Salud y vida
Dr. José W. Rodríguez Zayas
Para Prensa Sin Censura
El aspartame, edulcorante artificial presente en productos tan diversos como refrescos “diet” (por ejemplo, Diet Coke), chicles sin azúcar e incluso medicamentos infantiles) es uno de los aditivos más utilizados en la industria alimentaria mundial.
Investigaciones recientes sugieren que podría elevar el riesgo del tipo más común de accidente cerebrovascular (ACV) —el ACV isquémico— al provocar inflamación y alterar la salud y el flujo sanguíneo de los vasos cerebrales. Este tipo de ACV representa aproximadamente el 87 % de todos los casos en EE. UU. y es una de las principales causas de muerte a nivel global.
1. Evidencia mecanística y modelado computacional
Un estudio innovador, publicado en 2025, fue el primero en combinar técnicas avanzadas de modelado computacional para examinar cómo el aspartame interactúa con procesos corporales que pueden conducir a un ACV o influir en su gravedad. Los investigadores señalaron que, dada su amplia presencia en alimentos y bebidas, los efectos acumulativos de la exposición crónica a dosis bajas podrían afectar indirectamente la salud cerebrovascular a través de interferencias metabólicas.
Estos hallazgos se suman a datos obtenidos en laboratorio. Un artículo en Cell Metabolism mostró que el aspartame en modelos animales aumenta la señalización de insulina, induce inflamación vascular y acelera la aterosclerosis. En estos experimentos, se observó activación de la vía CX3CL1, asociada con disfunción endotelial y mayor formación de placas ateroscleróticas.
2. Estudios observacionales en humanos
La evidencia clínica aún es limitada, pero estudios poblacionales han encontrado asociaciones entre el consumo frecuente de bebidas endulzadas artificialmente (a menudo con aspartame) y mayor riesgo de ACV, particularmente de tipo isquémico por oclusión de pequeñas arterias. El estudio Women’s Health Initiative reportó un aumento del 31% en el riesgo en mujeres posmenopáusicas que ingerían dos o más bebidas “diet” al día. Resultados similares se observaron en la cohorte NutriNet-Santéen Francia.
Sin embargo, estos estudios no establecen causalidad y podrían estar influenciados por factores como obesidad, hipertensión o diabetes.
3. Perspectiva regulatoria
En 2023, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) clasificó al aspartame como “posiblemente carcinogénico” (Grupo 2B), mientras que el JECFA mantuvo la ingesta diaria admisible en 40 mg/kg de peso corporal. Aunque esta evaluación se centró en riesgo de cáncer y no en salud vascular, organismos internacionales han advertido que los edulcorantes no aportan beneficios sostenidos para el control del peso y podrían asociarse con mayor riesgo de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.


4. Implicaciones para la salud pública
La investigación actual refuerza preocupaciones de larga data sobre los posibles riesgos del aspartame, que también se ha vinculado a aumento de peso, mayor apetito y obesidad. Aunque no se recomienda su eliminación inmediata para toda la población, sí se aconseja prudencia, especialmente en personas con alto riesgo cardiovascular.
Sustituir las bebidas y alimentos con edulcorantes por agua, infusiones sin azúcar o bebidas naturales sin endulzar constituye una medida preventiva sencilla y eficaz.
Conclusión:
El vínculo entre el aspartame y el ACV isquémico merece una atención prioritaria en la investigación clínica. Los estudios mecanísticos y observacionales apuntan a posibles efectos nocivos sobre la salud vascular, pero se requieren ensayos controlados y de largo plazo para confirmar si estas asociaciones se traducen en un riesgo real para la población general.

Figura 1. Comparación del riesgo relativo de ACV isquémico entre no consumidores y consumidores frecuentes de aspartame (datos ilustrativos).
Referencias
• Wu W. et al. (2025). Sweetener aspartame aggravates atherosclerosis through insulin-triggered inflammation. Cell Metabolism.
• Nature Scientific Reports (2025). Mechanistic modeling of aspartame interaction with vascular processes in ischemic stroke.
• Women’s Health Initiative (2019). Diet soda intake and risk of stroke and dementia.
• NutriNet-Santé Cohort (2022). Artificial sweeteners and cardiovascular disease risk.
• IARC Monographs (2023). Aspartame evaluation and classification.
• JECFA (2023). Evaluation of the safety of aspartame and ADI confirmation.
