Abundan los apartamentos y las estructuras sin uso, pero no son pa’ los boricuas

EditorialGentrificación

JAIME TORRES TORRES

Prensa Sin Censura

Ante el déficit de vivienda que hay en Puerto Rico, es un escándalo de gobernanza la cantidad de escuelas y complejos turísticos cerrados; además de las obras inconclusas de edificios de apartamentos y urbanizaciones que alrededor del País hoy son estorbos públicos, criaderos de sabandijas y guaridas de delincuentes.

Un gobierno de avanzada rehabilitaría esos inmuebles y los pondría al alcance de los profesionales que suman a la estadística del ‘sinhogarismo’ en Puerto Rico a precios razonables o a través de cooperativas.

Por ejemplo, veamos el caso de la antigua Base Aeronaval Roosevelt Roads en Ceiba. Lo que queda, contrario al eslogan, realmente no es una comunidad para todos.

De una extensión territorial comparable con las de Vieques o Culebra, hoy son ruinas, con la excepción del terminal de lanchas, el aeropuerto y algunos negocios privados.

La infraestructura del pasado yace bajo pastizales y carcomida por el salitre y la humedad.

Sin embargo, desencaja un complejo de apartamentos remodelados, en que se observa un letrero que identifica al desarrollador como United Real Estates.

Prensa Sin Censura investigó y supo que la obra en un principio se identificó como Condotel. No eran apartamentos para la venta, sino por contratos de arrendamiento, que se debían pagar por adelantado. 

La literatura promocional a la que Prensa Sin Censura logró acceso detallaba el año 2059, en que se le debía devolver la propiedad al gobierno.

Se exigía un pago inicial de $25 mil, para una mensualidad $543.77 durante 15 años. Si el desembolso era de $40 mil, el pago sería de $353.58 y si el interesado optaba por pagar la totalidad de $81,900 cumpliría con $263.33 por 39 años.

Por lo leído, era arrendar para alquilar a corto plazo. Y los que desembolsaran la totalidad en efectivo obtendrían un porcentaje de su habitación y de todos los ingresos de bares, restaurantes y spa, con cuatro días para uso personal al año, entre otros extras.

Prensa Sin Censura intentó comunicarse con las representantes de ventas, pero ambos teléfonos aparecen fuera de servicio.

Lo cierto es que el proyecto de apartamentos remodelados, equipados con enseres según la promoción, está desocupado, sin movimiento y semi oculto por el pastizal.

Este complejo de apartamentos se debiera poner al alcance de profesionales que viven alquilados por no tener acceso a vivienda propia por sus altos costos.

El alcalde de Ceiba Samuel Rivera Báez, el representante y presidente cameral Carlos ‘Johnny’ Méndez, la senadora Marissa Jiménez y la propia gobernadora Jenniffer González debieran ser proactivos, utilizando las leyes a su alcance para rescatar inmuebles abandonados para las personas sin hogar en Puerto Rico.

Ya que el gobierno y los alcaldes se las ingenian para colocar letreros de expropiaciones y declaraciones de estorbos públicos a diestra y siniestra, deben comunicarse y hacer lo propio con los bancos y desarrolladores que abandonaron proyectos como el Condotel para que la gente tenga acceso a techo seguro.

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