Política
Esto lo publicó hace dos días el licenciado Manuel Natal Albelo en sus redes sociales. Muy valiente la radiografía que presenta del presidente del Senado.
“Independientemente de cuán pendiente usted esté a la política local, seguramente habrá notado que en las pasadas semanas el tono y la intensidad de los ataques del Presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, han aumentado significativamente.
En la mañana pelea con algún periodista, en la hora de almuerzo con algún opositor político y ya para la cena está haciéndole la camita a algún miembro de su partido (Principalmente a su propia Presidenta y actual Gobernadora).
Tal cual se lo dije de frente en un programa de televisión nacional, la razón por la cual Thomas Rivera actúa con tanta prepotencia y sentido de superioridad es porque después de casi 30 años en la política y de haber presidido el Senado en 3 ocasiones distintas, Thomas se siente intocable.
Y no es para menos, pues ha confirmado a la mayoría de los jueces, fiscales, procuradores, contralores y hasta integrantes del Panel del Fiscal Especial Independiente. Solo basta con mirar la hoja de servicio de la mayoría de estas personas y encontrarán su lealtad político partidista, en muchos casos trabajando directamente bajo el propio Rivera Schatz y hasta siendo donantes de sus campañas.
¿Qué tiene que ver todo lo anterior con las noticias que comparto? Sencillo. Primero, que aún cuando los cogen con las manos en la masa, a los pejes grandes le dan «inmunidad» y se cargan a algún ayudante de menor jerarquía. Miren el ejemplo del ex-representante PNP Tony Soto y de la contratista PNP Katherine Erazo. Segundo, si a Tony Soto y a Katherine Erazo, que comparados con Rivera Schatz son absolutamente nadie, le tiran la toalla, ¿Qué usted cree que pasaría si algún día la evidencia contra Rivera Schatz fuera tan contundente y pública que se vieran forzados a hacer el aguaje? Bendito, ni una palmadita en la mano.
En resumen, de la «justicia» en este País no podemos esperar mucho. Nos corresponde a la ciudadanía, desde sea cual sea nuestra trinchera, rechazar a estos sinvergüenzas. Y sí, eso incluye a los propios medios de comunicación, algunos de los cuales ahora se quejarán de la conducta de Rivera Schatz, pero en unos meses u años lo volverán a poner de panelista, dándole foro para mentir y difamar a sus oponentes, mientras defiende sus actos corruptos.
Ojalá que esta vez fuese distinto… ya veremos”.
Manuel Natal Albelo

