera contrasta con la vistosidad del lugar de gran atractivo turístico.
“Desde que llegó [la alcaldesa] nos pudo ayudar con la rampa y el muelle. Lo que se tiene que hacer es dragar un poco el río para nosotros poder salir. Por eso es que no hay mucha gente aquí. Yo quiero poner esto bonito porque esta es la entrada y salida de Loíza. Con lo que yo me ganó no me da para construir la verja”.
Rafael Pizarro de Jesús.