Tratado de Defensa del Caribe, Puerto Rico y Venezuela ante intervención de Estados Unidos

Geopolítica

Por META CONSCIENCIA PUERTORRIQUEÑA

Grupo de Teólogos y Educadores Puertorriqueños

Nosotros, un grupo de educadores y teólogos puertorriqueños que nos identificamos como Meta Consciencia Puertorriqueña, nos dirigimos con urgencia a la comunidad internacional para denunciar la militarización acelerada de nuestro archipiélago y la inminente posibilidad de que Puerto Rico sea utilizado como plataforma de agresión militar contra la República Bolivariana de Venezuela.

Nuestra conciencia ética y humanista nos obliga a afirmar ante el mundo que el pueblo puertorriqueño no aprueba ni participará moralmente en ninguna forma de invasión, intervención o agresión armada que viole el derecho internacional y la soberanía de los pueblos.

Durante los primeros días de septiembre de 2025, fuimos testigos de una serie de maniobras militares estadounidenses en nuestras playas del sur, particularmente en Arroyo, donde vehículos anfibios LCAC, destructores, submarinos nucleares y miles de marinos realizaron operaciones conjuntas simulando desembarcos.

Aunque el gobierno colonial las presentó como ejercicios de rutina, la magnitud del despliegue y la naturaleza del equipo revelan su verdadero carácter: prácticas de invasión a costas tropicales, idénticas a las que preceden las operaciones de ocupación militar. Estos ejercicios forman parte de un movimiento geoestratégico mayor que involucra buques de guerra, cazas F-35 y la reactivación de instalaciones militares en el Caribe, con el supuesto propósito de combatir el narcotráfico.

Nosotros afirmamos que este argumento constituye un pretexto histórico para justificar acciones bélicas y económicas que buscan el control de los recursos energéticos y las rutas marítimas del continente.

El uso de Puerto Rico como base militar no solo agrede a Venezuela, sino que nos convierte en blanco militar y en víctimas colaterales. Nuestros puertos, aeropuertos y sistemas de abastecimiento serían objetivos en una guerra ajena.

Meta Consciencia Puertorriqueña

Nos oponemos total y absolutamente a que Puerto Rico sea utilizado como plataforma para una agresión militar contra Venezuela. Tal acción violaría principios fundamentales del derecho internacional, pondría en peligro directo la vida y seguridad de nuestro pueblo y convertiría a nuestra nación en víctima de un conflicto que no le pertenece.

Puerto Rico no ha consentido el uso de su territorio para la guerra. Somos un pueblo colonizado, sin representación plena ni poder de decisión sobre los actos del gobierno estadounidense, pero poseemos la autoridad moral para declarar que no compartimos ni apoyamos sus intenciones bélicas.

Venezuela, nación hermana del Caribe y de América Latina, ha sido objeto de sanciones, campañas de desinformación y amenazas de intervención durante más de una década. Las verdaderas motivaciones detrás de estas presiones son el control del petróleo, del gas, del oro y de los corredores marítimos estratégicos del Caribe y del Golfo de México.

La Resolución 1803 (XVII) de la Asamblea General de la ONU consagra la soberanía permanente de los pueblos sobre sus recursos naturales y prohíbe toda forma de expropiación o control extranjero mediante la fuerza.

Una invasión a Venezuela, por tanto, constituiría un crimen internacional y una violación del Artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe el uso de la fuerza contra la integridad territorial o independencia política de cualquier Estado.

Sería, además, una repetición de los actos imperiales que en el siglo XX destruyeron gobiernos en Chile, Panamá, Granada y República Dominicana bajo las mismas justificaciones falsas.

Venezuela ha fortalecido su defensa mediante acuerdos de cooperación con Rusia, China e Irán, adquiriendo sistemas antiaéreos, drones, aviones Sukhoi y tanques de defensa terrestre. Estos esfuerzos constituyen el ejercicio legítimo del derecho a la defensa, reconocido en el Artículo 51 de la Carta de la ONU.

Los asuntos internos de los pueblos deben resolverse con diálogo, cooperación y respeto mutuo, no con sanciones ni bombardeos. Toda intervención extranjera en Venezuela atentaría contra la estabilidad del Caribe y la paz del hemisferio.

El uso de Puerto Rico como base militar no solo agrede a Venezuela, sino que nos convierte en blanco militar y en víctimas colaterales. Nuestros puertos, aeropuertos y sistemas de abastecimiento serían objetivos en una guerra ajena.

Dependemos en un 90 % de alimentos importados; un bloqueo o ataque nos sumiría en el hambre y el caos. El Derecho Internacional Humanitario, consagrado en los Convenios de Ginebra de 1949, prohíbe exponer a las poblaciones civiles a conflictos armados o utilizarlas como escudo militar. La militarización de Puerto Rico, sin consulta ni consentimiento, viola esos convenios y desprecia nuestro derecho a vivir en paz.

Como educadores y teólogos, no hablamos desde la ideología sino desde la conciencia. Creemos en la paz como principio sagrado y en la soberanía como derecho espiritual y político de los pueblos. Rechazamos la manipulación de conceptos como “libertad” o “democracia” cuando son usados para justificar dominación y violencia.

La militarización de Puerto Rico contradice también los principios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que en 2014 proclamó a América Latina y el Caribe como Zona de Paz.

Desde la fe, la educación y la historia proclamamos que la guerra no es camino de justicia, sino de destrucción, y que invadir a los pueblos hermanos es traicionar la memoria de quienes soñaron con una patria grande libre y solidaria.

Nos denominamos Meta Consciencia Puertorriqueña porque ejercemos la conciencia sobre la conciencia: pensamos críticamente sobre las narrativas impuestas y cuestionamos la normalización del colonialismo.

Somos puertorriqueños que creemos en la fuerza moral del pensamiento, en la responsabilidad ética del educador y en la espiritualidad que reconoce la dignidad de cada pueblo.

Afirmamos que la paz no se impone con fusiles, sino con respeto, diálogo y justicia.

Ante la comunidad internacional declaramos que Puerto Rico no forma parte de ninguna agresión militar contra Venezuela ni contra ningún otro país.

Rechazamos el uso de nuestro territorio como plataforma bélica o punto logístico de invasión, denunciamos el colonialismo militar y exigimos el cumplimiento de las resoluciones de la ONU que reconocen el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación.

Exhortamos a las naciones del mundo, especialmente a los países del bloque BRICS, a no considerar a Puerto Rico como enemigo ni objetivo de represalias.

Nuestra aspiración es clara y universal: paz mundial, respeto al derecho internacional y defensa de la soberanía de los pueblos. El Caribe debe ser un mar de hermandad, no de guerra; una región de cooperación, no de bases militares. Puerto Rico no es un enclave de guerra.

Puerto Rico es un pueblo víctima igualmente invadido. Que hayan Puertorriqueños que acepten esta visión militarista eso no implica que sea correcta, porque la corrección se mide por el valor y los valores humanistas y los derechos de igualdad y justicia no son negociables por opiniones son inalienables.

Por ello nos definimos como Meta-Conscientes: un grupo que reflexiona sobre lo que se asume como conciencia colectiva, planteando una visión alternativa que busca promover la paz, el respeto a la soberanía y la justicia internacional.

Nuestro nombre refleja precisamente este acto de reflexión crítica y de responsabilidad ética ante la comunidad internacional.

Suscriben:

Dra. Guanina Alexandra Robles Butter

Roberto Torres Collazo

José Alayón Casalduc

Enrique Rivera Zambrana

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