Con soberanía se puede evitar que EEUU utilice militarmente a Puerto Rico

Editorial 

JAIME TORRES TORRES 

Prensa Sin Censura 

(Geopolítica-Imperialismo, viernes 5 de septiembre de 2025) – Es como si una persona irrumpiera al patio de tu ‘casa’ para atacar a tu vecino. 

La casa es tuya, pero el poderoso e intimidante visitante la usa a su antojo y decide qué se hace o no se hace en tu propiedad.

Esta es la metáfora más sencilla para explicar y entender el despliegue militar de Estados Unidos en Puerto Rico ante la posibilidad de una invasión a Venezuela.

Se habla de la remilitarización de Puerto Rico, tras la salida de la Marina de Guerra de Estados Unidos el 1 de mayo de 2003.

Supuestamente se marchó tras una jornada de lucha, arrestos, resistencia y la arrolladora marcha del 21 de febrero de 2001, en respuesta a la muerte de David Sanes por un bombazo el 19 de abril de 1999 en Vieques.

Sin embargo, la Marina no descontaminó ni removió remanentes de municiones y bombas por detonar de tierra y mar en Vieques, con una elevada incidencia de cáncer y otras enfermedades por la exposición de los residentes a la contaminación bélica del medioambiente.

De igual forma la Marina nunca se marchó de la Isla Nena ni de Roosevelt Roads en Ceiba. Permaneció como un horrible fantasma evidente en sus ruinas y en la toxicidad de agua, aire y suelo.

Y lo sustantivo es que la milicia estadounidense nunca ha salido de Puerto Rico. Bases como Ramey en Aguadilla y la Aérea Muñiz en Carolina operan por la libre como también Fuerte Buchanan en Guaynabo.

Desde la Primera y Segunda Guerra Mundial, pasando por los conflictos en Corea y Vietnam hasta las recientes guerras contra Irak y Afganistán, han fallecido muchos puertorriqueños no por defender la Monoestrellada, sino la bandera del imperio norteamericano.

Según información provista por Madres contra la Guerra, han participado 200,000 boricuas y han muerto 2,000. 

Sin embargo, parecía imposible que usaran el Archipiélago como escenario de entrenamiento bélico tras la dramática y elocuente manifestación del Pueblo en contra de la Marina.

Ante la posibilidad de una invasión a Venezuela, el secretario de Seguridad Pública Arturo Garffer y la gobernadora Jenniffer González han recibido con beneplácito el uso de las instalaciones militares en Ceiba y Salinas, entre otros lugares, como centros de entrenamiento.

Como señalamos arriba, es como si una persona irrumpiera al patio de tu ‘casa’ para atacar a tu vecino. 

Según datos de Madres contra la Guerra, desde las bases estadounidenses en Puerto Rico invadieron a Guatemala en 1956, a República Dominicana en 1965, a Granada en 1983 y a Panamá en 1989.

¿Por qué ocurre? Porque Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos. Un territorio no incorporado del Imperio. Algo así como una cosa, un juguete, una posesión, propiedad u activo.

Ocurre porque los gobernantes de la colonia carecen de poder para contradecir y trastocar las decisiones del Congreso, la Casa Blanca y el Pentágono. Sucede porque en las colonias la SOBERANÍA es prohibida.

¿Qué deparará como daño colateral una eventual invasión de Estados Unidos a Venezuela so pretexto de erradicar el narco terrorismo que, según Donald Trump, respalda el régimen de Nicolás Maduro?

Es impredecible, aunque cualquier ducho en tema bélico coincidiría en que Puerto Rico, en el tablón de ajedrez militar, podría ser blanco u objetivo.

La posición editorial de Prensa Sin Censura es de absoluta oposición a la guerra e intervención boricua en asuntos contra naciones hermanas latinoamericanas y caribeñas. 

Prensa Sin Censura invita al piquete “No a las bases militares en Puerto Rico” que la organización Madres contra la Guerra realizará este próximo domingo 7 de septiembre desde las 4pm frente a la Base Aérea Muñiz en Carolina.

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