La discriminación de la Mujer en el mercado laboral

Por Dra. Martha Quiñones Domínguez

Para Prensa sin censura

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora reconocemos a las mujeres trabajadoras, remuneradas o no remuneradas. Para todas las mujeres en el ámbito laboral, exigimos trabajos en condiciones de dignidad, con seguridad y equidad. Las mujeres transgénero son las que enfrentan las formas más severas de discriminación laboral.

La discriminación es un tema estructural que influye directamente en el desarrollo económico del país, por eso es un asunto importante para trabajar y estudiar, en especial desde la economía. El discrimen es una expresión social muy peligrosa de algunos grupos que intenta lacerar la estabilidad social, política y económica de toda la sociedad, contra la mujer y contra las preferencias sexuales diferentes.

Desde la economía se ha buscado estimar la existencia de discriminación en el mercado laboral, donde dos teorías sobresalen, el gusto por la discriminación de Gary Becker y, la discriminación estadística de Keneth Arrow y otros. En Puerto Rico no existen estudios sobre discriminación en el mercado laboral, para las personas LGBTTQIA+, específicamente hacia las mujeres trans. Al no existir los datos estadísticos sobre las poblaciones LGBTTQIA+ no podemos estimar la discriminación en el mercado laboral.

Así que para comenzar la investigación sobre las experiencias de las mujeres trans en el mercado laboral lo hacemos desde el área cualitativa, con entrevistas. El objetivo es poder identificar los principales factores jurídicos, de política, comportamientos y acciones cotidianas que promueven o que obstaculizan su inclusión en el empleo.

La heteronormatividad (la creencia social, político y económico de que lo “normal” es ser heterosexual impuesto por el patriarcado) es la causa de discriminación, acoso y exclusión del mercado laboral y las ideas preconcebidas sobre la apariencia y el comportamiento que supuestamente han de tener una mujer y un hombre. Son muchos los aspectos a considerar, en especial las angustias emocionales debido a la exclusión del empleo formal, al enfrentar situaciones de discriminación en el trabajo a causa de su orientación sexual y/o identidad de género, la discriminación continúa en el acceso al empleo y en el ciclo de empleo; en casos extremos, las trabajadoras trans pueden llegar a sufrir hostigamiento, acoso, abuso sexual o maltrato físico. En las entrevistas declararon ser rechazadas en las entrevistas de trabajo debido a su apariencia, además de la vulnerabilidad al hostigamiento, insultos y el acoso por parte de sus compañeros/as de trabajo, los jefes/fas y que no se procesen sus querellas. Otra forma de discrimen es cuando se les encasilla como aptos para ciertas ocupaciones y no para otras.

Existen muchas formas de practicar la discriminación en nuestras formas de actuar o hablar, muchas veces la discriminación pasa desapercibida porque es estructural y la encontramos en todos lados, es parte de lo que se aprende. A pesar de tener políticas de diversidad, no se protege los derechos de las mujeres trans en el mundo laboral, se les acosa, se permite que las agredan verbalmente y no se hace buenas gestiones con las denuncias. Esto a pesar de la orden ejecutiva que prohíbe la discriminación por orientación sexual, identidad de género y estatus en los trabajos en Puerto Rico.  

No es suficiente la aprobación de leyes que prohíben la discriminación contra las personas LGBTTQIA+ en el lugar de trabajo y en otros lugares, hay que visibilizar las formas de discrimen, se puede influir y lograr un giro social real hacia una mayor aceptación. El discrimen es claramente un delito a la humanidad (lesa humanidad) no sólo por ser una conducta contraria a una normativa internacional, sino porque allana el terreno para que se violen los derechos humanos fundamentales como el disfrute de la vida y la propiedad, entre otros.

Las conclusiones de los estudios preliminares confirman que las personas LGBTTQIA+ enfrentar situaciones de discriminación en el trabajo a causa de su orientación sexual y/o identidad de género. El trabajo decente solo puede existir en condiciones de libertad y dignidad e implica fomentar la inclusión y la diversidad de todos y todas.

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