Fe–Espiritualidad
Por Roberto Torres Collazo
Para Prensa Sin Censura
A lo largo de la historia se han propuesto y han surgido utopías. Jesús propone su utopía: el Reino de Dios. Tema central en los evangelios, donde en el Nuevo Testamento aparece 122 veces, 99 en los evangelios y 90 en los labios de Jesús.
Historiadores, exégetas, teólogas y teólogos, tanto católicos como protestantes, coinciden en afirmar que el centro de la prédica de Jesús fue el Reino de Dios. Fue su sueño y pasión. ¿En qué consiste? ¿Es para esta vida o para la eternidad? ¿Exige un cambio personal o de estructuras sociales? Intentaremos responder estas preguntas.
No es un Reino de violencia, poder, prestigio, ni tan siquiera religioso. Es antijerárquico, antioligárquico, es comunitario y de igualdad.
Roberto Torres-Collazo, exégeta
¿En qué consiste la utopía de Jesús?
Jesús nunca define su proyecto: el Reino de Dios. Lo muestra con comparaciones y parábolas (cuentos) como la de los obreros de la viña, Mateo (Mt) 20,1-16: donde el patrón paga el mismo salario a los que salieron temprano a trabajar y los que llegaron al final del día, para mostrar la incomprensiva generosidad de Dios. Lo compara con una perla preciosa, Mt 13, 46. En la conocida parábola de El hijo pródigo de Lucas (Lc) 15,11-32, muestra un Padre y Madre extremamente bondadoso. Algunos de los discípulos y discípulas entendían erróneamente el Reino de Dios en términos políticos y militares. Por esto la madre de los hijos de Zebedeo le pidió que cuando tomara el reino pusiera sus hijos al lado suyo y Jesús le respondió que no sabía lo que pedía )Mt 20,20-26). No es un Reino de violencia, poder, prestigio, ni tan siquiera religioso. Es antijerárquico, antioligárquico, es comunitario y de igualdad.
¿Reino en esta vida o en la otra?
De su vida, enseñanzas y de su práctica se deduce que Dios comienza a reinar en el presente mundo, Lc 17,21, “El Reino ha llegado a ustedes” )Mt 12,28), una semilla que está entre nosotros y su plenitud será en el futuro de la historia donde el Mesías triunfará sobre todos los dolores, sufrimientos y la muerte. (Lc 6,21-26, Apocalipsis 21, 3-4)
Por esto en el Padre Nuestro pedimos, “Venga a nosotros tu Reino” (Mt 6,9-15). Se pide y se actúa porque el Reino crece cuando un movimiento, grupo, colectividad y toda persona de buena voluntad luchan en el mundo por la paz con justicia, compasión y solidaridad en esta vida con miras a la escatología [fin de los tiempos].
Sobre la escatología, a Jesús no le preocupan calendarios, ni fechas e ignora humildemente cuándo ocurrirá el establecimiento definitivo de Reino (Marcos (Mc) 13,32). Prefiere decirnos que nos preocupemos por lo que realmente importa en la vida: el Reino de Dios, “Busquen el Reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura” (Lc 12,29-31). El Reino comienza en esta vida y llegará a su plenitud en el futuro de la historia.
¿Requiere un cambio personal o cambio de estructuras sociales?
La novedad del Maestro es que la utopía del Reino, es una alternativa que exige conversión (Mt 4,17), es decir, la realización de un modo de vida evangélico para poner en práctica el Reino de Dios.
Las denuncias como a Herodes, a quien llama zorro (Lc 13,32), a aquellos poderosos que los oprimen (Mc10,42), a los ricos (Lc 6,24-26, Mc 10,23), a los líderes religiosos (Mc7,6-8, Mt 23,1-36) a quienes llama víboras e hipócritas sugieren hoy trabajar simultáneamente por el cambio de aquellas estructuras sociales, económicas, religiosas y políticas que generan los pecados de la pobreza, guerras, ecocidios, patriarcado, racismo, homofobia, xenofobia… Pero solo no podemos, necesitamos la ayuda de Jesús. En el evangelio de san Juan 15,5 declara: “El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, pero sin mí no pueden hacer nada”. El cambio de corazón y el compromiso social son necesarios.
No se puede reducir la utopía de Jesús al mundo espiritual interior porque a mi entender se estaría privatizando el Reino y caeríamos en la típica salvación individualista. La vivencia es en comunidad, colectivamente.
Con acciones de fe, amor y esperanza podremos tener un mundo sin males, porque reinará en la historia definitivamente la propuesta de la utopía de Cristo que comenzó en su nacimiento y está vigente. ¡Feliz Navidad! ¡Paz y Bien!
Referencias
Biblia Latinomericana, (1972). versión latinoamericana: Ecuador.
Dominic, C.J. (2014). El poder de la Parábola. Editorial PPC: España.
Floristán F. (2000). Jesús el Reino y la Iglesia, pp. 250-293. En 10 Palabras Clave Sobre Jesús, de Tamayo, J.J. Editorial Verbo Divino: España.
Mesters, C. (2000). Con Jesús, ¿sí o no? Editorial Verbo Divino: España.
Pagola, A. J. (2010). Jesús; aproximación histórica. Editorial Clateriana: Argentina.
Piñero, A. (2016). Ciudadano Jesús; preguntas y respuestas. Editorial Adaliz: España.
Pérez, A. B. (2018). La Revolución de Jesús; el proyecto del reino de Dios. Editorial PPC: EE.UU.

