Fe
Escrito por Héctor Jaime Torres y Víctor M. Quiñónez
En Tierra Santa vivía una joven, hermosa y linda como un jazmín, llena de gracia se mantenía y así poder a su Dios servir;
José, llamado había un hombre que era devoto del gran Señor, y enamorado de aquella joven en matrimonio fue y la pidió; María la joven se halló contenta porque aquel hombre era de Dios y de rodillas mirando al cielo con su alma noble las gracias dio.
Pasado el tiempo, llegó la boda que muy sublime se celebró, mas no sabían que el Dios del Cielo un gran destino tenía a los dos.
En una noche que era serena, en raro sueño, José cayó y en su visión le aparecio un ángel y un fiel mensaje le reveló…
«Yo te prohíbo que tú la toques aunque contigo ella se casó, pues la he hallado llena de gracia y será la Madre del Niño Dios, no te preocupes ni tengas duda porque Él la luz del mundo ha de ser; a las naciones será por guía, se llamará su nombre Emmanuel»…
Al irse el ángel quedó despierto y gran confusión estaba con él, pero confiando en el Dios del Cielo optó por siempre a Él obedecer.
María, tan dulce, María, tan pura, muy venereda siempre ha de ser. Tu fuiste hallada llena de gracia y eres la Madre del Santo Ser.
Bendita eres entre las mujeres, ninguna de ellas como eres tú; bendito el fruto que fue en tu vientre, la salvación que es Cristo Jesús.
Ahora el mundo tiene esperanza; ya no hay tinieblas, llegó la Luz;, si crees en Él y tienes confianza, salvas tu hogar y te salvas tú…
Aquí termina esta linda historia que nadie nunca podrá olvidar: María, la Virgen llena de gracia, que con el Padre siempre has de estar… ¡Amén!
(Los autores son Hermanos del Instituto Universitario y de Bellas Artes de la Correccional de Bayamón-308)

