Memorable concierto de Néstor Torres con la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico

Cultura-Reseña

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

… Y la AUTÉNTICA música habló anoche  en la Sala Pablo Casals del Centro de Bellas Artes de Puerto Rico.

Añadir cuerdas a un concierto de reguetón o rock no garantiza una experiencia sinfónica.

Eso es mucho más. Y cuando hablamos de jazz, sobre todo del elemento de la improvisación en torno a un tema o melodía, con la orquestación y ornamentación sinfónica se puede hablar de una experiencia sonora y artística en la onda de la expresión acuñada por el compositor Gunther Schuller: “Third Stream” o “Tercera Vertiente”.

Y en esa lid el maestro Rafael Enrique Irizarry, director asociado de la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico, es un adalid. [Sus recientes trabajos con Humberto Ramírez y Mariano Morales así lo atestiguan.]

El concierto de anoche con el virtuoso Néstor Torres, concebido en solo tres semanas tras una conversación de Irizarry con los esposos José Álvarez y Alba Castro tras presenciar al flautista en C-Note Jazz Club en Luquillo, es su más reciente despliegue de talento e ingenio en la dirección de los profesores de la egregia y primerísima institución musical del País.

No es la primera vez que Torres se presenta con la Sinfónica, pero sí con Irizarry en el podio.

Fue una velada sublime, acariciante a los sentidos, edificante intelectualmente hablando y un arrullo al espíritu.

Anoche la MÚSICA sí que habló en la Sala Casals.

Fue una velada sublime, acariciante a los sentidos, edificante intelectualmente hablando y un arrullo al espíritu.

El primer concierto popular o Pops de la temporada 2025-2026, titulado Néstor Torres: sabores latinos con nuestra Sinfónica, inició con la danza del compositor y director boricua Raymond Torres-Santos, inspirada en la ópera de Mozart La Flauta Mágica, y el Concertino en Re Mayor para Flauta y Orquesta, Op. 107 de Cécile Chaminade, con Néstor desplegando a sus anchas su conocimiento de la expresión académica europea, con pasajes como el de las cuerdas (específicamente los maestros del chelo) con sus pizzicatos (pellizcar las cuerdas con los dedos).

El bolero más grabado en la historia de la música popular es “Bésame mucho” de la azteca Consuelo Velázquez. La melodía es conocida universalmente y anoche Néstor la elevó a otro nivel con la improvisación del vibrafonista Carlos Ávila.

En Milonga, de Jorge Gutiérrez del Barrio, compartió el frente con los flautistas de la Sinfónica Josué Casillas, Jonathan Montes y Ana María Hernández, quien dobló o alternó su interpretación con el piccolo.

Del Taquito Militar de Mariano Mores pasaron a Rumboso, utopía de un encuentro de Mozart y Bach con pleneros en el Viejo San Juan. El resultado: un irresistible recorrido por la cadencia de la rumba y la plena.

Tras el intermedio la función reanudó con Café Cubano, dedicada a los esposos José y Alba, iniciando con un interludio en flauta que desemboca en una rica fusión rítmica de chachachá, songo y pachanga, con las cuerdas de la Orquesta a sus anchas.

Otro momento memorable se registra durante la interpretación de la versión de la balada pop “Regálame la silla donde te esperé” de Alejandro Sanz. De igual forma “Perla del Mar”, con sus reminiscencias típico-criollas, y la nostálgica y esperanzadora “Hasta siempre” , inspirada en la trascendencia de los caídos en el ataque a las Torres Gemelas en 2001. 

El clásico “Alfonsina y el mar”, con una brillante intervención del concertino Omar Velázquez, fue otro de los grandes aciertos de la presentación particularmente por la cohesión del solista con las cuerdas.

Con “Isla del encanto” evocó su bagaje en la charanga y su sensible fraseo en “Somewhere Over The Rainbow”, cuyo clímax en la algarabía del samba del carnaval brasileño fue reconocido con un fuerte aplauso.

Como colofón, se despidió con la cadencia del bolero, orientado al chachachá, del estándar “Sabor a mí” de Álvaro Carrillo, en la que cantó una estrofa, redondeando la puesta en escena de sus Sabores Latinos.

Fue un gran concierto en que Néstor demostró sus quilates como virtuoso flautista de su generación. Una pena que la asistencia haya sido tan escasa.

Néstor Torres es el sobreviviente del inolvidable espectáculo “Three Amigos” que décadas atrás presentó en la Sala de Festivales con los hoy fenecidos Dave Valentín y Herbie Mann.

¿Qué acotar del maestrísimo Rafael Enrique Irizarry? Que es un lujo para Puerto Rico y su cultura su rol como director asociado de la Orquesta Sinfónica.

Junto al director emérito Roselín Pabón, hace más accesible la Orquesta a nuevas audiencias. ¡Qué complaciente sería presenciar su conceptualización de un concierto sobre el legado de Los Beatles y la obra de Tite Curet Alonso, ahora que se acerca su centenario!

Galería de Fotos

Deja un comentario