EEUU en el Caribe: ¿la mecha de una tercera guerra mundial?

GeopolíticaAnálisis

Jaime Torres Torres

Prensa Sin Censura

Analicemos el conflicto en el Mar Caribe y la posible, aunque para algunos analistas no necesariamente inminente, ofensiva de Estados Unidos a Venezuela.

Puerto Rico está arropado por una nube de incertidumbre: Donald Trump afirma algo hoy, y al día siguiente se contradice incidiendo en que no sepamos realmente lo que ocurre. Marco Rubio, Secretario de Estado, y María Corina Machado, son parte de las figuras que presionan para que ordene a Peter Hegseth, Secretario de Defensa, a de una vez y por todas iniciar la incursión y ocupación estadounidense de Caracas-Venezuela.

La incertidumbre, sin embargo, coloca a Puerto Rico en una situación de tensión y alto riesgo porque el archipiélago ha sido reactivado militarmente. Hay operaciones y entrenamientos en distintos puntos, pero prominente y predominantemente en la región oriental del país, específicamente en el pueblo de Ceiba al este, que se conoce por la Base Aeronaval Roosevelt Roads, incluso, con jurisdicción en el pueblo vecino de Naguabo.

En el pasado hubo un puente, literalmente hablando, entre Ceiba y la Isla Municipio de Vieques. Incluso se conoce que esa parte del mar en el este del país es de las de mayor profundidad en todo el archipiélago y la distancia más corta entre Vieques y la Isla Grande, -como le dicen a Puerto Rico- es precisamente el punto de Roosevelt Roads.

Las fuerza aérea y el Navy han tomado por asalto a Roosevelt Roads; los vecinos, las comunidades inmediatas a la base aeronaval, se quejan de los estruendos y de que cuando menos lo esperan sobrevuelan la zona residencial avionetas, jets y helicópteros de guerra.

19 de abril de 1999: contexto

El 19 de abril de 1999, el civil David Sanes, que en ese momento trabajaba para la Marina de Guerra de EE.UU. en el polígono de tiro en Vieques, murió durante unos ejercicios al caer una bomba donde se encontraba. Fue el bombazo que despertó a un pueblo; al año siguiente en el 2000 hubo una marcha; se estima que de casi un millón de puertorriqueños que reunió en un consenso sin precedentes a todos los sectores del país: las Iglesias, el Frente Ecuménico Cristiano, militantes de otras denominaciones, artistas, exponentes de la cultura, maestros y ciudadanos comunes y corrientes. Esa manifestación pasó a los anales de la historia reciente de resistencia y lucha de la colonia portorricensis.

Finalmente en mayo de 2003, la Marina de Guerra de EE.UU. salió de Vieques después de ocupar 2/3 partes de su territorio durante 70 años. Al salir la Marina se desmanteló la Base Naval Roosvelt Roads sin cumplir con su responsabilidad de limpiar y de remover bombas por detonar, tanto en tierra como en el mar.

Después de 70 años, los residentes de la Isla de Vieques son de alguna manera lapidados, en el término de daños a su salud, padeciendo cáncer, enfermedades respiratorias y renales por su exposición a metales pesados tóxicos.

No solo no limpiaron y descontaminaron, sino que 22 años después, sin pedirle permiso a nadie incursionan y convierten a Puerto Rico nuevamente en su base de operaciones. 

Eso ha desconcertado a la gente informada, con pensamiento crítico, a los que conocen la historia, pero si preguntan, no le interesa al ciudadano promedio. El país está enajenado, no le interesa si de repente hay una ofensiva de EE.UU. hacia Venezuela, que al defenderse pudiera tener como objetivo la base aeronaval Roosevelt Roads en Ceiba. 

Lo triste también es que la Gobernadora de la colonia, Jenniffer González del Partido Nuevo Progresista, que en su tercer cuatrienio consecutivo remilitariza y gentrifica al país vendiendo sus recursos naturales, aparte del escandaloso historial de corrupción que caracteriza su colectividad, aplaude las obstinaciones y caprichos del Presidente Donald Trump y de su Secretario de Estado Marco Rubio. 

Ojalá el conflicto no escale, pero conforme a la información que tenemos y a lo que observamos, se espera que de un momento a otro en efecto ocurra la ofensiva estadounidense hacia Venezuela, porque ¿cómo se puede desplegar todo el andamiaje de defensa y de ofensiva que observamos en el Caribe, con lo que cuesta, [son millones de dólares diarios] simplemente como un disuasivo para al final no hacer nada?

Es una hora difícil la que enfrentan Puerto Rico, el Caribe, Abya Yala y el mundo, porque definitivamente de escalar, posiblemente sea la mecha que encienda el tercer conflicto a nivel mundial, porque tanto China como Rusia han señalado que están en la mejor disposición de defender sus intereses en Venezuela.

Publicado y divulgado por el Movimiento Alternativa de Argentina.

Nota del Editor: Desde octubre, Estados Unidos ha posicionado frente a Venezuela una fuerza abrumadora: el portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, escoltado por destructores (USS Gravely, Jason Dunham, Sampson, Bainbridge, Stockdale), buques anfibios (USS Iwo Jima, San Antonio, Fort Lauderdale), el crucero USS Lake Erie y el submarino nuclear USS Newport News (SSN-750). El componente aéreo incluye cazas F-35 y F/A-18, bombarderos B-1B y B-52 en ejercicios cerca de costas venezolanas, aviones de patrulla marítima y drones MQ-9 Reaper; helicópteros y fuerzas especiales refuerzan la capacidad de intervención rápida y las operaciones de inteligencia. Más de 10,000 marines y comandos participan en maniobras avanzadas de desembarco.

Fuente: CiberCuba

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