Fe
JAIME TORRES TORRES
Prensa Sin Censura
La asistencia a las misas en la Parroquia Stella Maris del Condado ha mermado considerablemente tras la salida [se espera que temporera] de su párroco y pastor Monseñor Antonio Vázquez, mejor conocido como Padre Tito.
Conocí a Padre Tito luego de mi llegada a la dirección del semanario católico El Visitante en diciembre de 2009. Era fuente obligada en temas de salud porque precisamente era el Vicario de Salud de la Arquidiócesis de San Juan.
Hecha la salvedad, resulta que su vicario o asistente, César Santos es un cura muy conservador que gozó de la confianza del destituido obispo de la Diócesis de Arecibo, Daniel Fernández Torres, a quien despidió el hoy difunto Papa Francisco por “faltar a la comunión con sus hermanos obispos”, por presunta desobediencia y por su manejo de la emergencia del COVID en contraposición a las disposiciones del Vaticano.
César Santos Romero, quien sirvió en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced en el municipio de Florida, llegó como vicario a Stella Maris hace poco más de un año y hoy sustituye a Padre Tito mientras este se somete a un tratamiento para su enfermedad de alcoholismo.
Fue César Santos quien informó al arzobispo Roberto González Nieves mediante una carta sobre la condición de Padre Tito que inexplicablemente se publicó en las redes, comprometiéndose la dignidad e integridad del párroco.
Se debe recordar que la prelatura Opus Dei tiene mucha fuerza entre sectores de la feligresía de Stella Maris y simpatiza con César Santos, de una línea más conservadora y ortodoxa.
También provocó malestar que Padre Tito celebrara la misa matrimonial del ex gobernador Pedro Pierluisi con la licenciada Fabiola Ansótegui Blanc, lo que aparentemente no resultó del agrado del arzobispo Roberto González Nieves, quien sin embargo no dijo nada de la misa que el intocable Monseñor Willie Peña celebró en Santa Teresita el día de la toma de posesión de la gobernadora Jenniffer González.
El asunto, evidentemente, es más político que religioso o pastoral. Y es triste por la publicidad negativa que ha recibido, circulada por algunos feligreses de Stella Maris y el propio Arzobispo Metropolitano de San Juan, que con la llegada de León XIV eventualmente podría ser sustituido no solo por el errático manejo de la situación personal de Padre Tito, sino por otros lamentables hechos, como la venta de parte del patrimonio de la Iglesia Católica, como el Palacio Arzobispal, localizado en la esquina de la Calle del Cristo con la San Sebastián.


Prensa Sin Censura conversó con varios fieles de Stella Maris. Aquí incluimos algunas de sus impresiones:
“El Opus Dei sigue con el dedo en Stella Maris. Y estaban detrás de la movida”.
“Padre Tito se identificó con la politica en el año de elecciones. Amigo del gobernador. Ofició su boda”.
“La asistencia a las misas ha bajado a la mitad en algunas horas, aunque se llenan las que se ofrecen al turismo del Condado que se celebran en inglés. Hay feligreses yendo a otras iglesias cercanas. Pero lo preocupante son los donativos. Hay gente de recursos diciendo que hasta que no se resuelva no van a seguir aportando”.
“Hubo reuniones del grupo de feligreses que querían sacar a Padre Tito. Son conservadores y algunos del Opus Dei. Esos mismos feligreses apostaron a que lo reemplazara Padre César, cuya carta la publicaron algunos feligreses”.
“La respuesta del Arzobispo también la publicaron en las redes. Uno de los grupos son los Vigías del Condado. Por ahí lo publicaban y de ahí se masificaba”.
“En ambas se decía que Monseñor Tito era alcohólico. Usaron la herramienta de las redes para que se supiera y se justificara reemplazarlo con Padre César”.
“El obispo haló el gatillo y lo destituyó. Le quitó las responsabilidades de Stella Maris aduciendo a que no había podido celebrar una misa por estar borracho”.
“El obispo le informó a Padre Tito que literalmente debía preparar las maletas. Y le informó que se tenía que ir a México a una clínica. El plan era que no regresara. Pero se le dañó el plan. La comunidad se rebeló. Rechazó esto. Y los mismos que lo estaban sacando empezaron a recoger velas”.
“El obispo no cuenta con mucha popularidad aquí. Y empezaron a cambiar la estrategia de seguir enviando información a los medios, incluyendo el aspecto político y su amistad con el ex gobernador y su grupo. Recuerda que dentro de los mismos azules hay una guerra. Y creían que los de Jenniffer los apoyarían y no pasó”
“Y entonces empezaron a enviar cartas de algunos sacerdotes de la Arquidiócesis diciendo a la comunidad que no hablara con la prensa”.
“Difícil. Ya esto se había salido de control. Hasta yo participé del programa de Luis Penchi “Testigos de la Fe”. Fue un sábado y lo hice para hablar del Padre Tito y su aportación e historial en Condado. Obvio, lo conozco bien”.
“Y hasta una carta firmada por los vecinos se preparó. Irónicamente, algunos de los mismos que estaban detrás de sacar al Padre Tito estaban después en las mesas recogiendo firmas. Para curarse en salud”.
“Lo más reciente fue la carta del Arzobispo y de Padre Tito a la comunidad. Esa le pidió el obispo la preparara. Muy bien escrita y ambos la firman abriendo la puerta el regreso”.
“Tiene que primero romper el vicio. El alcohol es el más difícil. Y peor porque no pocos sacerdotes como tú sabes están muy expuestos a eso”.
“La pregunta es: ¿qué pasó con Padre Tito? Yo nunca lo he visto borracho. Creo quizás venía cargando cosas en su espalda y no tenía con quien compartir. Yo le pregunté hace par de años y me dijo que estaba triste. Se sentía destruido. Su mamá había muerto. Luego su perro, su compañero inseparable. Y finalmente un familiar cercano. Él lo identificó como un hermano pero no sé si de sangre. Así que somos humanos. Nadie está exento de las vicisitudes de la vida”.
“Aun en esta semana hay vecinos llamando sobre este tema. Mi actitud es escuchar. El trato que le dieron el Obispo, Padre César y el grupo de feligreses conservadores tocó una fibra de la cual todavía la comunidad no se recupera totalmente”.
“No sé si Padre César se quede a cargo. Hay gente que lo responsabiliza por lo que ocurrió. Hasta un deambulante entró al templo y quería darle. Eso no lo saben muchas personas”.

“Esa la carta más reciente. Esto se hizo para atender la crisis. Calmar las aguas. Pero la pregunta es ¿por qué no se comenzó todo con una comunicación asi? Pues porque el plan era distinto. Acusarlo de alcohólico y politiquero utilizando cartas, leaks a los medios y demás. Los del Opus y Vigías del Condado con el Obispo y Padre César tramaron desprestigiarlo y quemarlo para justificar su salida repentina. No funcionó”.
Prensa Sin Censura gestionará las reacciones del Arzobispo Roberto González Nieves y de la dirección en San Juan de la Prelatura de la Santa Cruz y del Opus Dei, fundada en España en 1928 por Josemaría Escrivá de Balaguer, sacerdote español canonizado en 2002 por Juan Pablo II.
Noticia en desarrollo.


Conocí a Padre Tito en la Universidad Central de Bayamón ( que es católica) y dónde laboré por 25 años, en calidad de profesora. Fuimos colegas y fue humano y querido por todos , siempre presto a servir, a escuchar y a dialogar con nosotros los colegas y con los estudiantes. Su personalidad , brillaba, por su jocosidad, pero a la vez, su gran pasión y entrega al Evangelio.
No juguemos, somos humanos y cualquiera puede tener problemas a superar, con la ayuda de Papa Dios. Fue muy bajo enviar a través de redes sociales, su enfermedad con el alcohol. Qué cafrería.
«Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra», como dijo Jesús. Apoyémosle y démosle una càlida bienvenida. Padre Tito, si lees ésto, te envío un gran abrazo y mi bendición.
Tu panita,eterna de la UCB, Brenda , la maestra de ceremonias de casi todo en la Institución. Ánimo, arriba, Dios te bendice y sigue adelante con tu apostolado. Haces falta.🙏🤗🙏.
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