Geopolítica
Segunda de varias notas de periodistas de la Red de Periodismo Descolonial de Abya Yala sobre la manipulación del concepto del terrorismo como herramienta del despojo de las garantías democráticas.
Por Manuel Ludueña, Buenos Aires
Para Abya Yala en Clave Geopolítica
Desde hace 533 años el despojo, saqueo y genocidio de los pueblos originarios, las nuevas sociedades y las sucesivas formaciones políticas y modalidades productivas solo dejan saldos luctuosos, opresión y violencia en el Abya Yala.
La sociedad de las monarquías europeas de entonces, al igual que el imperialismo estadounidense desde el siglo pasado, obturan las búsquedas pacíficas de las poblaciones del continente mediante cambiantes dispositivos de dominación.
Asimismo, imponen la narrativa de la modernidad en tanto ocultan sus geoestrategias: de la explotación y reserva de los bienes comunes para el productivismo de sus industrias, del crecimiento de la producción primaria nacional convergente con el despoblamiento rural, así como la concentración urbana facilitadora del márquetin consumista de las trasnacionales, y del endeudamiento funcional al sistema financiero para viabilizar las infraestructuras para la exportación, el turismo extracontinental, todos para transferir las rentas.
Fue un proceso en constante tensión con mentiras y propagandas, armamentismo, represión y la sumisión, ente otros, abaladas en un sistema unipolar de dominación.
La deriva en que nos encontramos es una trama arto compleja. Supremacía de la razón instrumental en un mundo finito, formaciones alternativas de dominación, crecimiento productivista multipolar, materias primas dispersas y limitadas. Nuevas tensiones en un contexto de nega-debilitamiento y desesperación de la supremacía Estadounidense.
Así, Pete Hegseth, Jefe del reciente Ministerio de Guerra de EEUU, dirigiéndose a los Jefes del Estado Mayor dijo “…los únicos que realmente merecen la paz son aquellos que están dispuestos a hacer la guerra para defenderla. Por eso el pacifismo es tan ingenuo y peligroso. Ignora la naturaleza humana e ignora la historia humana. O proteges a tu pueblo y tu soberanía, o te sometes a algo o a alguien. Es una verdad tan antigua como el mundo. Y como la guerra cuesta tantas vidas y tanto dinero, le debemos a nuestra república un ejército capaz de ganar cualquier guerra que decidamos librar o que se nos imponga. Si nuestros enemigos deciden imprudentemente desafiarnos, serán aplastados por la violencia, la precisión y la ferocidad del Ministerio de Guerra” … (). En consonancia con la orden de atacar y dar muerte a 17 tripulantes de cuatro barcazas -presuntamente venezolanas- en aguas del Caribe por medio de ocho destructores navales, miles de marines y una decena de cazas F-35, que mereció la afirmación de Donal Trump “Es fabuloso lo que puede hacer la fuerza” ().
Ya no se trata de asecho, intimidación o enviados especiales. Es el Terrorismo Imperial de EEUU organizado y ejecutado por el propio ejército. No hay error. Hay matanzas. Sin derechos humanos, ni resarcimiento o reparaciones efectivas (), ni justicia internacional.
La geopolítica de frontera de los bienes comunes estratégicos – litio, uranio, tierras raras, cobre, agua dulce, infraestructura de exportación y asentamientos para actividades suntuosas- y el posicionamiento continental que asume EEUU ponen en estado de alerta a nuestras comunidades y pueblos. Es un momento donde las derechas son aduladas con el Premio Nobel de la Paz, con aportes extraordinarios del Tesoro de EEUU, aplicando los trucos probados de desestabilización de gobiernos elegidos democráticamente, procurando acuerdos entre la galaxia de la OCDE y los sectores empresariales nacionales del continente, todo para desplazar la geopolítica China, e incidiendo sobre las políticas y decisiones de las naciones para favorecer el posicionamiento de EEUU.
La violencia es parte consustancial de la dominación y el terrorismo lo es para mantener el poder de EEUU, conforme a las necesidades de los grupos de poder económico de EEUU y de sus aliados. La realización terrorista de las operaciones militares irrumpen para “romper la moral del enemigo”, mediante el uso de equipamientos, formaciones militares, armas estratégicas u otros armamentos, e imponiendo inseguridad y temor en gran escala e implantando hechos, emociones, valores y acciones deshumanizantes.
Existe una competencia entre el dominio unipolar y el multipolar, quizás sea el momento donde se vuelvan más probables el insurgir de modelos alternativos en el Abya Yala que superen las limitadas independencias cuando se agotó la hegemonía española frente a la británica.

