Mascotas-Fe
Por Roberto Torres Collazo
Para Prensa Sin Censura
Quizás para algunos este sea un tema banal, pero no lo es para las o los creyentes que hemos perdido una mascota que queríamos mucho, que era parte de importante de nuestra familia. Que cuando partió nos dejó deprimidos por mucho tiempo o que aún hoy los recordamos con mucho cariño como el autor de estas líneas que perdió hace tres años su adoptada gatita Caramel. Tal vez el presente puede ampliar la esperanza de ver nuevamente nuestros seres amados.
En diciembre de 2014, un niño le dijo con tristeza al papa Francisco que su perrito se había muerto. Él lo abrazó y le dijo, “El paraíso está abierto a todas las criaturas de Dios”. El patrón de la ecología, san Francisco de Asís, como es sabido, sentía los cuerpos celestes, la naturaleza, los pobres, los animales como sus hermanos. En su hermoso Cántico de la Criaturas termina diciendo, “Las criaturas todas alaban a mi Señor”. Si en vida los animales no humanos alaban al Señor, ¿por qué no pueden continuar después de la muerte
San Justino ya en el siglo 2 aseguraba que los animales como parte de la creación divina también van al cielo. ¿Quién le puede prohibir a Dios que sus criaturas lleguen a su plena presencia después de la muerte?
En un podcast el teólogo Gregor Taxacher del Instituto de Teología Católica de Universidad Técnica de Dortmud, Alemania, considera ilógico que solo los humanos puedan ir al cielo. Para esto se basa, entre otras cosas, en el mito del Génesis. Dios creó todo bueno: los animales, las plantas, las estrellas, el universo, los océanos, la Tierra, los planetas, las aves y por último el ser humano, ¿todo para desaparecer después de su muerte? No tiene sentido que Dios que es puro amor y el amor nunca muere como dice san Pablo.
San Pablo en su carta a los romanos les dice que “Vemos que la creación entera gime y sufre de dolores de parto” Rom 8,22. Es decir, la “creación entera gime y sufre” participando de los dolores del crucificado esperando la plena liberación de todo dolor, todo sufrimiento y la muerte.
En Puerto Rico se estima que hay más de 100,000 animales en particular gatos, perros y hasta caballos, maltratados, abandonados o menospreciados, atropellados por carros, sufriendo, enfermos, que requieren cuidados de servicios veterinarios y de la sociedad. Es lamentable que haya iglesias que son adversas a bendecir y fomentar el amor hacia las mascotas. Según Goitía Padilla, citando varios estudios, parece haber una relación entre violencia humana y violencia hacia los animales. El 70 por ciento de quienes cometieron crímenes contra animales también participaron en otros actos de violencia.
Tradicionalmente se ha enseñado que los animales no tienen alma y conciencia ética. De acuerdo a Jesús, su Madre y Padre Dios es compasivo. Precisamente porque no tienen conciencia ética le sobran motivos para ser compasivo en esta vida y en la otra vida con sus criaturas, porque no tienen conciencia de distinguir entre el bien y el mal.
A nuestro juicio creemos que tienen alma, porque es el principio de la vida el soplo de aliento que recibieron de su Creador todas sus criaturas en el comienzo de todo. El Dios del Resucitado es el Dios de la vida, no es el Dios de la muerte, para la mayor felicidad en el presente y futuro de toda la humanidad, todas sus criaturas, la creación y el universo. Por todo lo anterior, nos inclinamos a creer que sí hay vida después de la muerte para los animales no humanos.
Referencias
Battistuta, F. (Diciembre, 2018). Por una teología de liberación animal. Portal Revista Electrónica Latinoamericana de Teolología, #452. Relat.
Biblia, versión Latinoamericana.
Goitía, P. J. (Octubre, 2022). De perros y gatos. Portal Lupa Protestante: España.
Redacao. (Outubro, 2025). Teólogo: “Um céu sem animais seria ilógico”. Portal Instituto Humanitas Unisinos: Brasil.

