Gentrificación
JAIME TORRES TORRES
Prensa Sin Censura
Pagaban alrededor de $650 de alquiler, pero se tuvieron que ir porque en solo cuatro años la renta subió en promedio a $3, 500.
¿Gentrificación? ¿Desplazamiento?
Lo que sucede en el condominio Bayola en el Condado no es aislado: se repite en otras comunidades de San Juan, como Miramar, Ocean Park, Machuchal, Calle Loíza y otras.
En un mercado de libre empresa en que el capital tiene la última palabra, la gente que no puede pegar sencillamente debe liar sus bártulos y mudarse a otro lugar, aunque hayan vivido muchos años allí.
La denuncia la hizo a Prensa Sin Censura el líder comunitario Amaury Rivera, de Condado Informa. “El área turística de San Juan presenta la situación de que tenemos un desplazamiento muy marcado y las personas que están saliendo de estos edificios y hogares encuentran que no tienen opciones. Se tienen que ir, en muchos casos a otros municipios. La mayoría se tiene que mudar de Puerto Rico. Es una forma de salir de la población”.
Su preocupación como líder comunitario y como amigo de otros de sus homólogos es el efecto del desplazamiento en la comunidad.
“Lo de Bayola tiene un elemento que nos toca fuerte en el Condado porque cuando nos enteramos de este proyecto fue relacionado con el parquecito Borinquen que lo vendieron por $150 mil”, recordó Rivera.
“El grupo que compró este proyecto de Bayola fue el mismo que estaba desarrollando el parquecito y nosotros nos enteramos casi por accidente que eran las mismas personas. Gracias a la ayuda de las personas que se unieron de otras comunidades, como Machuchal y el Viejo San Juan, los demandamos, llevamos a corte y les ganamos. Bayola es un ejemplo de las cosas que ocurren. El gobierno no se involucra porque envuelve aportadores importantes al partido esto es intocable”.
Algunos de los vecinos del condominio los ha encontrado viviendo y durmiendo en los parques del sector. “El aumento es tan grande y como no hay disponibilidad de residencia en esta zona, he encontrado personas de la tercera edad deambulando, como maestros y ex profesores de la universidad, con presupuestos muy limitados”, dijo Amaury Rivera.
Por su parte, el residente de Bayola, Antonio Santos, ex candidato del Proyecto Dignidad a la Cámara de Representantes por el Distrito I, seguirá en el lugar hasta que pueda pagar.
“Aquí hubo una comunidad que se perdió. Se entiende que aquí lo que hay es un cambio porque Condado es un lugar en bastante progreso, con mucho desarrollo. Pero se perdió la comunicación con el pueblo y la ciudadanía”.
Reveló que la renta por alquiler ha aumentado un 400%. “Una renta que en el 2019 era de $650 ahora es $3, 500. Yo rento aquí al igual que los demás. Se hace un contrato. Aquí nadie está obligado. Pero sí tengo que reconocer que es un asunto de matemáticas. Es imposible que una persona con un presupuesto, ya retirada y de mayor edad, pueda igualar ese aumento del 400% en cuatro años. Es imposible. ¿A quién le recae esa responsabilidad? ¿Al individuo, a los desarrolladores o al gobierno?”, sostuvo Santos.
De repente, Santos ha extrañado a vecinos de muchos años. “Varias personas, mayores de edad, se fueron y desconozco dónde están ahora”, sostuvo el residente, que firma un contrato anual y quien en honor a la verdad asegura que la administración de Bayola les informa de los aumentos.
“Nos dicen que va a llevar al límite de $3, 500 y que si usted no puede llegar a ese número se tendrá que ir. Esos son los nuevos parámetros. Esa es la situación de bienes raíces en Puerto Rico, especialmente en San Juan, en que hay una escasez de vivienda, sea para comprar o alquilar”, puntualiza Santos al especificar que los nuevos inquilinos son profesionales boricuas y norteamericanos que pueden sostener esa renta.
“Hay una mezcla de ambos”, subrayó Antonio Santos al añadir que se necesita mejor comunicación sobre los procesos y que no solo ocurre en Bayola.
“Están aprovechando el ‘boom’ de mayor turismo y crecimiento económico. ¿Cómo se comunica ese desarrollo a las personas de las comunidades? Tiene que ver un diálogo para que ellos puedan prepararse. Yo no me quiero ir de aquí, pero reconozco que lo tendré que hacer en un momento dado. Es una dinámica que muchas personas no pueden manejar. No solo es un factor económico, sino sicológico”, concluyó Santos.
Prensa sin censura 