Sicología
Dra. Raquel Gauthier
Para Prensa Sin Censura
Hablemos claramente y con propiedad del presentador Rubén Sánchez.
El país está en las vías de aprender a distinguir el comportamiento de un agresor versus lo que es un acto sin premeditación. Esto para no seguir cayendo de nuevo en el “Ay benditismo boricua” que a todo le tiene pena o lo justifica.
Aquí no se trata de un individuo que “perdió el control” de sus actos, como se ha estado reseñando en la prensa. NO. Ni de algo que ocurrió “sin querer” o “sin pensar”. O alguien que “perdió la chaveta”, como se diría de forma popular en la calle.
Este señor está en absoluto control y dominio de lo que SIEMPRE lo ha caracterizado. No está en un estado de enajenación. Sabe, y siempre ha sabido perfectamente lo que hace. Calcula sus movimientos. Sabe cuando dar el golpe para saciar sus ansias de dominación. Su conducta es perfectamente racional y tiene pleno control de la situación.
Este señor está en absoluto control y dominio de lo que SIEMPRE lo ha caracterizado. No está en un estado de enajenación. Sabe, y siempre ha sabido perfectamente lo que hace.
Este presentador lleva años practicando su ritual violento que sirve a sus propósitos: alimentar su ego y ansias de poder y provocar miedo y parálisis en las personas que identifica como inferiores o como amenazas.
Lo que sí ha perdido ya definitivamente es el control que tenía sobre la gente. Y él lo sabe bien. Ya la gente sabe distinguirlo y leerlo. Se le cayó la careta tipo “estilo incisivo y poderoso” con la que manipulaba a muchos.
Ya no estamos para caer en la trampa ni en el discurso justificante del “pobrecito Rubén” o “perdió el control”. Este señor es un agresor con licencia y micrófono que lleva ya mucho tiempo llevando su violencia arbitraria y caprichosa a las esferas públicas, sin sufrir en absoluto ninguna consecuencia. Tiene vía libre de la emisora para insultar, humillar y agredir. Hace rato que este asunto pasó de ser un issue obrero/patronal y se convirtió en un asunto de país. La gente no tiene porqué sufrir sus atropellos de violencia ni sus actos de agresión.
La tolerancia a este tipo de conductas TIENE que cesar. PUNTO. Y mientras Rubén Sánchez tenga los micrófonos abiertos y la emisora simplemente se haga de la vista larga, ambos serán responsables, copartícipes y cómplices de la plaga violenta que arropa el país.
Es ese mi análisis profesional y conclusión.


Esperamos sea sancionado con suspenderlo empleo y sueldo o retirar el contrato con el. Esto no debe permitirse toda vez que es un mal ejemplo. Los niños y jóvenes que ven o escuchan este comportamiento reanima el descenso de valores que estamos viviendo en PR, estimulando la violencia. Bastante tenemos con el mal ejemplo de los políticos para también permitir el comportamiento en la prensa que manifestó el Sr. Rubén Sánchez. Esperamos se tomen las medidas disciplinarias correspondientes
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