Musas
Ignacio Morales Borges
Para Prensa Sin Censura
Los vampiros de mi barrio
son lo que son;
vampiros que se abastecen
de sangre contaminada.
Detienen el tiempo
en su propio viaje al “espacio sideral”.
Dicen ponerse en órbita
pero no por siempre.
Despiertan en las noches
y salen de sus tumbas
para chupar la sangre de los vivos.
Los vampiros de mi barrio
son los que llenan sus bolsillos
con el dinero ajeno.
Aparentan vivir como reyes en palacio
haciéndonos creer que son gente fundamental;
aristócratas distinguidos de modales ‘nobles’.
Los vampiros de mi barrio
tienen la piel blanca y el corazón negro.
Desangran el proletariado noble de nuestra Isla
para arroparse con sábanas de seda;
comen langosta con los dientes afilados.
La gente dice que los vampiros no existen;
pero están equivocados.
Los vampiros de mi barrio
son lo que son;
vampiros sumergidos en arrogancia.
Envanecidos bravucones,
que por cierto, digo yo:
‘estos sí son los vampiros
más CABRONES’.
(El Autor es músico de la banda del Instituto Universitario y de Bellas Artes de la Institución Correccional de Bayamón-308).

